Bienvenido(a) a Crisis Energética, Anonymous Viernes, 26 Abril 2024 @ 08:16 CEST

Conferencia consejero CNE en Menorca

  • Jueves, 31 Agosto 2006 @ 15:49 CEST
  • Autor:
  • Lecturas 2.940
Artículos El Consejero de la Comisión Nacional de la Energía Jorge Fabra Utray impartió el pasado 17 de agosto una conferencia con el título “la electricidad en nuestra sociedad”. La presentó el ex Director general de Energía del Govern Balear Joan Perchés Escanell en un acto convocado dentro del ciclo estival “Tertulies a la fresca” organizado por el ayuntamiento de Mercadal, Menorca.

Tras exponer brevemente Joan Perchés la importancia de la electricidad en nuestra sociedad y su carácter de vector energético, el mismo afirmó que las energías alternativas sustituirán al petróleo, aunque cabe decir que obviando todo detalle de en qué medida y cómo. Aprovechó su intervención para reseñar el importante papel jugado por la CNE en la OPA de E-ON a Endesa.

El invitado principal, por su parte, explicó en su intervención a un nutrido público las particularidades básicas de los sistemas eléctricos en red, resaltando su carácter vectorial, atendiendo a su necesidad de mallado y evocando la estrecha relación a nivel global entre consumo energético y renta. A todo ello, le atribuyó la actual situación energética. Señaló que un enfoque global que quisiera tener en cuenta datos y a la vez razones éticas y morales pondría de manifiesto que, por un lado, si todo el mundo se pusiera a la par de los 700 millones de personas que más consumen el planeta se tornaría irrespirable por la contaminación y que, por otro lado, si el actual consumo eléctrico mundial estuviera equitativamente repartido los países del primer mundo verían reducido el suyo en 4/5 partes con el consecuente y notable aumento, reconoció, de los conflictos bélicos que eso produciría.

Dijo que el estado no puede desentenderse de esta cuestión y que por tanto debe abordar el problema de la regulación, para lo que destacó dos modelos: aquel en el que el estado mantiene un control dominical (Francia, Italia, Portugal…) y la privatización con reserva de potestad estatal (Alemania, España…), si bien insistió que, en el fondo, regular es lo mismo que liberalizar, aunque pudiera resultar paradójico. Repasó los dos mecanismos que según él consiguen resolver satisfactoriamente esta antilogía en España: la regulación de tarifas y la garantía de precios competitivos en el mercado.

Habló de las particularidades que hacen de la electricidad un “bien raro” como objeto de regulación respecto a los demás: su estructura en red, su imposibilidad de almacenamiento y, por último, su carácter no darwinista sobre el que abundó: explicó que el mercado eléctrico depende de una serie de materias primas, insustituibles todas y cada una de ellas, las cuales dependen de diferentes tecnologías y por lo tanto asumen diferentes estructuras de costes aún siendo todos los kWh idénticos. A ello le atribuyó la actual asimetría respecto al punto de equilibrio en el mercado entre las diferentes fuentes de producción eléctrica.

Acabó su exposición resaltando la responsabilidad de los estados a la hora de velar por el buen funcionamiento del sistema eléctrico, dada la característica reticular de la electricidad y arguyendo la inexistencia de una política energética común en el seno de la UE. Por ello, dijo, cabía considerar las condiciones impuestas por la CNE a E-ON para la OPA de Endesa como del todo legales, además de leves y perfectamente asumibles por E-ON.

Llegado el turno de preguntas intervino mi compañera (yo no pude asistir por motivos laborales): “Usted ha comenzado su exposición destacando la importancia de la electricidad y manifestando su convencimiento de que ésta existiría mientras exista el ser humano. Formas de obtener electricidad sabemos que hay muchas, pero no existen que rindan como lo hacen los hidrocarburos para abastecer el actual consumo ingente en el mundo desarrollado. En un contexto donde los hidrocarburos son el principal, con diferencia, componente del mix energético y siendo que la producción de hidrocarburos no podrá ser aumentada en un futuro y sí pensamos, en cambio, seguir creciendo, y mucho, en consumo de electricidad ¿Qué línea de actuación seguirá el Estado español en el ejercicio de su responsabilidad?

El señor Fabra respondió dándole expresamente la razón en cuanto a que abordamos una gran dificultad cara al futuro y que “él era pesimista al respecto”, añadiendo que las líneas de actuación en España son tres: educación medioambiental, energías renovables y fusión nuclear. No entró a valorar las posibilidades de ninguna de ellas.

Una persona del público le recordó los incidentes acontecidos con el transporte de gas a Europa desde Rusia y a través de Ucrania, del invierno pasado, como ilustración de la importancia que tiene quién ostenta el poder respecto a los recursos energéticos dado que, como el mismo Fabra había explicado en su ponencia, se depende directamente de las materias primas (que España se ve obligada a importar por no disponer de ellas en su suelo).

El ponente invitado volvió a manifestarse pesimista, pero consideró que debía romper una lanza a favor de la democracia, la utopía y la confianza en el ingenio humano para encontrar una solución

Volvío a intervenir mi compañera para recordarle que los hallazgos pueden llegar o no hacerlo, que las sociedades no basan sus decisiones y sus planes políticos en futuribles poco consistentes ni en quimeras, sino que los basan en los recursos con que cuentan. Que no hacer esto último es una temeridad y que una verdadera democracia se sustenta en información veraz y sincera, ya sea esta agradable o desagradable. Y que los gobiernos deben estar preparados para las peores eventualidades, tener un plan alternativo, llámesele B. Que no podemos seguir creciendo en cuanto a consumo energético si los recursos no nos acompañan.

Contestó el señor Jorge Fabra que estaba de acuerdo en lo esencial, pero que los planes para España eran aumentar un 50% su consumo de gas en los próximos 10 años para poder seguir produciendo electricidad, y que no había plan B.

Insistío mi compañera:

- “¿De verdad no hay plan B?

Contestó Fabra:

- “No hay plan B”

Entrevista a Jorge Fabra Utray en el diario Menorca.info