Actualización 31/03/11, 9:15h: El OIEA afirma que la radiación encontrada en Iitate, 40 km al noroeste de Fukushima, "excede los criterios operacionales para la evacuación". Dicho en otras palabras, el radio de evacuación en torno a Fukushima debería ser ampliado. De momento, Japón afirma estar "estudiándolo". La contaminación encontrada corresponde a cesio-137, en unos niveles de 3,7 megabequereles por metro cuadrado (MBq/m2). La Union of Concerned Scientists recuerda que en la zona de exclusión establecida en Chernobyl se estableció un criterio de 1,48 MBq/m2 y que "ahora está muy claro que las autoridades japonesas fueron negligentes al restringir la zona de evacuación a solo 20 km de la central".
Actualización 30/03/11, 12:50h: Las nuevas lecturas de radiación en el agua de mar cercana a la central nuclear de Fukushima Daiichi revelan que la situación está lejos de estar controlada. La agencia de seguridad nuclear japonesa reveló que los niveles de yodo-131 en el mar son 3.555 veces mayores que el límite legal permitido, según lecturas efectuadas a 275 metros al sur de la central. En su actualización de ayer, el OIEA afirma que “la situación en la central sigue siendo muy grave”. La lucha se centra en seguir refrigerando los reactores pero al mismo tiempo evitar que el agua utilizada para esto, una vez adquiere altos niveles de radioactividad, no escape al exterior.
El diario The Guardian cita a Richard Lahey, que fue jefe de investigación en seguridad de los reactores de agua en ebullición en General Electric cuando se instalaron los reactores de Fukushima, afirmando que los técnicos en Fukushima Daiichi “parecen haber perdido la batalla” para salvar el núcleo del reactor nº2. Lahey afirma que “parte del núcleo fundido, incluyendo las barras de combustible fundidas y el recubrimiento de zirconio, parecen haberse hundido a través del acero, y se encontraría ahora en la base de la contención”. Si este fuese el caso, la masa fundida podría reaccionar con la base de cemento de la contención, lanzando gases radioactivos. Dado que se sospecha que el mismo edificio de contención está dañado, este podría ser el origen del agua altamente radioactiva que se está detectando en el exterior.
Según informa Kyodo News, el gobierno japonés se está planteando nacionalizar TEPCO y se estudia un plan para cubrir los reactores con fundas textiles especiales para contener las emisiones radioactivas, al mismo tiempo que se construyen fosas donde acumular el agua radioactiva, y construir así una suerte de circuito cerrado que evite nuevas fugas al exterior. También se estudia situar barcos capaces de transportar líquidos frente a la central para almacenar el agua radioactiva.
Respecto a las partículas de plutonio encontradas en diferentes lugares del exterior de las plantas nucleares, el OIEA afirma que las concentraciones de plutonio-238, plutonio-239 y plutonio-240 son similares a las que se esperaría encontrar como residuo de las pruebas con armas nucleares, pero que al menos en dos de las muestras se hallaron cantidades que podrían provenir de los reactores de Fukushima.
Las últimas noticias que llegan desde Japón hablan de que TEPCO da por perdidas las unidades 1, 2, 3, y 4 (algo que resulta tan obvio que obliga a preguntarse sobre las habilidades comunicativas de esta compañía eléctrica japonesa), mientras que el portavoz del gobierno japonés ha respondido afirmando que deberían ser los seis reactores los que quedasen desmantelados después de esta crisis. Y todo ello en medio de otra polémica por las malas condiciones de trabajo que están sufriendo los trabajadores de TEPCO, que según han relatado solo comen dos veces al día raciones de emergencia y duermen en los pasillos de la central sobre láminas de plomo para evitar la radiación.