Versión corta de
Jay Hanson
(original
y versión completa en HTML o
PDF en inglés)
Traducido por Pedro Prieto
La economía moderna
no es más que “darwinismo social” (la política y no
la ciencia) como le reveló Dios por primera vez al fraile dominico Santo
Tomás de Aquino hace 750 años y después perfeccionaron
los Fisiócratas hace unos 230 años. Lamentablemente, a Dios no
le preocupaba tanto revelar las leyes de la Termodinámica a Santo Tomás,
como el “libre mercado”. Pero esto no debe resultar sorprendente,
si se considera que Dios también se olvidó mencionar que la Tierra
giraba alrededor del sol.
CUALQUIER error fundamental
de la teoría (económica) neoclásica debería ser
razón suficiente para rechazar las conclusiones a que esta teoría
da lugar. A continuación se muestran cinco errores fundamentales en la
teoría:
- Un “método”
fundamentalmente incorrecto: la economía usa la “correlación”
y el "post hoc, ergo propter hoc” o razonamiento posterior
al hecho, en lugar del “método científico”.
- Una visión fundamentalmente
opuesta del mundo: el economista observa el mundo como un subsistema de la
economía, en vez de hacer justo lo contrario. Dicho de otra forma,
los economistas han sido entrenados para creer que los recursos natura-les
provienen de los “mercados”, en vez de provenir de la Naturaleza.
La moraleja es que el “capital hecho por el hombre” puede sustituir
al “capital natural”. Pero la primera ley de la Termodinámica
nos dice que no hay “creación”, esto es, que el “capital
hecho por el hombre” sencillamente no existe. Es decir, que TODO el
capital es “capital natural” y que la economía es 100%
dependiente de la naturaleza para cualquier actividad.
- Una visión fundamentalmente
opuesta del “dinero”: El economista ve el “dinero”
simlemente como un medio de cambio, en vez de verlo como poder social (o “poder
político”). Pero incluso los observadores fortuitos pueden observar
que el dinero es poder social porque “da poder” para comprar y
hacer las cosas que desea al que lo posee, incluyendo la compra y manipulación
de otras personas: el carácter político. Si los empleadores
tienen libertad para pagar a los trabajadores menos “poder políti-co”,
entonces retendrán más poder político para ellos. El
dinero es, en suma, “coer-ción” y la “eficiencia
económica” se aprecia como un concepto político destinado
a conservar el poder social para aquellos que ya lo poseen; para hacer aún
más fuertes a los ya políticamente fuertes y más débiles
a los políticamente débiles.
- Una visión fundamentalmente
opuesta de su raison d’etre (razón de ser): el econo-mista ve
al “homo economicus” como un “optimizador de utilidad bayesiana”
, más que como un “homo sapiens” o un primate. Dicho de
otra forma, la economía y eco-nometría actuales son ERRÓNEAS
desde la base y los economistas lo saben. Toda la disciplina económica
se basa en una mentira y los economistas lo saben. Es más, si el comportamiento
humano no es el resultado de cálculos matemáticos (y no lo es)
entonces, por principio, los economistas NUNCA tendrán razón.
- Una visión fundamentalmente
opuesta del élan vital (impulso vital) económico: el economista
ve la actividad económica como una función infinita de la “creación
de dinero”, más que como una función de las “reservas
finitas” de energía y finitos “flujos de energía”.
De hecho, la economía es un 100% dependiente de la energía disponible;
siempre lo ha sido y siempre lo será. Se puede ver un extracto de la
situación actual de la energía en http://dieoff.com/synopsis.htm
El repentino (y sorprendente)
fin de la era de los combustibles fósiles dejará a todos sin sentido
y matará a miles de millones. Cuando se diga toda la verdad sobre el
gas y el petróleo (es una simple cuestión de tiempo), su vida
cambiará para siempre.
Imagine un mundo donde
gente aterida y hambrienta quema cualquier cosa que arda; todo, desde bosques
(liberando CO2, destruyendo el suelo vegetal y las especies) a res-tos de basura
(que liberan dioximas, PCB’s y metales pesados) y personas (mediante la
guerra nuclear, biológica, química y convencional) y usted habrá
visto el futuro.
Imagine un mundo completamente
destruido por una educación letal.