Esperando el deshielo para hacer negocio
- Jueves, 15 Diciembre 2005 @ 22:10 CET
- Autor: hal9000
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El cambio climático avanza inexorablemente, a pesar de los intentos -tímidos, como se ha visto en la cumbre de Montreal la semana pasada- por alcanzar una regulación mundial ambiciosa de las emisiones de gases de efecto invernadero.Continuamente se exponen modelos sobre cómo el calentamiento global moldeará la Tierra a lo largo de este siglo. Según el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), formado por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, la temperatura global se incrementará entre 1,4 y 5,8 grados hasta el año 2100, y, en ese mismo periodo, el nivel del mar podría subir hasta 0,88 metros.
Sin embargo, los caminos del clima son inescrutables, y a veces presentan factores -negativos y positivos- con los que no se contaban.
Es el caso del deshielo del Ártico, uno de los efectos más peligrosos del cambio climático. Además de poner en peligro la estabilidad global del clima por su influencia en la circulación de los océanos, el deshielo podría acelerar el calentamiento del planeta. En la región pantanosa de la tundra siberiana, del tamaño de la ex República Federal de Alemania, se hallan depositadas bajo el hielo cantidades enormes de carbono, en forma de turba, que, de quedar al aire libre a causa de los deshielos, pueden transformarse en CO2 -por oxidación- o en metano -por la acción de las bacterias-. La atmósfera absorbería estos gases y se multiplicaría el calentamiento de la Tierra.------------------------------INTERESES NACIONALES
Pero, para algunos intereses, el deshielo no sólo descubre efectos negativos. Los gobiernos de Canadá, Rusia, Noruega, Finlandia, Dinamarca y Estados Unidos ya han emprendido acciones para tomar ventaja del eventual deshielo del Polo Norte, que dejará descubiertos territorios vírgenes llenos de recursos naturales, y facilitará la explotación de muchos otros que hoy no se pueden costear, como gas y petróleo. Se estima que una cuarta parte de las reservas de petróleo y gas sin explorar se encuentran en esta zona del planeta, que, de descongelarse, albergaría un océano cinco veces mayor que el Mediterráneo. El problema es que la titularidad de esos recursos no está del todo definida, con los problemas políticos que esto representa.
Rusia se adelantó en 2001, cuando reclamó como suya la mitad del Océano Ártico; Dinamarca sigue peleando por los derechos territoriales relacionados con Groenlandia; y Estados Unidos se ha empezado a preocupar al más alto nivel por este asunto. El pasado enero, el Servicio de Inteligencia y Prospectiva del Departamento de Estado estadounidense convocó una reunión para analizar la situación ártica. "Estamos ante la necesidad de negociar nuevas fronteras, nuevas rutas marítimas, de analizar el potencial de explotación de energía, pesquerías y otros recursos, y, desde luego, un amplio capítulo de seguridad nacional", asegura el resumen ejecutivo del informe de esa reunión, al que tuvo acceso The New York Times.
Más a corto plazo, el deshielo puede tener importantes consecuencias en la navegación marítima. El pasado verano, la extensión de hielo en el Ártico se redujo hasta los cinco millones de kilómetros cuadrados -la mitad de la superficie de Europa-, mientras que a finales de los años 70 alcanzaba los siete millones. Algunos informes científicos aseguran que el casquete polar podría desaparecer durante los veranos del final de este siglo.
El deshielo posibilitaría nuevas rutas que descongestionarían los canales de Suez y Panamá y unirían Europa, Asia y América por el Norte.
Pues nada, ya nos podemos ir preparando para el fin del mundo más apocalíptico, esta locura no hay Dios que la detenga...y lo peor de todo es que Estados Unidos está al lado y va a defender el Ártico con uñas y dientes...poco importa que millones de personas de importantes ciudades al lado del mar se puedan quedar sin casa por el aumento del nivel de mar, o que los huracanes azoten más fuerte y barran con todas las chabolas que pillen por medio, lo importante es que el opulento occidental pueda seguir usando su maravilloso coche durante unas cuantas décadas más.