Contributed by: physis on Lunes, 11 Julio 2005 @ 17:15 CEST
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En consecuencia, en vez de tanta generosidad, el ministerio debería corregir esas tendencias en la distribución que sustraen al agricultor la posibilidad de trasladar sus incrementos anuales al consumidor final. Pero a este gobierno, nefasto negociador y peor gestor, sólo le queda la foto estilo 'Grupo Prisa' con sonrisa bobalicona, extendiendo un cheque delante de las cámaras que terminaremos pagando todos con nuestros impuestos, pues en España subirán en breve el de hidrocarburos.
Además, este generoso subsidio (0,6 céntimos por litro, que ya querrían recibir los transportistas) es pan hoy y hambre mañana, pues lo que no se comenta al agricultor es que estos parabienes sólo se podrán tener durante un par de años más si hay suerte. La línea a seguir es la que se trabaja hoy desde el ahorro energético, pero aplicándolo a la agricultura. Subvencionando el gasóleo, por ejemplo, sólo a aquéllos que demuestren que abonan un porcentaje 'x' de sus tierras con basura y desarrollan algunos cultívos sin abonos químicos ni pesticidas.
Pero aquí de nuevo el gobierno se encontraría con dos problemas. El primero, su escasa talla política, y el segundo los voraces intereses de las petroleras y la industria agroquímica. Es decir, la subvención debe dirigirse de modo que principalmente les beneficie a ellos: cronificando el consumo en unos niveles adecuados para mantener sus beneficios pero sin ahogar tampoco al agricultor. Trabajar en cualquier otra línea sería 'desafortunado' para las petroleras, qué duda cabe.
Pues entonces al agricultor, que le importa un pito el cenit y sólo entiende de números, le van a preparar una tumba profunda, muy profunda. Pues cuando se cierre el grifo de la cornucopia europea para España los que quieran cultivar deberán hacerlo a 'dentelladas secas y calientes', porque otros sinverguenzas se habrán llevado los pingües beneficios de las ayudas: los zorros que extienden la mano para recibirlas y los negros lobos que vienen con los fardos llenos de los euros que mantienen la vergonzosa agricultura española.