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USA TODAY habla del cenit del petróleo

  • Martes, 18 Octubre 2005 @ 14:50 CEST
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Artículos Por su interés, hemos traducido un artículo del popular diario estadounidense de gran tirada, USA TODAY, titulado Se calienta el debate: ¿Ha llegado al cenit la producción de petróleo?, que nos ha llamado la atención, porque empieza a plantear, abierta y masivamente, el asunto, cada vez más imposible de ocultar, de la llegada al cenit de la producción mundial de petróleo. USA TODAY utiliza ese popularizado estilo, tan estadounoidense y ya tan generalizado en todo el mundo de la información, de entrevistar a expertos (que obviamente siempre elige el entrevistador) para crear una opinión, supuestamente neutral, pues recoge aparentemente las opiniones de un lado y las contrarias. Aunque al final, e invariablemente, el peso de la balanza cae del lado que interesa al que la maneja. Quitando las consabidas y recurrentes citas al peligro chino e hindú sobre sus aumentos de consumo (siempre desde la óptica estadounidense, incapaz de cuestionar sus propios y escandalosos niveles de consumo), es, no obstante, un interesante ejercicio de cómo se va metiendo suavemente la papilla para la digestión adecuada.

Por David J. Lynch, USA TODAY

Desde casi el comienzo de la era del petróleo, ha existido la preocupación de que las fuentes se secasen. De hecho, los agoreros se han equivocado. Los petroleros, desde John D. Rockefeller a T. Boone Pickens siempre se las han apañado para encontrar nuevas fuentes.

Pero ahora, una minoría de expertos dice que la producción mundial de petróleo se encuentra cercana a su cenit. Los pozos existentes están cansados. Los nuevos descubrimientos han sido desalentadores en la última década. Y las valoraciones estándar de lo que queda en los mayores yacimientos de Oriente Medio, argumentan, son poco más que suposiciones.

“No hay posturas intermedias. Es un recurso finito. El único debate debería ser sobre cuándo llegamos al cenit”, dice Matthew Simmons, un banquero de inversiones de Houston y autor de un nuevo libro que pone en duda las reservas sauditas de petróleo.

Los precios actuales de la gasolina son altos porque los huracanes Katrina y Rita interrumpieron la producción en el golfo de México. Pero los suministros de emergencia de las reservas estratégicas de petróleo en los EE.UU. y en el extranjero pueden compensar fácilmente esta escasez temporal. Sin embargo, si los defensores del “cenit del petróleo” tienen razón, la escasez puntual de hoy en día y los altos precios, pronto se convertirán en una forma de vida permanente. Así como cada uno de los pozos de petróleo llega inevitablemente a un punto en el que se hace cada vez más difícil y costoso extraer el petróleo antes de que la producción entre en declive, la producción global está a punto de llegar a un máximo, dicen. Desde el 2000, el coste de encontrar y desarrollar nuevas fuentes de petróleo ha aumentado en un 15% anual, según la empresa consultora John S. Herold.

A medida que aumenta la demanda mundial, los consumidores estadounidenses se encontrarán en todo el mundo con una guerra de ofertas por los escasos suministros de petróleo con los demás. Esto disparará los precios de la gasolina, del gasóleo para calefacción y todos los productos derivados del petróleo.

“La menos mala de las perspectivas es una aterrizaje forzoso, una recesión mundial peor que la de los años 30”, dice Kenneth Deffeyes, un profesor retirado de ciencias geológicas de la Universidad de Princeton. “El peor caso lleva la marca de los cuatro jinetes del Apocalipsis: guerra, hambre, peste y muerte”

No bromea: la producción de pesticidas y fertilizantes que se necesita para mantener la producción de cosechas, se basa en grandes cantidades de productos químicos derivados del petróleo. Y Amos Nur de la Universidad de Stanford dice que China y los EE.UU. podrían “deslizarse hacia un conflicto militar” por causa del petróleo.

La creciente demanda de petróleo

No cabe duda de que la demanda va en aumento. El año pasado el consumo mundial de petróleo aumentó un 3,5%, o en 2,8 millones de barriles más cada día. La Administración para la Información sobre Energía de los EE.UU. (U.S. Energy Information Administration), prevé que la demanda crezca de los actuales 84 millones de barriles diarios hasta los 103 millones para el 2015. Si China e India –donde las fábricas de coches están proliferando de forma salvaje- comienzan a consumir sólo a la mitad de los actuales niveles per capita estadounidenses, la demanda mundial aumentaría un 96&, según Nur.

