La madera elemento crítico en la crisis energética.

La leña será un elemento tanto crítico como efímero en la transición energética, primero en los países más pobres y posteriormente en los desarrollados, debido a que la humanidad se encuentra acorralada y utilizará todo lo que tenga a la mano para sustituir al petróleo.

En los últimos 50 años, se observó como el uso de los hidrocarburos penetró hasta en las regiones más pobres del mundo, sustituyendo el consumo de la leña por el de gas, proceso que a su vez, le permitió un breve respiro al entorno natural tan explotado. Sin embargo la situación ahora va en retroceso.

El encarecimiento del petróleo está provocando que las comunidades pobres abandonen el uso del gas y regresen rápidamente al consumo de leña, provocando una nueva y mayor presión sobre las zonas boscosas y selvas, que sumada a la que ya está provocando la carrera de los biocombustibles, nos augura una calamidad ambiental desastrosa. La leña ha demostrado históricamente ser la fuente de energía más barata, más simple y de más fácil acceso y es probable que ningún pueblo renuncie a ella a pesar del suicidio ecológico que implica su explotación desmedida.

¿Elucubraciones apocalípticas? La nota “Malí: Leña, regalo del cielo no renovable” que ha retomado el portal “Caminos” de Cuba, originalmente publicada por “Inter Press Services” (acceso restringido), nos revela que esta situación ya se vive en algunas regiones del planeta, y además, ocurrirá con violencia, como indica esta otra nota: “Frágil tregua en la deforestación de Olancho”, del mismo portal de “IPS”, confirmando que sigue vigente el “síndrome de los pascuenses”.