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Washington: sin inversión, declive petrolero a partir de 2011

  • Lunes, 29 Marzo 2010 @ 13:50 CEST
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Uno de los blogs del diario francés Le Monde publica una entrada titulada "Washington envisage un déclin de la production de pétrole mondiale à partir de 2011", que por su interés público traducimos aquí, como continuación al artículo de nuestra web titulado "El cenit del petróleo, cada vez más cerca... de ser reconocido", sin que parezca que en general los poderes públicos se den por aludidos o muestren alguna sensibilidad que se pueda deducir de alguna medida de emergencia a tomar para intentar evitar las evidentes consecuencias que este hecho puede tener para la Humanidad.

Sinceramente, no nos alegramos de tener razón con el fundamento esencial de la creación de este espacio público de debate para advertir de este hecho, ya hace más de cinco años. Solo pedimos algo de cordura a los gobiernos y un mayor ejercicio de responsabilidad. A partir de aquí, la noticia.

Washington considera que se puede dar el declive de la producción mundial de petróleo a partir de 2011

El Departamento de Energía de los EE .UU. admite que “existe la posibilidad de que podamos experimentar un declive” de la producción mundial de líquidos combustibles entre 2001 y 2015 “si no se dan las inversiones necesarias”, según se deduce de la entrevista exclusiva con Glenn Sweetnam, el principal funcionario experto en el mercado petrolífero de la Administración Obama.

Esta advertencia sobre la producción de petróleo lanzada por la Administración Obama se produce justo cuando la demanda mundial de petróleo vuelve a aumentar y cuando se han congelado las inversiones en muchos proyectos de perforación por las repercusiones de la caída de los precios del crudo y la crisis financiera.

Glen Sweetnam, director de la División Internacional, Económica y de emisiones de gases de efecto invernadero de la Energy Information Administration (EIA) en el Departamento de Energía, no dice que las inversiones no vayan a “estar ahí”. Más bien se trata de saber cuándo, dónde y en qué cantidades podrán ponerse en producción fuentes adicionales de petróleo que todavía permanecen ampliamente “sin identificar” a los ojos de los analistas más prominentes del mundo de la energía en la Administración Obama.

El Departamento de Energía rechaza la teoría del “cenit del petróleo”, que supone que la producción mundial de petróleo llegará a un declive irreversible en un próximo futuro, a pesar de las reservas que todavía quedan por explotar. La Administración Obama apoya la hipótesis alternativa de una “meseta ondulante”. Lauren Mayne, responsable de las prospecciones de líquidos combustibles en el Departamento de Energía (DoE, por sus siglas en inglés), explica: “una vez se alcanza la producción mundial máxima de petróleo, ese nivel se mantendrá aproximadamente unos cuantos años después, creando una (curva de producción) en forma de meseta ondulante. Posteriormente al periodo correspondiente a esta meseta, la producción experimentará un declive”.

Glen Sweetnam quien dirige la publicación anual del Informe sobre energía del DoE, concuerda en lo que identifica como un posible declive de la producción de combustibles fósiles entre 2011 y 2015, que podría ser la primera etapa de un patrón en forma de “meseta ondulante”, que comenzaría “una vez que se alcance la máxima producción mundial de petróleo”.

M. Auzanneau.- ¿Reconoce usted que si no se dan las inversiones adecuadas, existe la posibilidad de que entre 2001 y 2015 se pueda dar una primera etapa de declive en forma de “meseta ondulante” como la que describe?

GLEN SWEETNAM .- Creo que si las inversiones no llegan a tiempo, existe la posibilidad de que podamos experimentar un declive. Si llega a darse, esperaría inversiones para crear nuevas capacidades, si todavía existe demanda para el petróleo.

Glen Sweetnam reconoce la posibilidad de una caída cercana e inesperada de la producción mundial de líquidos combustibles en una entrevista por correo electrónico, después de varias peticiones de detalles sobre una mesa redonda con economistas del petróleo que el Sr. Sweetnam tuvo en Washington D. C. el pasado 7 de abril de 2009.

