Crisis Energética Foros

Cuando leo que hay que comprar tierras en un lugar perdido de montaña con agua para riego para escapar de la crisis energética me preguntó si quién lo propone realmente conoce la vida en el mundo rural o tiene la idea romántica de la mayoría de los urbanitas que cada fin de semana coge su todoterreno y se va "al campo" a comer y cree que se vive mejor en el campo sin haber trabajado nunca la tierra, mientras mira embobado al paisano que lleva a su mula de las riendas cargada de hierba o de leña.

Al grano, que me pierdo en disquisiciones estériles. La pregunta es la siguiente:

¿Desde dónde escribes, desde el campo o la ciudad?

Para poder responder que escribes desde el campo has debido pasar toda tu infancia y adolescencia en un pueblo, un pueblo preferentemente alejado de una gran urbe, cuya principal actividad económica sea la agricultura y la ganadería.

Bueno, hecha la pregunta, voy a respondérmela.
Yo, hasta los 18 años, he vivido en un pueblo a más de 40 Km de la costa de unos 2.000 habitantes (ahora tiene menos), en plena Alpujarra, capital de comarca, por lo tanto con todos los servicios básicos de sanidad, educación, bancos, administración, etc., dedicado a la agricultura para la exportación, hasta que el producto exportado dejó de ser rentable, desde entonces los jóvenes hemos ido abandonado el pueblo y los mayores viven de los subsidios y pensiones. A los 18 me fui a estudiar ingeniería a una ciudad con un área metropolitana de 1 millón de habitantes a orillas del Guadalquivir. Y desde los 25 hasta ahora, que voy a cumplir 30, vivo de lunes a viernes en otra ciudad a orillas del Mediterráneo entre un mar de plástico, en la que trabajo y los fines de semana vuelvo al pueblo.

El objetivo de esta encuesta es comprobar si nuestro origen condiciona la actitud que tenemos ante la crisis energética, si la de huir hacia el campo lo más rápido que podamos porque esto se hunde o la de aferrarse a un clavo ardiendo (renovables, biodiesel, inventos del TBO) para que el tinglado no se venga abajo y podamos disfrutar para siempre de la comodidad de nuestra vida presente.

PD: Mientras las consecuencias del cénit no generen inestabilidades no voy a hacer nada, voy a vivir mi vida como si no supiera nada y cuando las cosas se pongan realmente feas, si aún sigo vivo, cultivaré las tierras de mi padre, que cuenta con agua no bombeada, y a lo mejor intento recuperar la industria de la seda a la que dicen se dedicaban los moriscos que habitaron estas tierras antes de que Felipe II decidiera expulsarlos porque se negaron a seguir pagando tributos, pero esta es otra historia.

---

¿Quién dijo miedo?

Interesante pregunta, especialmente las condiciones que se proponen para poder responder una cosa u otra:



Lo importante, no obstante, es el propósito de la encuesta, saber si los que se plantean "un retorno al campo"



Como digo, me parece una encuesta interesante, aunque sugeriría no circunscribirla solamente a las condiciones que se dan. Uno puede haber nacido en una gran ciudad como Barcelona, pero haberse criado en un barrio en el que el contacto entre vecinos sea más intenso y en el que haya habido mucha vida a pie de calle, con comercios y oficios variados a un paso (colmados, lecherías, panaderías, carpinteros, herreros, zapateros, sastres, tintoreros, etc). Eso es muy diferente, por ejemplo, de vivir en una gran ciudad, en uno de esos barrios de nueva creación, donde todos esos oficios son invisibles para la gente, ya que simplemente acude a grandes superficies donde la envoltura de plástico es algo más que una protección, es la expresión de la distancia, física, pero también de otros tipos, que separa el consumo de la producción.

Haber nacido, como digo, en uno de esos barrios antiguos, da otra perspectiva de las cosas, especialmente porque también han cambiado mucho, y muchas de las tiendas y oficios originales han dejado paso a la economía discreccional (vamos, todo lo que no es básico, como las tiendas de diseño y de ropa y accesorios de lujo, o los restaurantes de idem).

