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El cenit en El Confidencial

  • Miércoles, 20 Octubre 2004 @ 05:42 CEST
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Artículos Jesús Cacho, del diario online El Confidencial dedicó ayer su columna diaria "Con lupa " al cenit del petróleo:
La necesidad de tomar conciencia por lo que se nos puede venir encima en los próximos años obliga a un ejercicio de reflexión algo más serio que confiar todo a la esperanza de que los precios bajarán. Por eso, asombra la ausencia de debate generada por esta cuestión en nuestro país, a pesar de ser uno de los más expuestos a la energía del crudo. Como suele ocurrir cuando las prioridades se confunden... que se preocupen otros, que inventen otros.
Con el precio del crudo en 55 dólares, los expertos debaten sobre la cuenta atrás de las reservas. ¿qué hace España?

El precio del petróleo volvió a superar en la mañana de ayer la barrera de los 55 dólares barril. El posterior anuncio de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), reduciendo sus previsiones sobre la demanda para 2005, atemperó algo la fiebre hasta dejar el barril en Nueva York en los 54,70 dólares.

En esas estamos. Gente bastante más entendida que un servidor en la materia opina que el petróleo como fuente de energía barata se ha terminado, porque se agota. La fiesta ha terminado y, lo que es peor, no tenemos a medio plazo ninguna fuente alternativa que sea barata, descartada la quimera del hidrógeno como fuente de energía.

El mundo industrializado parece abocado a una crisis energética donde lo que falta por saber es el “cuándo”. Un “cuándo” que tiene que ver con el debate que desde hace tiempo viene ocupando a los expertos sobre cuánto crudo queda bajo la superficie del planeta y cómo gestionar la marcha atrás hasta el agotamiento de las reservas.

“Hemos estado disfrutando de la mayor fiesta que el mundo haya visto jamás: la gran fiesta del petróleo”, asegura Kjell Aleklett, presidente de la asociación para el estudio del cenit (en inglés peak o literalmente “pico”) del petróleo (ASPO), una red informal de científicos y expertos cuyo objetivo es concienciar al mundo de que “la fiesta se acabó”.

“Pocos de nosotros se han dado cuenta de que esto era una fiesta, y todavía menos de que está llegando a su cenit, a ese momento en que los tapones de champán saltan por doquier”, señala Aleklett. “Pero, tras la borrachera, debemos enfrentarnos al hecho de que la fiesta está llegando a su fin”.

La asociación de marras mantiene que el cenit a partir del cual la producción de petróleo comenzará a declinar está mucho más cerca de lo que la gente piensa, al punto de fijarlo en algún momento entre el 2008 y el 2010 para el petróleo y el 2013 para el gas.

Esos hitos, que marcarían el comienzo de una era de altos precios de la energía, son difíciles de establecer debido a la calidad y la disponibilidad de las cifras en las que se basan. Además, las reservas cambian. Dicho lo cual, las estimaciones para el cenit de la producción de petróleo varían desde fechas tan tempranas como el 2004 hasta tan tardías como el 2048, pero la fecha media del 2020, basada en unas reservas probadas de unos 1,05 billones de barriles, es la citada con mayor frecuencia.

Esto significaría que, en el mejor de los casos, la producción seguiría firme hasta 2050, hipótesis bajo la cual el petróleo se seguiría produciendo hasta el final de este siglo. Sin embargo, ASPO duda de las cifras proporcionadas por los países productores y estima que las reservas probadas se encuentran en los 878.000 millones de barriles.

Dada la enorme importancia de lo que está en juego, ASPO acusa a los gobiernos y a las compañías petrolíferas de esconder la verdad por motivos políticos y económicos no confesados. Independientemente del nivel de reservas mundiales, el problema de su disminución es real y está exacerbado por su concentración en un Oriente Medio políticamente volátil y por un crecimiento sostenido de la demanda.

La Agencia Internacional de la Energía (AIE) estima que el mercado de la energía podría crecer unas dos terceras partes hacia el 2030 y ha pedido que se hagan grandes inversiones para afrontar el reto. De hecho, las recientes subidas no han levantado mucho debate sobre cómo se consume el petróleo, aunque los políticos están preocupados por el impacto económico de los altos precios del petróleo. La necesidad de tomar conciencia por lo que se nos puede venir encima en los próximos años obliga a un ejercicio de reflexión algo más serio que confiar todo a la esperanza de que los precios bajarán. Por eso, asombra la ausencia de debate generada por esta cuestión en nuestro país, a pesar de ser uno de los más expuestos a la energía del crudo. Como suele ocurrir cuando las prioridades se confunden... que se preocupen otros, que inventen otros.