La mesa redonda del DoE de abril de 2009, titulada “Haciendo frente a la creciente demanda de combustibles líquidos” fue semipública. Por tanto, pasó injustamente inadvertida , cuando puso sobre la mesa previsiones que era bastante más pesimistas que cualquier análisis que el DoE jamás hubiese hecho público .

En la página 8 de la presentación del documento de la mesa redonda muestra en un gáfico que el DoE espera un declive del total de todas las fuentes de suministro de líquidos combustibles con posterioridad a 2011.

El gráfico pone el título de “sin identificar” a los proyectos necesarios para los suministros adicionales exigidos que tendrían que aumentar a partir de 2011, para cubrir el hueco de las producciones declinantes de fuentes conocidas y que el DoE supone que comenzarán ese año. La producción en declive prevista por el DoE es relativa al total de fuentes existentes de combustibles líquidos, más los nuevos proyectos que se supone tendrían que entrar en producción antes de 2012.

El DoE predice que el declive del suministro de las fuentes identificadas será continuado y agudo: un 2 por ciento negativo por año, de los 87 millones de barriles diarios (Mbpd) en 2011 a apenas 80 Mbpd en 2015. Para ese momento, la demanda mundial de petróleo y otros líquidos combustibles debería haber aumentado hasta los 90 Mbpd, según el documento de la presentación.

Por tanto, los combustibles líquidos adicionales “sin identificar”, tendrían que rellenar un hueco de 10 Mbpd entre la oferta y la demanda en menos de 5 años. 10 Mbpd es casi el equivalente de la producción de Arabia Saudita, el mayor productor del mundo con 10,8 Mbpd.

Después de que la demanda de petróleo pasase por una caída en 2009 va a remontar con vigor este año, según la Agencia Internacional de la Energía (AIE), que asesora a los países de la OCDE. El nivel de 86,5 Mbpd en que ahora está ligeramente por encima del de 2008, cuando la crisis financiera golpeó. Ahora, todo el crecimiento de la demanda proviene de los países no OCDE. Este crecimiento debería continuar por una senda firme en los países en desarrollo en los próximos años, dice la AIE.

Según la presentación y las transcripciones de la mesa redonda del DoE de abril de 2009, muchas regiones productoras podrían ver una reducción de sus extracciones antes de 2015.

Las extracciones de petróleo convencional de los países no-OPEP (más de la mitad de la producción mundial de crudo en la actualidad) deberían ya estar en declive, de los 46,9 Mbpd en 2008 a 44,8 Mbpd en 2011, según el gráfico de la página 8 de la presentación de la mesa redonda del DoE.

La producción de combustibles líquidos de los países no-OPEP ha permanecido estable desde 2008, dice la AIE en París. Pero la AIE no ofrece datos que segreguen sólo las extracciones de petróleo convencional. En 2005 en el periódico francés Le Monde, el economista jefe de la AIE, Fatih Birol predijo que la producción de países no-OPEP entraría en declive “pronto después de 2010″.

Hasta 2015, sólo seis de los 15 principales países productores de crudo podrán aumentar de forma significativa su producción de combustibles líquidos, según muestra el gráfico de la página 9 de la presentación de la mesa redonda del DoE.

Se estima que 7 de los 15 principales productores evolucionarán hacia grandes reducciones de sus producciones en el periodo que va desde 2007 y finaliza en 2015: Rusia (-0,15 Mbpd), China (-0,2), Irán (-0,4), México (-0,9), Emiratos Árabes Unidos (-0,3), Venezuela (-0,25) y Noruega (-0,7).

Los suministros de Irak y Kuwait se mantendrán prácticamente planos.

El DoE de los EE. UU. espera que el mayor aumento de la producción tendrá que venir de los EE.UU. un auge de 1,8 Mbpd en 8 años ( de 2007 a 2015) que equivaldría a más de un cuarto de la producción petrolífera actual de los EE. UU. Desde los años 70, la producción de petróleo de los EE. UU. se ha venido desplomando de forma continuada.

Este considerable aumento de la producción de líquidos combustibles, debería conseguirse con los que Glen Sweetnam describió como la “rampa de subida del etanol”, según la transcripción de la mesa redonda.

