La
Agencia Internacional de la Energía presentó ayer en Paris la última edición del
World Energy Outlook 2004, lanzando un mensaje menos optimista de lo habitual, ya que el titular de la
nota de prensa de la propia AIE ha sido que "
las actuales tendencias energéticas necesitan de políticas urgentes y decisivas" . El director ejecutivo de la AIE, Claude Mandil, realizó una rueda de prensa en la que afirmó que "
el mensaje central del World Energy Outlook es optimista. La tierra contiene recursos energéticos más que suficientes para asegurar la demanda durante muchas décadas. El petróleo mundial aún no se está acabando. Además, globalmente hay dinero más que suficiente para financiar la gran expansión en infraestructuras energéticas que se necesitarán". Sin embargo, después de las frases tranquilizadoras que los mercados histéricos necesitan, Mandil dejó claro que no todo es de color de rosa. Por un lado, los precios al alza del gas y el petróleo, la creciente vulnerabilidad del suministro energético y las crecientes emisiones de C02 que desestabilizan el clima son "
síntomas de una considerable enfermedad en el mundo de la energía". Por otro lado, Mandil aseguró que el análisis presentado en su informe indica claramente que "
conseguir un sistema energético auténticamente sostenible dependerá de avances tecnológicos que alteren radicalmente cómo producimos y usamos la energía."