Si además uno ha tenido la suerte de pasar fines de semana y largas temporadas en el campo, y tener familiares que se han dedicado a vivir de este, la perspectiva puede cambiar aún más. Y de hecho podrá comparar, y habrá tenido la experiencia de volverse del huerto con un cubo de tomates aún calientes del sol, y comerlos, y recordar su sabor la próxima vez que consuma un tomate de esos que se compran en la ciudad.

La familia, como he dicho, influye mucho. Muchos emigrantes, especialmente los de la primera oleada (hablo, por ejemplo, de los andaluces que a principios de los cincuenta empezaron a venir a Catalunya), compartían una obsesión al llegar a su nuevo hogar: tener un huerto. Hoy en día aún se pueden ver algunos huertos "alegales" en los márgenes de los ríos o junto a las autopistas, sin contar con los "terrenos" que muchos adquirieron en cuanto sus medios económicos se lo permitieron, y que a diferencia de lo que sucede hoy, no se convirtieron en segundas residencias de piscina y césped, sino en productivos y entretenidos huertos donde se celebraban reuniones familiares y se pasaba el rato.

Personalmente, vivo en el campo, pero actualmente para mi, ese campo es solo un paisaje privilegiado y la ausencia de ruidos y demasiado ajetreo. Es un campo dedicado casi en exclusiva el monocultivo de vid, y aún así le hemos de agradecer que sea la principal causa de la baja densidad de la comarca donde resido (Alt Penedès). Desconozco con detalle el índice de sostenibilidad de la zona donde vivo, pero la mayoría consumimos nuestros alimentos no de los alrededores, sino los que traen al supermercado más cercano.

Conozco con cierto detalle lo que significa vivir y trabajar en el campo, pero aún así mi exposición ha sido poca (trabajar en una masía de unos familiares todos los veranos durante mi adolescencia, ayudando en las tareas agrícolas y en el corral), y con el tiempo que ha pasado, casi diría que debería empezar de cero. Lo que sí sé es que no es fácil ni bucólico, aunque desde luego, si las cosas fuesen diferentes, ese duro trabajo podría significar una cierta garantía de independencia, algo que, depende de tus valores, es una auténtica fortuna.

Vivir en el campo y trabajar como un urbanita es hoy por hoy, un lujo, y que además suele salir caro (si tienes que transportarte para trabajar cada día a la gran ciudad, por ejemplo).

Yo escribo desde el campo. anteriormente vivia en la ciudad. Ahora me mudaré proximamente a una zona todavia mas remota y despoblada. La verdad es que yo conozco poco la agricultura tradicional. Recuerdo a mis abuelos, tenian su casa rodeada de cultivos, varios animales y eran realmente autosuficientes. El "coche de la casa" era una mula en la cual me montaban cuando yo era pequeño. Recuerdo el maiz secandose al sol en la azotea de la casa y como mis abuelos preparaban un conejo o una gallina en las ocasiones especiales. Mi abuelo me llevaba con Él para despellejar el conejo a un huerto de frutales donde yo le ayudaba a mi corta edad, y mis manos agarraban la carne aún caliente del animal mientras forcejeabamos para quitarle la piel. Me impresionaba el olor y la textura del animal caliente sin piel pero no me producia ningun rechazo. Ahora vamos a comprar carne plastificada, inodora y aseptica que se vende en estanterias, y lo que me sorprende es el nivel de crueldad vacia, de alienacion, de absurda comodidad que obliga a empaquetar la carne en envoltorios multicolores, brillantes e higienicos como cuando se compra uno un Mp3 o un teléfono movil.
Mi abuelo vivia exclusivamente de lo que le daba la tierra. Jamás fue otra cosa que agricultor y con ello crió a 6 hijos. La casa que construyó estaba rodeada de acequias y aljibes, un estanque de agua y caminitos de piedra que el colocó con sus manos mientras que mi abuela los adornaba con flores y plantas en los bordes.
La vida rutinaria de mis abuelos era mas exigente fisicamente, pero mis abuela murió de muerte natural a los 78 y mi abuelo murió a los 85. Curiosamente, la única enfermedad que afectó a mi abuelo era el Alzheimer, que le impedia recordar incluso quienes eran sus hijos en sus ultimos años, pero por lo demás yo diria que sus vidas fueron afortunadas.
Cuando me quedaba los veranos en su casa, se respiraba una sensación de auténtica libertad, de auténtica plenitud que no he vuelto a percibir desde entonces en ningún otro lugar.
Creo que los mayores avances de la humanidad en estos dos siglos de civilización " moderna" no van a ser los microprocesadores, ni las comunicaciones globales, no van a ser los ingenios nucleares, la nanotecnología ni las modificaciones genéticas. Lo único que tiene garantías de sobrevivir de aqui a dos o tres siglos son modelos de vida capaces de repartir bienestar equitativamente entre los individuos al tiempo que respetar un equilibrio natural capaz de legar un entorno "vivible" a sus hijos y un sistema de organización social "soportable" como propone la permacultura y otros proyectos similares.
En el campo, las mayores dificultades son las impuestas por la propia naturaleza, sus ritmos, sus bonanzas y sus años de vacas flacas. En las ciudades, en cambio; las dificultades principales siempre tendrán como origen los modelos de organización humana, los politiqueos, corrupciones, represión y acaparamiento. Por cruel y despiadada que pueda ser la naturaleza; nada se le compara a la capacidad del hombre de ser un lobo para el hombre.
Supongo que las posibilidades de exito y supervivencia de un individuo o colectivo urbanícola en tiempos de tribulaciones, son inversamente proporcionales a sus escrúpulos y limitaciones éticas.

---

¿Que harás cuando al sistema se le acaben las zanahorias?

Hola,

yo he vivido mi infancia en un pueblo de 2000 habitantes en el valle del Rodano en Francia, donde se producen principalmente vino y frutas (albaricoques, melocotones, y cerezas hasta hace 10 años), para vender a los turistas que pasan durante todo el verano, y también para las ciudades.
Mis padres tienen un gran jardin, con cantidad de arboles (frutales o no) y una parte de huerto, del cual yo cultivaba una parte en mi infancia. Ese huerto siempre ha servido como complemento para nuestra alimentacion, pero nunca para producir la totalidad de lo necesario. En la casa se recupera el agua para el jardin, y desde algunos años hay una bomba electrica que extrae agua de un pozo que nunca se seca, por el rio Rodano que esta cerca.

A partir de los 15 años, he vivido en la ciudad, pero regresando casi cada semana a mi pueblo. Después estudié durante 2 años en Montréal, Canada, donde extrañaba mucho al campo. El curso de economia (liberal) que tuve me permitio descubrir los asuntos energeticos de los que se trata aqui. Mi profesor repetia tanto que "querer el decrecimiento es una tonteria", que he buscado mas informaciones :-D Asi descubri a crisisenergetica.org.

Después encontré a mi "media naranja" por Internet y fui 3 veces a Peru (total 3 meses). Fue la ocasion de descubrir como es "el tercer mundo", en la capital y al campo.
La ciudad esta muy contaminada, sobrepoblada, la gente trabaja demasiado para ganar su sopa y no tiene ni tiempo para pensar. La influencia de EEUU y España se ve mucho, con el Coca Cola y sus variantes (mas faciles de encontrar que el agua), las empresas privadas que se enriquecen con la pobreza de la gente (prestamos con tasa de interes muy alta), alto precio de los servicios (agua, electricidad, gas de Repsol, y peor con el teléfono, Internet y el cable de la TV). La gente vive pobre, pero con television, dandole la prioridad sobre los estudios (privados) y las otras comodidades.
Del campo, solo conozco una pequeña region serrana (3200msnm), relativamente preservada de la "modernidad" hasta ahora, pero que va desertificandose. Carece mucho de servicios del estado, principalmente al nivel educativo, y la gente no tiene perspectivas de futuro, ni ambicion para mejorar su ambiente.
Viven con sus vacas, borregas y cabras, y sus cultivos de maiz, tuberculos variados, sin fertilizantes quimicos. No tienen maquinas, apenas tienen viejas herramientas para ayudar a sus brazos. Carecen de educacion, servicios de salud, etc..., pero parece que viven mas tranquilos que en las ciudades.
Pero su manera de vivir no es sostenible.
Cortan leña, pero no plantan arboles. Los animales, que estan libres, comen todas las plantas, ninguna puede crecer alto, y cada año tienen una sequia terrible. Después en el invierno tienen diluvios. Y como hay muchos cambios de altura y que no hay vegetacion, la tierra se va, destruyendo campos, casas y rutas.
Reciben productos de la 'sociedad moderna', por el camion que viene 2 veces a la semana, pero no saben qué hacer con la basura. Dejan en el piso las latas metalicas, o de plastico, las baterias, y a veces los animales se lo comen. O a veces queman todo.
Cuando esta gente quiere estudiar, tiene que irse a la capital, y buscarse primero un trabajo correcto. Después tendran que pagar para estudiar en un instituto privado (porque la gran mayoria no puede pasar la seleccion para las universidades publicas). Y muy a menudo, estos institutos no permiten acceder a los empleos.

Después de todo eso he regresado a Francia, vivo en una casa sin huerto, pero a 3 km del de mis padres, y estoy cerca de la estacion de tren. Cada dia viajo 80km para ir a la universidad.
Este año he empezado a sembrar plantas, y espero cosechar algo.

Esto es mi adaptacion a la crisis energetica. Considero el huerto como una seguridad para sufrir menos de la inflacion. Pero la idea de vivir totalmente del campo no se puede poner en practica antes de tener una crisis muy grave: de la misma manera que en el Peru, si uno vive solo de su propia produccion agricola, y que produce solo para comer, no tiene nada para pagar estudios, impuestos, hospital. O sino habria que vivir en una sociedad totalmente solidaria, en la cual la educacion se haria por intercambios entre la gente, cada uno dedicando un poco de su tiempo a enseñar lo que sabe.

Es dificil imaginar si el futuro de un pais es solidaridad, o guerra (Sarkozy?). Por eso, si sé que me gustaria vivir del campo, al campo, no sé exactamente en qué pais...
Y espero que alguién desarrolle los dirigibles, para poder viajar. (A proposito, fabricar y mantener un dirigible lleno de helio, y con un poco de combustible, cuanto cuesta energeticamente? Mas, o menos que un avion ?)

Me interesaria leer las respuestas de los otros a esta encuesta...
Saludos.

db

Vivo en Gijón,alrededor de 300000 habitantes.

Por la experiencia de mis padres sé que la hambruna que sucedió a la guerra civil,fue mucho peor en las ciudades.En el campo siempre podrás desarrollar una economía de subsistencia.

Este mismo caso se dio hace pocos años.Al derrumbarse la URSS y la posterior introducción del capitalismo salvaje,sin vaselina,muchos rusos fueron tirando gracias a sus pequeñas dachas.

Cuando llegue el punto álgido de la crisis energética,la vida en el campo será dura pero en las ciudades será un infierno.

_________________________________________________________

Todos dicen "ya inventarán algo"

Vivo en el campo, o vivia, ya que han edificado hasta el último rincon de campo que había, siempre que puedo si me marcho al campo de verdad, a decenas de Km del núcleo habitado más próximo, a vivir con sólo 100Wh al dia eléctricos (alguna bombilla eólica...), a dormir en invierno a temperaturas de 4ºC dentro de la habitación, a cultivar un huerto de unos 250m2 de forma totalmente manual, a cortar leña a mano con tronzón y hacha...

Y la verdad me veo antes viviendo así que delante de una vitrocerámica.

Saludos