Esta “rampa de subida del etanol”, que se inició durante la Administración Bush, puede alcanzar incluso más de los 1,8 Mbpd de aumento esperado por el DoE, puesto que las extracciones de crudo estadounidenses han ido disminuyendo durante cuatro décadas y porque no hay reservas “frescas” de crudo de importancia significativa que puedan llegar de Alaska o cualquiera de los otros 50 Estados (llamados contiguos, geográficamente hablando, n. del t.).

La cuarta parte de todas las cosechas de grano de los EE. UU. ya acaban como biocombustibles, según un análisis con datos de 2009 del Departamento de Agricultura de los EE. UU., publicado por el Earth Policy Institute, un grupo ecologista de Washington (think tank).

¿Podrán compensar las inversiones en nuevos proyectos “sin identificar” el declive de las fuentes actuales de suministro para poder rellenar en menos de cinco años (entre ahora y 2015) el hueco de 10 Mbpd que prevé el DoE se forme entre la oferta y la demanda?

Poner un nuevo proyecto (petrolífero) en marcha lleva como mínimo unos 7 años, según reconoce el DoE. Durante la primavera de 2009, Glen Sweenam dijo que los recientes descubrimientos de petróleo en aguas profundas de Brasil suponían una “suerte de punto brillante por el momento… hasta que consigamos llegar al Ártico”.

El Secretario General de la OPEP, Abdalla Salem El-Badri advirtió en febrero de 2009 que de los 135 proyectos que tenían que haber entrado en producción en los próximos años, los miembros de la OPEP han retenido 35 proyectos hasta después de 2013, ya que “los precios actuales amenazan la propia sostenibilidad de las inversiones planeadas”.

En 2007, a pesar de los gigantescos beneficios, las cinco mayores compañías petrolíferas internacionales gastaban un simple 6 por ciento de sus recursos en exploración, comparado con el 34 por ciento en la compra de autocartera, según un estudio de la Universidad de Rice citado por The New York Times. En 1994, esas compañías punteras gastaban el 15 por ciento de su s recursos en exploración. Muchos expertos suponen que este cambio de estrategia está forzado por la falta de acceso a nuevas reservas, mientras el mundo clama por más petróleo.

Las perspectivas del Departamento de Energía de Washington sobre el petróleo parecen ahora mucho más pesimistas que los tipos de análisis que el DoE solía hacer públicos no hace tanto tiempo. En 2004, durante la Administración Bush, el DoE publicó un estudio en el que se suponía que la producción de petróleo podría crecer fuertemente hasta el 2037.

En 2008, Glen Sweetnam publicó para el DoE un escenario base a largo plazo en el que la “meseta ondulante” no se alcanzaba hasta el 2030 y que duraría hasta el 2090, antes de que la producción mundial de petróleo llegase a su caída final.

Pero el studio de 2008 del Sr. Sweetnam también presentaba un escenario “más desfavorable de factores sobre la superficie” (terminología para indicar factores no geológicos en cuestiones del petróleo, n. del t.) bajo el cual, la meseta ondulante sucede durante la década actual.

Glen Sweetnam, que supervisa en Washington la preparación del próximo informe internacional anual sobre energía, parece ahora preguntarse si su escenario “más desfavorable” no será el adecuado, cuando contempla, en su entrevista conmigo, un declive de la producción mundial de los líquidos combustibles comenzando en 2011.

Esta sensación de incertidumbre del Departamento de Energía no se había visto nunca. El DoE se suele posicionar entre las fuentes más optimistas en los asuntos relacionados con el agotamiento de las reservas mundiales de combustibles.

La advertencia de Glen Sweenam se produce después de una serie de advertencias sobre posibles problemas inmediatos en la oferta mundial de petróleo. Esas advertencias se han ido produciendo por fuentes sensatas, tales como el The Wall Street Journal, The Houston Chronicle (el principal diario de la capital del comercio mundial de crudo), del CEO de la princial compañía petrolífera brasileña Petrobras, del anterior número 2 de la Compañía saudita Aramco, de un “garganta profunda” de la AIE, del propio economista jefe de la AIE, del Grupo de Trabajo sobre Peak Oil y Seguridad Energética del Reino Unido o del legendario explorador de pozos petrolíferos que se reconvirtió en magnate de las renovables T. Boone Pickens.