A propósito de la capacidad de refino

La escasa capacidad de refino es una de las razones que se aducen para explicar una tendencia alcista del petróleo que dura ya tres años. En Estados Unidos, esta insuficiencia en la capacidad de refino es ya crónica desde mediados de los 90, y se suele justificar aduciendo las rígidas normativas medioambientales vigentes en algunos estados, además del rechazo que producen estas instalaciones (el síndrome del “not in my backyard”).

Sin embargo, hay otras opiniones al respecto, como la del senador por Oregon Ron Wyden, que ya en 2001 presentó un informe en el que afirmaba que diferentes prácticas llevadas a cabo por la industria petrolífera estadounidense eran responsables de esta situación.

En el informe, "The Oil Industry, Gas Supply and Refinery Capacity: More Than Meets the Eye" (fichero PDF, 69 KB), Wyden detalla cómo se redujeron artificialmente los suministros y se cerraron refinerías para aumentar los margenes de beneficios.

Con la llegada de la administración Bush en 2000, se incluyeron recomendaciones en la National Energy Policy para ayudar a las compañías petrolíferas a aumentar la capacidad de refino, con medidas como la relajación de las medidas medioambientales. En 2003, se modificó la Clean Air Act para relajar los requerimientos de los dispositivos de control de polución en las refinerías. Este mismo año, Bush ha ofrecido los terrenos de bases militares cerradas para la construcción de nuevas refinerías.

Una muestra más de que a veces, la ortodoxia no es suficiente para obtener los beneficios deseados.