Actualización 17:20h, 18/03/11: Japón ha actualizado por fin el nivel del accidente en Fukushima del nivel 4 al nivel 5, mientras siguen los trabajos para refrigerar los reactores y las piscinas de almacenamiento y para dotar de electricidad al complejo.
Las labores de restauración de la energía eléctrica en la central se ven obstaculizadas por los altos niveles de radiación, que impiden que los trabajadores completen sus tareas. Según Los Ángeles Times, algunos ingenieros creen que las bombas de refrigeración quedaron dañadas irremediablemente por las explosiones de hidrógeno o por la corrosión causada por el agua marina vertida y que por lo tanto, la vuelta de la electricidad en la planta tendría un efecto limitado. Dependiendo de la situación, la prioridad en las tareas de refrigeración varía, y hoy el peligro máximo se cree que está en el reactor nº4, donde se teme por la integridad de las barras de combustible gastado. Según el mismo diario angelino, fotografías tomadas por helicópteros y por aviones no tripulados estadounidenses habrían mostrado que la piscina del reactor nº4 estaría agrietada en su parte inferior, lo que haría prácticamente inútil los esfuerzos por rellenarla.
A continuación, un resumen actualizado del estado de los reactores, según Kyodo News:
- Reactor nº1: en parada desde el terremoto, fallo de refrigeración, fusión parcial del núcleo, vapor purgado, edificio dañado (techo volado) por explosión de hidrógeno el sábado 12 de marzo, se bombea agua marina. El 70% de las barras de combustible se encuentran dañadas.
- Reactor nº2: en parada desde el terremoto, fallo de refrigeración, bombeando agua marina, barras de combustible totalmente expuestas durante un tiempo, vapor purgado, edificio del reactor dañado el lunes 14 por explosión en el reactor nº3, daños en la cámara de supresión de presión conectada a la vasija del reactor el martes 15,
se teme potencial fusión parcial del núcleo, se temen daños en la estructura de contención. El 33% de las barras de combustible se encuentran dañadas.
- Reactor nº3: en parada desde el terremoto, fallo de refrigeración, se teme fusión parcial del núcleo, purga de vapor, bombeando agua marina, edificio del reactor dañado el lunes 14 por explosión de hidrógeno, altos niveles de radiación cercanos medidos el martes 15, humo detectado el miércoles 16 y que se presume provenga de la piscina de almacenamiento de combustible gastado, daños en la vasija contenedora poco probables. A diferencia del resto, el combustible utilizado en este reactor es MOX, más peligroso y dañino. Lanzada agua desde helicóptero el jueves 17 y desde tierra también el viernes 18.
- Reactor nº4: parado por mantenimiento en el momento del terremoto, incendio el martes posiblemente causado por explosión de hidrógeno en la piscina donde se guarda el combustible gastado, subida anormal de temperatura en piscina de combustible gastado (84º el lunes 14) aunque no se ha observado el nivel del agua, incendio detectado el miércoles en el edificio del reactor, se teme que el nivel del agua esté bajando, nuevos temores de reacción nuclear en cadena, solo queda el encofrado del techo del reactor.
- Reactores nº5 y nº6: parados por mantenimiento en el momento del terremoto, temperaturas subiendo ligeramente en las piscinas de almacenamiento del combustible gastado (64º el jueves 17), se detecta que el nivel de agua ha bajado.
- Piscinas de almacenamiento de combustible gastado de todos los reactores: se han perdido las funciones de refrigeración, no se puede observar el nivel de temperatura en los reactores 1, 2, 3 y 4. No hay peligro inmediato en el nivel del agua.
Actualización 09:00h, 18/03/11: Por fin llegan buenas noticias de Japón, que es tanto como decir que parece que de momento la situación se ha estabilizado y los desesperados esfuerzos por refrigerar los reactores de Fukushima Daiichi están dando sus primeros tímidos frutos. El motivo de esta mejora parece ser el uso de camiones bomba que lanzan agua a los reactores, consiguiendo llenar y enfriar las piscinas de almacenamiento del combustible gastado. Asímismo se está ultimando la reconexión de algunos circuitos eléctricos a través de un cable que llegará hasta la central.
No obstante, sigue la incertidumbre, ya que los datos que los propios técnicos barajan son limitados. En declaraciones a Kyodo News, un portavoz de la agencia nuclear japonesa afirmó que "no podemos decir que las operaciones han fracasado porque los niveles de radiación no hayan bajado de manera abrupta. Tendríamos que poder monitorizar directamente la condición de las piscinas para saber lo que está pasando".
Este desastre, cuyo inicio cumple hoy una semana, se ha ido desarrollando casi en cámara lenta y es posible, si las cosas van bien, que continue evolucionando poco a poco, según el presidente del regulador nuclear estadounidense, Gregory Jaczko, "se necesitarán semanas para enfriar los reactores de Fukushima". La situación ha sido tan dramática durante esta última semana que incluso una aparente estabilización de la situación no debería convertirse en un optimismo infudado, según un funcionario estadounidense que no ha querido identificarse al The New York Times, "lo que están viendo son esfuerzos desesperados, probarlo todo con la esperanza de que algo funcione. Ahora mismo es más una oración que un plan".
