He decidido hacer un cambio (Edición 2) de este texto, en atención y por consideración a algunas críticas que entiendo, y he eliminado las referencias específicas a los jóvenes de Extinction Rebellion o de Fridays For future y similares movimientos ecologístas. Este mensaje no trata ( o por lo menos no pretendía) ser ni paternalista ni quiero poner presión sobre ellos para exigirles que sean ellos los que cambien el mundo que jodimos los que vinimos antes que ellos. Era y es un modesto intento del tipo de Neruda, una última canción desesperada para contar a los demás lo que he concluido, junto con todos los que menciono: que las modernas renovables son la trampa saducea última de la que todos deberíamos escapar, si queremos ir a un mundo más limpio y sin emisiones. Que son el último bastión en el que se esconden los extractivistas depredadores, asegurándonos que podremos seguir como estamos sin notables esfuerzos humanos de reducción de actividades no absolutamente esenciales y de un mucho menor consumo.
Pido disculpas a los jóvenes e XR, FFF y similares que se hayan podido sentir dañados, y solo les pido eso, a ellos y a todos los demás, jóvenes y mayores: que hagan bien las cuentas, y si llegan a la conclusión de que las modernas renovables son una ficción que existe porque existen las energías fósiles y que sin las fósiles no habría ni un MW de modernas energías renovables, que tengan a bien cambiar sus pancartas y logos y objetivos programáticos y que coloquen los de la preparación racional para el aterrizaje forzoso que les espera, esto es, un decrecimiento duro y doloroso. Lo siento. Ello, en vez de seguir perpetuando en los carteles y programas la ilusión de que esas energías van a permitir seguir haciendo que existan ciudades como Glasgow, Madrid, Nueva York o Londres y mundos insostenibles como estos, pero en verde.
Por favor, echad las cuentas. Empoderarse, que es lo que entiendo se pretende, es precisamente eso: no fiarse a ciegas de lo que digo yo o Antonio Turiel o Antonio Aretxabala, pero tampoco de lo que diga Mark Jacobson o Jeremy Rifkin, cuando las conclusiones pueden salir de vuestros propios cuadernos con los datos públicos disponibles y utilizando las matemáticas de secundaria que habéis aprobado. Comparar textos y datos. Están todos disponibles. Y volved a echar las cuentas. No os dejéis impresionar porque se oiga que un metaestudio dice que cien estudios científicos revisados por pares creen que se puede y eso os deja mucho más tranquilos y felices, que diez estudios que dicen que no se puede y que os deja seguramente mas consternados. Será lo que digan vuestros números, si los echais bien. Y ayudará a actuar en consecuencia, si uno no se hace trampas al solitario.
A partir de aquí, el texto anterior con ligeras modificaciones para respetar y aceptar las críticas recibidas.
Saludos.
Recibo esto de unos colegas
https://www.mining.com/cop26-will-be-a-colossal-mining-cop-out/
Este artículo en la web del negocio minero. Suelta, haciendo referencia a unas pocas páginas escondidas en el ultimo informe de la Agencia Internacioal de la Energía (AIE), que hay un colosal escurrimiento del bulto en la cuestión minera exigible para llevar a cabo las ilusiones renovables de tantos. Y lo hace justo a las puertas de la Conference Of Parties (COP) número 26, que se están abriendo oara tratar sobre el Cambio Climático y las acciones requeridas para mitigarlo.
Hemos tenido recientemente un debate entre estos colegas sobre si era bueno ir con dureza a sacudir conciencias en este asunto o si deberíamos entrar con tácticas blandas o semiblandas para no asustar tanto a la gente. Lo de ir poco a poco. Es un debate muy habitual.
Y hemos debatido la oportunidad de que alguien relevante pudiese lanzar este mensaje duro y clarificador (a mi juicio) en la sesión plenaria de entrada de la COP, en caso de tener ese privilegiado micrófono al alcance.
Me temo que al final nadie se va a atrever a soltar el bofetón de que esperar las renovables para salir de esta, es como esperar a Godot, con cara de emérito, cuando pregunta el 23F, según las crónicas oficiales, si había llegado ya a Zarzuela el escurridizo “elefante blanco” de Armada, para que le contase de qué iba aquella película y alguno de los ayudantes le dio aquella famosa frase de "ni está ni se le espera". No espero yo tampoco, para qué engañarnos, discursos duros y realistas en toda la COP26, aunque lo parezcan.
Lo más probable es que salgan discursos moderados y falsamente esperanzadores, agitando banderas solares fotovoltaicas y eólicas, otra vez más como solución, pensando que soltar ahora una bomba sobre las ilusiones renovables desmoralizaría mucho y que incluso los jóvenes manifestantes del exterior, podrían hasta linchar al que la soltase, por supuesto acusándolo de fosilista y aliado de los poderes ocultos y hasta quintacolumnista trabajando a los dictados de la AIE.
Así que me he tomado la libertad y el desahogo de enviar esta nota, por lo que pueda servir, que será poco o nada: