
El pasado día 7, Ed Crooks y Javier Blas, redactores del Financial Times en Londres y encargados del blog energético del mismo medio,
Energy Filter,
entrevistaron a Fatih Birol, economista jefe de la Agencia Internacional de la Energía.
Birol no se muerde la lengua:Si juntamos estas dos cosas, la seguridad a corto plazo, la seguridad a medio plazo de nuestros mercados del petróleo, más el cambio climático, consecuencia de nuestro uso energético, mi mensaje es que, si no hacemos algo muy rápido, y de manera valiente, las ruedas pueden salirse. Las ruedas de nuestro sistema energético pueden salirse. Ese es el mensaje que queremos dar. Si todos esos proyectos ven la luz del día sin retrasos, sumarán una capacidad de 25 millones de barriles diarios. Así que 37,5 millones por un lado, es lo que se necesita, y lo que esperamos son 25 millones de barriles, y eso en caso de que no haya problemas ni retrasos y todo sea puntual, lo cual es bastante raro. Así que tenemos una brecha de 12,5 millones de barriles diarios. Esta brecha emergerá dentro de los próximos siete años.
Hemos pronosticado cuatro millones de barriles diarios menos para 2030.La principal razón, y es muy importante resaltarlo, es que a diferencia de los países de la OPEP, creemos que existen algunos problemas geológicos en las áreas no OPEP. Esto no es un asunto de inversión, no es un asunto político, sino que tiene que ver más con la geología, a causa del gran declive en los países no OPEP.
Como ya se ha podido seguir durante estos días en Crisis Energética, la publicación del World Energy Outlook 2007 esta semana, junto a los altos precios del petróleo, han puesto, aunque de manera momentánea y tímida, la cuestión del petróleo y la energía en los titulares.
La situación, según el organismo que vela por la seguridad energética del mundo industrializado, es dramática, y cada vez se escuchan más voces, incluso desde la tradicionalmente optimista industria energética, apuntando a serias dificultades a corto y medio plazo en nuestro sistema energético.
El presidente de la petrolera francesa Total, Christophe de Margerie, afirmó que veía imposible que el mundo produjese 116 mbd en 2030, como sigue afirmando la AIE, pese a la contradicción que implican sus propios pronósticos a medio plazo. De hecho, Margerie incluso dudaba de que se pudiesen alcanzar los 100mbd, para decir después que "no es mi opinión, es la opinión de la industria, o la opinión de aquellos que hablan de manera clara y honesta, no de los que solo intentan agradar".
El presidente de Conoco Phillips, James Mulva, explicó en una conferencia financiera en Nueva York que dudaba de que los productores fuesen capaces de satisfacer la demanda futura. Aunque no ofreció pronósticos para el precio del petróleo, dijo que "la demanda aumentaría, pero se vería frenada por el suministro". Mulva, como Margerie, dijo que "no creo que vayamos a ver el suministro por encima de los 100mbd, y la razón es esta: ¿de donde va a salir?
Por su parte, Tony Harward, el nuevo presidente de BP, una compañía que junto a ExxonMobil siempre se ha mostrado reacia a reconocer límites a la producción de petróleo, afirmó que "se ha recuperado la mitad del petróleo mundial", aunque dio a entender que una mayor recuperación sería la más importante fuente de petróleo en el futuro. Un pequeño pero importante paso para la compañía inglesa. Las declaraciones de ambos presidentes las recoge CNN en la noticia "Big Oil CEOs Point To Constraints On Supply Growth".
Es evidente que algo está cambiando en el "conventional wisdom" de la industria energética, y paralelamente también en la Agencia Internacional de la Energía. Las últimas declaraciones de Fatih Birol así lo demuestran. He traducido la transcripción de la entrevista a Birol, una larga entrevista en la que el economista se muestra insistente en sus recomendaciones: hay que actuar ya, y hacerlo de manera decidida y valiente, si dejamos al mercado actuar solo, nuestro sistema energético puede irse al traste.