"Así como los mejores asientos en el cine se ocupan primero o las mejores tierras se cultivan antes que las peores”, nos ha ocurrido lo mismo con la extracción de petróleo, nos queda la mitad del que creó la naturaleza, pero aquella que es mas difícil de extraer.
Lo anterior es señalado en un documento titulado “
Cuando se acabe el petróleo” que realizó el investigador Andrés Buenfil Friedman, doctor en análisis de energía y sistemas ecológicos por la Universidad de Florida y que el suplemento “Masiosare” del diario La Jornada de México, publicó en octubre del año pasado. En este brillante artículo de Buenfil, se advierte sobre el tremendo desafío que implica para la humanidad, el no contar con el petróleo:
”Eliminamos todos los productos sintéticos, y el mundo aún no se ve tan diferente. Ahora desaparecen esas cosas que han debido transportarse largas distancias para llegar a nuestras manos ya que más de 85% del transporte en el mundo, dependen del petróleo. Le sugiero leer las etiquetas: allá van los pantalones de tela brasileña manufacturados en Bangladesh y la camiseta hecha en El Salvador. ...Si vive en un edificio, eventualmente tampoco correrá el agua, que se bombea con electricidad, por las tuberías”.