El régimen iraní demostró no hacer concesiones sobre su soberanía al tiempo que mandaba un mensaje para tranquilizar a quienes sospechan que podría emplear el
suministro de petróleo como medida de presión en el marco de la tensión por su programa nuclear.
"Consideramos que el suministro energético es vital para el mundo", manifestó el ministro de Exteriores iraní, Manoucher Mottaki, en una conferencia de prensa celebrada en Ginebra. "Seremos fieles a nuestra obligación de satisfacer las necesidades energéticas de nuestros socios"
Al mismo tiempo, entre el escenario de tensión generada por su programa nuclear, el régimen iraní mostró ayer los músculos y ensayó con éxito el nuevo misil de largo alcance Shihab II, el Fajr-3, proyectil con capacidad para transportar una cabeza nuclear e indetectable a los radares.
"La tecnología es completamente nueva, no tiene nada que ver con ninguno de los sistema de misiles que existen en otros países", declaró el general Husein Salami, ante la televisión iraní.
Haciendo una gala de poder militar y como el crótalo que agita el cascabel avisa a navegantes con la prueba del misil Fajr-3 que fue hecha durante los recientes ejercicios militares realizados en el golfo Pérsico en los que participaron más de 17.000 militares y casi 1.500 barcos de guerra.
Las maniobras, incluyeron simulacros para "afrontar la eventual agresión a nuestros cuarteles y sedes de un enemigo ficticio".
Una de cal y una de arena para enviar señales claras y decididas en una situacion en la que todos los mensajes tienen destinatario especifico dentro del contexto geopolitico actual.