Los estadounidenses han estado haciendo sus propias mediciones de radiación en la central, y afirman que el nivel de radiación en las inmediaciones de la central es "dañino" pero que más allá de los 30 km de Fukushima Daiichi no se detectan altos niveles de radiación. La intervención de los EE.UU. en este punto, incluyendo la toma de fotografías con un avión espía no tripulado, parece tener la intención de poner en orden lo que consideran una actuación demasiado lenta y que ha subestimado el peligro del accidente, según informa el NYT. Las fotografías y las mediciones directas de radiación por parte estadounidense irían encaminadas a tener datos suficientes como para poder realizar una evaluación independiente, que no dependa de la información suministrada por TEPCO o por el gobierno japonés.
Actualización 15:30h, 17/03/11: Los esfuerzos por contener el calentamiento de los reactores y las piscinas de almacenamiento del combustible gastado siguen en Fukushima Daiichi, con el reactor nº3 como máxima prioridad debido al tipo de combustible almacenado en sus piscinas (MOX). El camión antidisturbios de la policia ha fallado en su intento de dirigir su cañón de agua hacia los reactores, pero ha sido sustituido por camiones del ejército y finalmente por diversos helicópteros que han conseguido lanzar toneladas de agua en las piscinas del reactor n 3. Como resultado de estas acciones, los niveles de radiación han aumentado temporalmente, llegando a los 4.000 microsievert por hora.
El ejército estadounidense utilizará un avión espía no tripulado para tomar imágenes de los reactores para ayudar así a los técnicos a comprender mejor el estado de los diferentes reactores.
Actualización 20:17h, 16/03/11: Cinco días después del terremoto sigue la crisis en Fukushima, dónde la máxima preocupación parece ser ahora detener el calentamiento de las piscinas de almacenamiento de combustible gastado en los reactores 3 y 4. Tras fracasar el intento de lanzar agua desde helicópteros, hace poco ha llegado un camión antidisturbios con un cañón de agua que lo intentará en cuanto puedan despejar la carretera que da acceso a los reactores.
Se sigue monitorizando la radiación emitida durante las purgas, fugas y explosiones que se han producido en los diferentes reactores, ofreciéndose niveles muy diversos dependiendo del momento y el lugar donde han sido tomadas. En la ciudad de Fukushima se han detectado pequeñas cantidades de sustancias radioactivas, yodo-131 y cesio-137 en el agua del grifo, aunque horas después ya no se detectaron más trazas. En Namie, en la prefectura de Fukushima, el martes se detectaron niveles 6.600 veces superiores a lo normal. En esta zona el gobierno ha aconsejado a los habitantes no salir de los edificios.
Actualización 16/03/11, 13:45: Lamentablemente parece que nos dirigimos al peor de los escenarios, en el cual se produciría una fusión de los nucleos, que aunque no produjese una explosión, elevaría de manera muy peligrosa los niveles de radiación emitidos. El contenedor del reactor nº3 se presume muy dañado, mientras que los niveles de agua en la piscina de almacenaje del reactor nº4 son desconocidos y la temperatura sigue subiendo. Intentos de refrigerar las piscinas y los reactores a través de un helicóptero son descartados a causa de los niveles de radiación, y se baraja ahora hacerlo mediante cañones de agua de la policia. Sin duda, esto muestra el nivel de desesperación de las autoridades japonesas.
Actualización 15/03/11, 22:00h: de entre los muchos artículos que se están escribiendo sobre el desastre nuclear, destacamos este publicado hoy en The New York Times, "Reactor Design in Japan Has Long Been Questioned", acerca de las preocupaciones que ya en 1972 suscitaba el diseño del reactor utilizado en la central de Fukushima Daiichi:
En 1972, Stephen H. Hanauer, entonces un oficial de seguridad de la Comisión de Energía Atómica, recomendó en una nota que el tipo de "supresión de presión", sistema que se utiliza en las plantas Mark 1 de General Electric presentaban inaceptables riesgos en materia de seguridad y que debería ser abandonada. Entre sus preocupaciones estaban que el diseño contención pequeña era más susceptible a la explosión y la ruptura por una acumulación de hidrógeno, una situación que se puede haber desarrollado en la planta de Fukushima Daiichi.
"¿Cuáles son las ventajas de seguridad de la supresión de la presión, aparte del ahorro de costes?" Preguntaba el Sr. Hanauer en el memo de 1972. (Las funciones de reglamentación de la Comisión de Energía Atómica se trasladaron posteriormente a la Comisión de Regulación Nuclear.)
La respuesta por escrito llegó más tarde ese mismo año de Joseph Hendrie, quien más tarde sería presidente del N. R. C. Él llamó a la idea de una prohibición de este tipo de sistemas "atractiva" porque los sistemas de contención alternativa tienen "la notable ventaja de la simplicidad bruta en el manejo de una purga primaria".
Sin embargo, añadió que la tecnología ha sido tan ampliamente aceptada por la industria y por las autoridades reguladoras que "una retirada de esta sagrada política, especialmente en este momento, bien podría ser el fin de la energía nuclear".