El diario Las Provincias publica la noticia "
Los precios de los abonos agrícolas suben hasta un 27% en un año por el encarecimiento del petróleo", donde se explica que comienza el abonado del campo español y los agricultores no salen de su asombro ante el espectacular incremento de los fertilizantes por la subida del precio del petróleo: Nitrato amónico cristalino 27%, Urea 26%, Sulfato amónico 8,3%, Nitrato potásico 12%, Fosfato monoamónico 7,7% y Sólidos 15-15-15 o 20-10-15-2 un 10%. Pero lo que no comenta la noticia es que el impacto de la subida no se detiene aquí, pues tanto la maquinación del campo, especialmente en secano, como los pesticidas dependen también del crudo. Así que es del todo previsible que se traslade la sorpresa del agricultor al consumidor final según se produzcan las recolecciones y lleguen las mercancias a los centros de distribución. Esperemos buenas cosechas, pues en caso contrario los precios podrían ser desorbitantes. Por otro lado, es fácil comprender con esta noticia que el impacto inflacionista del petróleo no se ha detenido todavía y que sigue su curso cronológico. De seguir el estrecho margen entre oferta y demanda es muy probable que se solapen a partir de septiembre el impacto directo en hidrocarburos por el aumento de demanda del tercer trimestre con el indirecto de los productos derivados, como los agrícolas.