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Previsible alza en los tipos de interés si continúan subiendo los precios del petróleo

  • Viernes, 01 Octubre 2004 @ 06:25 CEST
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Artículos El artículo original tiene por título "The Price of Oil and Economic Growth" (El precio del petróleo y el crecimiento económico) y fue reportado por Energy Bulletin. El texto, que ofrecemos traducido a continuación comenta un artículo del experto Andrew McKillop, titulado "OECD report forecasts strong economic growth, low inflation":
Las previsiones económicas para el 2005 de los ministros de los diferentes países OCDE están siendo encabezadas por el ‘moderado optimismo’ del prestigioso Alan Greenspan. Es evidente para todos que este tipo de suposiciones sobre el ‘crecimiento nacional’ que hacen los expertos son pensadas para propagarse por los actuales medios de comunicación globalizados. Pero la coyuntura energética que se vislumbra durante el 4º trimestre del presente año no sólo no fundamenta este mediático y festivo optimismo sino que lo contradice. Los mismos ministros, a instancias de los periodistas, están reconociendo que las previsiones se han hecho sobre petróleo a 33$-37$ barril, y que si continúan los precios actuales se producirán necesarias ‘correcciones a la baja’. Pero, sin entrar en cómo podrían ser esas correcciones (algo que nadie pregunta y por lo tanto ningún ministro responde y mucho menos explica ‘motu proprio’ públicamente), queda pendiente informar a la opinión pública mundial con un estudio al mismo nivel sobre qué podría suponer, para los índices económicos OCDE, una horquilla prolongada de 60$-85$ barril durante los dos primeros trimestres del 2005. Un buen analista económico debe considerar cualquier posible escenario y aún éste no es de los peores. Además, tan especulativo es uno con precios a la baja como otro al alza, pues la verdad no reside en el cuestionable argumento de autoridad de un ministro, sino en lo que dictan los acontecimientos y corroboran los hechos. ¿No serán aquéllas bonitas previsiones como las delicadas églogas que cantaba Nerón al tañer de su lira? Intentando subsanar esta lamentable laguna y aún sufriendo con paciencia de nuevo en nuestras costillas el latiguillo insolente de los que nos llaman ‘pesimistas agoreros que fallan siempre’, por el bien de la comunidad traducimos y lanzamos como mensaje en una botella al mar océano este artículo del grupo PowerLess de Nueva Zelanda, un grupo de científicos y analistas cuyos principales objetivos son advertir al gobierno y al público de Nueva Zelanda sobre la inminente crisis energética.

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El revolucionario no puede considerar su revolución como un progreso hasta que no pasa a ser además un historiador.
Collinwood (1956)

El precio del petróleo y el crecimiento económico.

Un barril de petróleo a 50$.

Puede haber sido una sorpresa para muchos (particularmente para los analistas financieros) que el precio del petróleo no se haya detenido mágicamente en los $40 el barril. En cuanto lo hemos empujado por encima de la barrera de los 50 dólares los líderes financieros del G-7 parecen haberse dado cuenta que estaban pidiendo un imposible: que la OPEP rebajara el precio a $30 o menos. Ahí parece estar la clave, porque la OPEP no tiene capacidad sobrante para inundar el mercado con petróleo barato. Esos días desaparecieron para siempre.

Aún así, todavía no vemos en Nueva Zelanda, o por supuesto en cualquier otro país OCDE, que una sacudida de los precios del petróleo cause recesión. Bien al contrario, la Reserva Federal de EEUU ha aumentado recientemente los tipos de interés por tercera vez consecutiva dando a entender que aún queda más por venir. La expansión económica continúa a pesar del encarecimiento.

El G-6 ha soportado una subida del 40% en el precio del petróleo y aún así hace una previsión de crecimiento del 3.5%. Los países de la zona euro esperan crecer un 2%. Nuestro vecino Australia espera tiempos boyantes con un crecimiento del 3.7% durante el 2005 gracias el recorte en los impuestos y el aumento de las exportaciones.

Aunque Nueva Zelanda tiene un fuerte crecimiento, según el doctor Cullen se espera que descienda ligeramente al 2.3% durante marzo del 2005. Alan Bollard, gobernador del Reserve Bank aumentó 5 veces los tipos de interés este año empujando al dólar de Nueva Zelanda un 13% por encima del papel moneda americano. Hemos conseguido el aprecio de las mejores divisas de la escena mundial.