Estas previsiones sitúan el juicio en juicio final. Muchas personas en el sector rechazan la idea de que no se pueda mantener el aumento de la producción mundial. “Esta es la quinta vez que nos hemos quedado sin petróleo, desde 1880”, se burla Daniel Yerguin, quien ganó un premio Pullitzer por su trabajo de 1991 sobre la historia del sector petrolífero “El premio” (The Prize).

En junio, la empresa consultora de Yerguin Cambridge Energy Research Associates (CERA), con sede en Cambridge, Massachussets, concluyó que los suministros de petróleo superarían a la demanda en 2010. Todavía queda por descubrir mucho petróleo en Oriente Medio y en las costas de Brasil y Nigeria, dice Yerguin.

“Todavía queda mucho petróleo por descubrir”, dice Peter Jackson, un veterano geólogo, que es coautor del estudio de CERA

Basados en la tecnología actual, el cenit de la producción de petróleo no ocurrirá antes de 2020, dice Yerguin. E incluso si ocurre, los volúmenes de producción no se desplomarán inmediatamente; seguirán durante años en una “meseta ondulada”, dice.

El debate se agudiza

En esta disputa sobre el cenit del petróleo, ambos contendientes están de acuerdo en que el petróleo es un recurso finito y que cada año, el mundo consume más petróleo del que descubre. Pero estas son los únicos aspectos en que están de acuerdo.

A medida que el debate se prolonga, se está haciendo más personal. Los creyentes en el “cenit del petróleo” menosprecian a aquellos que están en desacuerdo, como meros “economistas”, esclavos de la magia del mercado u “optimistas” ingenuos que suponen que cada nuevo pozo (perforado) será productivo.

Yerguin hace hincapié en que el estudio de CERA fue desarrollado por geólogos e ingenieros del petróleo, no científicos sociales. De Simmons, Yerguin opina: “es magnífico provocando conmoción con un asunto y luego tirando de retórica...para estas personas parece que se tratase de una cuestión teológica. Para nosotros, es una cuestión analítica”

Cuando no se intercambian insultos, ambas partes muestran ferozmente sus desacuerdos respecto a la posibilidad de los futuros avances tecnológicos, las previsiones sobre las denominadas fuentes de combustible no convencional, tales como las arenas asfálticas e incluso el estado de las reservas de Arabia Saudita.

El principal exportador del mundo, de hecho, está en el núcleo del nuevo libro de Simmons “Atardecer en el desierto: la inminente crisis de petróleo saudita y la economía mundial” (Twilight in the Desert: The Coming Saudi Oil Shock and the World Economy), que ha revitalizado los razonamientos sobre el cenit del petróleo.

Simmons dice que es imposible que se pueda mantener la producción mundial para satisfacer la creciente demanda, a menos que los sauditas puedan aumentar su producción diaria de 9,5 millones de barriles diarios y sigan bombeando confortablemente durante décadas. Y de hecho, Yerguin cuenta con que los sauditas alcancen los 13 millones de barriles diarios hacia 2015.

Mientras las reserves de petróleo de las empresas estadounidenses son verificadas con el US Geological Survey, los sauditas, como otros países de la OPEP, no permiten auditorias independientes de sus yacimientos. Por tanto, cuando RIAD dice que tiene 263.000 millones de barriles bajo el desierto, el mundo tiene que creer en sus palabras.

Simmons no lo hizo. Al contrario, hace dos años, tomó unos 200 informes técnicos de los archivos de la Sociedad de Ingenieros del Petróleo y realizó su propia valoración. Su conclusión: los sauditas están abusando cada vez más para extraer petróleo de los envejecidos campos y podrían sufrir un “colapso de la producción” en cualquier momento.

Yerguin es más optimista tanto sobre las previsiones de los sauditas, como sobre las del sector en general. Si el pasado puede servir de orientación, los avances tecnológicos cambiarán tanto la demanda como la oferta, dice. En el año 1970, por ejemplo, los campos marítimos más profundos se perforaban a 200 m. de profundidad bajo el agua. Hoy un pozo de Chevron en el golfo de México extrae petróleo a 3.000 metros por debajo de la superficie.

