El diseño educativo para la crisis que se avecina
- Viernes, 17 Abril 2009 @ 02:48 CEST
- Autor: physis
- Lecturas 3.074
La crisis que enfrenta la sociedad es distinta a todas las anteriores y de carácter sistémico por dos motivos fundamentales: el colapso del sistema monetario basado en la deuda y el agotamiento de los recursos naturales, cuyo primer síntoma en ambos casos es el cenit de producción de petróleo. Este carácter sistémico se debe fundamentalmente a que aparece en el horizonte más inmediato una etapa social distinta a la que hemos vivido hasta ahora.
La educación ha jugado históricamente un papel destacado en la búsqueda de soluciones para enfocar con mayor claridad la preparación a un cambio. Pero hoy en día nos encontramos con que viene diseñada desde arriba sobre unos presupuestos que no se pueden cuestionar ni movilizar. Así que se impide en gran medida el papel que la formación debería jugar como bisagra entre las dos etapas de la mano de los educadores, en la medida que preparan desde abajo la alternativa.
Aún desconociendo en su momento la última causa que subyacía a la planificación y que hoy ya se nos va desvelando según avanza la crisis, Jean-Claude Michéa (profesor de filosofía en Montpellier) nos entrega en su libro "La escuela de la ignorancia" (Acuarela Editorial, 2002; edición original de Éditions Climats, 1999) algunas de las claves que nos ayudan a entender este diseño de arriba hacia abajo y sus posteriores consecuencias. Una lectura indispensable para comprender hacia dónde nos dirigimos, quienes están detrás del decorado y hasta qué punto se anticiparon los problemas que hoy ya se están desarrollando.
A nivel práctico, en el actual discurso educativo aparece de forma permanente una cierta cortina de humo desviando el foco de atención, pues con frecuencia se relacionan los problemas educativos con la "falta de presupuesto". Sin embargo, el problema real es más profundo, más insidioso, más molesto de reconocer. No se trata de dinero, ni siquiera es válido el insustancial discurso de una "pérdida de valores" que nadie sabe qué significa. El problema de la educación, según Michéa, es una cuestión de diseño social, de decisión política consciente para evitar una Escuela de verdad.
La pregunta que se hacen los más críticos en Francia es por qué se ha aplicado el sistema educativo norteamericano en Europa cuando, después de veinte años de experiencia, se tenía la certeza de su resultado nefasto. ¿Qué lleva a la élite política europea a condenar a sus jóvenes a sufrir un sistema educativo deficiente e ineficaz? ¿Qué se nos ha pasado por alto? Las respuestas no siempre agradan.
Continúa en este enlace.