Una conclusión provisional que uno puede dibujar de estos datos es que el precio del petróleo sobre los $50 no afecta un ápice al crecimiento económico. Pero aunque inicialmente es así, posteriormente sucede justo lo contrario, tal como argumenta Andrew McKillop:

“Unos petróleo más caro incrementa el crecimiento económico mundial por el alza de los precios de los ‘recursos reales’, esto es lo que podríamos llamar ‘el efecto rentista’. Pero el impacto del crecimiento del precio del petróleo no se detiene ahí, porque el rápido incremento de los costes del comercio mundial adelanta rápidamente al crecimiento de la liquidez mundial por el encarecimiento de los ‘recursos reales’.”

Mc Killop argumenta, en contra de lo que dice la Agencia Internacional de la Energía, que los precios extremos del petróleo no siempre dañan a los países más pobres. Y lo hace citando los indicadores sociales y económicos de estos países durante las sacudidas petrolíferas de los años 75 y 84.

El barril a $100 y el ‘peak’

Justo después de la convulsión petrolífera de los años 70 se emplearon elevados tipos de interés para combatir los altos precios del petróleo, y como la demanda y el crecimiento decrecieron a nivel mundial incluida Nueva Zelanda, el crudo se abarató durante los 80 hasta caer en picado por debajo de los $20 el barril. Si continuamos viendo que continúa el crecimiento económico junto con unos precios cada vez más altos, y esto es precisamente a lo que parecen apuntar todos los indicadores en el momento presente, podemos prever dentro de los próximos años un petróleo cada vez más apretado por las restricciones del abastecimiento que empujará los precios por encima de los $100 el barril con un mínimo impacto económico.

En efecto, esto mismo se puede trasladar a los incrementos en torno al 50% y 75% que se han producido en los costes reales de los recursos desde al año 2000 y que sólo han reportado un pequeño impacto tanto en el crecimiento económico como en la continuidad de la demanda de petróleo. La historia nos recuerda que esta misma situación condujo a exorbitantes tipos de interés para poder curvar la inflación, los altos precios y la demanda después del shock de los 70, pues es mediante un largo periodo de recesión como se pueden reducir los ajustes micro económicos.

Si se terminan usando de nuevo esos elevados tipos de interés para controlar los altísimos precios del crudo, y por encima de los $100 el barril podemos estar casi seguros de que será así, el aterrizaje forzoso no incluirá esta vez una vuelta al petróleo barato durante un extenso periodo de tiempo, tal como sucedió en los años ochenta. Así que entraremos en una recesión de la que muy probablemente nunca nos podremos recuperar.

El precio del petróleo producirá críticos impactos sobre unos niveles de producción que coinciden con el ‘peak oil’. La Agencia Internacional de la Energía afirma que no espera ver el cenit antes del 2020. Pero la AIE ha infravalorado enormemente una demanda que se ha incrementado dos veces por encima de sus previsiones (entre 2.8% y 3.3%) además de rebajar mucho el declive de la producción que ronda actualmente los 1.5 mb al año.

McKillop y algunos otros más argumentan que el cenit absoluto de producción puede estar alrededor de los 90 mb/d (actualmente consumimos 82.5 mb/d aproximadamente). Teniendo en cuenta las actuales curvas de la demanda podemos esperar un ‘peak’ sobre el 2007 con precios que excedan sobradamente los $100 barril. Posteriormente el abastecimiento caerá en torno a un 3% - 3.5% durante algunos años para acelerarse después a niveles de desabastecimiento mucho más elevados. Los déficit estructurales de abastecimiento se harán rápidamente visibles después del 2007. Como Nueva Zelanda está al final de la mayoría de las cadenas de abastecimiento podemos esperar señales en breve.

Si lo que se pretende reportar son análisis realistas, se hace difícil continuar manteniendo escenarios donde se informe que “creceremos como hasta ahora lo hemos hecho”, pues a buen seguro tendremos puntas con precios extremos durante los próximos años. El cenit de producción del petróleo está totalmente proscrito por la AIE, la OCDE, la ONU y el propio gobierno de Nueva Zelanda. Y esto a pesar de estar sobradamente contrastado con el rápido declive de los campos del Reino Unido, EEUU y Noruega (los 3 mayores productores de la OCDE), donde se perdieron casi 1 millón de barriles al día de producción entre junio de 2003 y junio de 2004.

Si no se hace nada para preparar una transición hacia una economía energética sin petróleo para el 2007 es muy probable que veamos muchos aspectos de nuestra economía en un proceso de severa quiebra con tipos de interés de dos dígitos, una inflación descomunal, colapso de las ventas en el mercado inmobiliario, una alta tasa de quiebras comerciales, elevado desempleo, inestabilidad económica, política y social ... En resumidas cuentas, una recesión de la que nadie se podrá escapar.

Gráfica de la variación anual del precio de barril West Texas Intermediate