La generalización en el uso de las tecnologías, tales como detecciones remotas y la automatización en “campos digitales de petróleo”, podrían aumentar las reservas mundiales de petróleo en 125.000 millones de barriles, dice CERA. Los dispositivos de software avanzado y “medidores de perforaciones profundos” para trazar lo que está sucediendo en el pozo, han aumentado las tasas de recuperación en los campos del Mar del Norte al 60%, respecto de un porcentaje promedio del 35% en el sector, dice Jackson.

La tecnología tampoco seguirá en el mismo estado en el lado del consumo en esta ecuación. Yerguin dice: “hacia el 2025 o el 2030, probablemente nos movamos en vehículos muy diferentes de los que hoy conducimos. Bien podría suceder que lo hiciésemos en vehículos que consiguiesen 110 millas por galón (2 litros a los 100 Km)”, dice.

Esto es algo más que un deseo. El modelo híbrido de Toyota, el Prius del 2001, hizo 48 millas por galón (4,8 litros a los 100 Km). El modelo de 2005, hizo 55 millas por galón (4,2 l/100 Km). Si los fabricantes se centrasen exclusivamente en la eficiencia energética, las 110 m/g (2 l/100Km) no ofrecerían dudas.

Pero todavía no se están dando estos avances y a finales de los 90, cuando los precios del petróleo cayeron a los 12 US$/barril, las grandes compañías petrolíferas relajaron sus gastos en investigación. Los que anteriormente dudaron de las alegaciones sobre el precio del petróleo, se preguntan ahora si el sector está preparado para desarrollar las innovaciones suficientes.

”Con anterioridad a 1998, estaba del lado de los que opinaban ‘la tecnología resuelve todos los problemas’”, dice Roger Anderson del Observatorio Terrestre Lamont-Doherty de la Universidad de Columbia. “El problema es que después de tener el petróleo a 12 US$, las compañías petrolíferas respondieron fusionándose y despidiendo a la mayor parte de sus plantillas técnicas”

Ahora, la Agencia Internacional de la Energía en París estima que se necesita gastar 5 billones de US$ en los próximos 30 años, para mejorar la producción y la exploración.

Los límites de la tecnología

Al mantenerse elevados los precios del petróleo, ahora alrededor de los 63 US$ el barril, los suministros de petróleo no convencional, se hicieron económicamente posibles. Muestra: los enormes yacimientos de las arenas asfálticas canadienses, que podrían proporcionar más de 170.000 barriles de petróleo. En la lista de los mayores países petrolíferos del mundo, esto coloca al vecino del norte de los EE.UU. sólo por detrás de Arabia Saudita.

Esto son las buenas noticias. Las malas son que exprimir el petróleo de esas arenas asfálticas que parecen un lodo es difícil y costoso y exige ingentes cantidades de agua y gas natural, a su vez un combustible cada vez más caro.

Deffeyes denomina a una posible producción importante de (petróleo de) arenas asfálticas “la fantasía de los economistas”, añadiendo: “creen que si enseñan el suficiente dinero en la ventanilla, Dios pondrá más petróleo en el subsuelo”

En los últimos meses, los partidarios del cenit han recibido el apoyo de algunos círculos solemnes, incluyendo el gobierno de los EE.UU. Un estudio de 91 páginas preparado en febrero por el Departamento de Energía dictaminó: “El mundo se está aproximando rápidamente al cenit de la producción de petróleo convencional...un problema con el que nunca se ha enfrentado una sociedad industrial moderna.”

De hecho, prácticamente nadie en el gobierno pide acciones inmediatas con el aumento del cenit del petróleo. Pero en una reciente entrevista con USA TODAY, el secretario de Energía, Samuel Bodman parecía bastante poco optimista sobre el futuro.

”Hay mucho petróleo para bandearse en el corto plazo, en unos cinco años. Pero si se mira a los próximos 20 ó 25 años, esperamos que la demanda crezca un 50%, hasta los 120 millones de barriles diarios. Yo no quisiera opinar que van a estar disponibles”, dice Bodman, un antiguo profesor de ingeniería química en el Instituto Tecnológico de Massachusstts (MIT). “Podría suceder, pero no lo se”.