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La vida se encarece: suben la gasolina y los tipos de interés.

El coste de la vida está desde ayer más alto. El encarecimiento del petróleo y sus efectos sobre la inflación, así como la debilidad del euro frente al dólar, son las causas que decidieron ayer al Banco Central Europeo (BCE) a subir un cuarto de puntos los tipos de interés, hasta situarlos en 3,5%.

La autoridad monetaria quiere garantizar así un crecimiento económico continuado y duradero. Mientras tanto, las principales petroleras en España subieron ayer la gasolina una peseta. Los carburantes cuestan ahora seis pesetas (3,6 céntimos) más que hace un mes.

La gasolina sube otra peseta a diez días de la reunión de la OPEP

“Las petroleras dicen que venden el combustible bajo margen”


Las gasolinas y el gasóleo se encarecieron ayer una peseta más. Las empresas del sector justifican este incremento en la incesante subida del petróleo y de sus derivados y en la caída del valor del euro frente del dólar. Además, tanto Repsol como CEPSA, empresas que controlan el 80% de la distribución, aseguran que venden el producto bajo margen, por lo que durante este año están perdiendo dinero cada vez el preciado combustible sale del surtidor.

Repsol calcula que desde enero (2000) ha sufrido un quebranto 20.000 millones (120 millones de euros).


Tras la subida de ayer, Repsol vende la gasolina sin plomo 95 a un máximo de 132,9 pesetas (80 céntimos) por litro, el gasóleo a 112,9 pesetas (68,4 céntimos), la súper a 139,9 pesetas (84 céntimos) y la sin plomo 98 a 144,9 (87 céntimos).

Cepsa ofrece sus productos con un precio máximo de la sin plomo 95 a 133,9 pesetas (80,4 céntimos) por litro, el gasóleo a 113,9 pesetas (68 céntimos), la súper a 140,9 pesetas (84,6 céntimos) y la sin plomo 98 a 145,9 (87,7 céntimos).

El de ayer fue el sexto incremento desde febrero y puede no ser el último, a tenor de la negativa evolución del mercado de las gasolinas. Repsol, que no descarta incrementos en los próximos días, aseguró ayer que la petrolera necesitaría subir el preció entre 5 y 7 pesetas (3 y 4,2 céntimos) “para equilibrar los márgenes”.

Esto no significa, según un portavoz de la empresa “que estudie un encarecimiento semejante”. Pero sí da una pista de por dónde van a ir los tiros por lo menos hasta el 27, día en el que la OPEP decidirá si produce o no más petróleo.

Según fuentes del sector, si como apuntan los países productores se aumentan los cupos de extracción, los precios se rebajarán “ligeramente”. Eso sí, está descartado que se vuelve a las 115 pesetas (69 céntimos) por litro de súper que cobraban antes de que comenzara la escalada de precios.

Las petroleras, que durante el pasado ejercicio siguieron la “sugerencia” del Gobierno de controlara los precios, están pasando facturas en el 2000.

Ayer Josep Piqué, ministro de Industria en funciones, respaldó los encarecimientos y dijo que son “lógicos” e “inevitables” cuando el petróleo continúa en máximos históricos.

Además, insistió en que si el mercado no se hubiera liberalizado ahora la gasolina súper (el 95 creo) llegaría a las 140 pesetas (84 céntimos) por litro.

Las petroleras añaden a esta argumentación que si hubieran trasladado todas las subidas los combustibles costarían 25 pesetas (15 céntimos) más.

Los precios de los carburantes no bajarán en España hasta pasado el próximo verano. Y la bajada puede ser escasa, pese el aumento del 7% de la producción de petróleo acordada por la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) ha provocado ya un ligero descenso del precio del barril de crudo. Así lo creen el ministro de Industria y portavoz del Gobierno en funciones, Josep Piqué, y la patronal de estaciones de servicio. El vicepresidente de esta patronal, Alejandro Moratilla, cree que a medio plazo los combustibles pueden bajar cinco pesetas.

Piqué se mostró escéptico sobre el alcance de la bajada del precio del petróleo al afirmar que la decisión de la OPEP de aumentar su producción “es un pequeño respiro que lleva a pensar que los precios de los carburantes no van a seguir subiendo.” “Hace apenas 15 días estábamos por encima de los 30 dólares y ahora estamos por debajo de los 25. Por ahí se puede situar las cosas”, dijo el ministro. Según Piqué, si se cumplen las previsiones de los analistas, que aseguran que se terminará el año en torno a los 22 dólares por barril, “la gasolina puede bajar un poquito, particularmente después del verano.”

De esa forma, se reducirían las tensiones inflacionistas que origina el alza del crudo, lo que permitiría a España acercarse al objetivo de aumento de precios, fijado en el 2% para este año (2000).

La Asociación de Operadores Petrolíferos (AOP), que agrupa a las compañías que suministran a las gasolineras en España, considera que el aumento de producción acordado por la OPEP es “insuficiente” para hacer bajar las cotizaciones internacionales de los carburantes.

El secretario general de la AOP, Aurelio Ayala, considera “un gesto” la decisión de la OPEP. “Como el acuerdo de la OPEP es insuficiente desde el punto de vista de la cantidad de crudo están demandando los mercados, los expertos y el ministro [por el titular de Industria, Josep Piqué] consideran que, efectivamente, esto no va a afectar a corto plazo a las cotizaciones internacionales”. Ayala dijo que el aumento de producción de 1,7 millones de barriles de petróleo aprobado por la OPEP se aleja de los 2,5 millones de barriles necesarios.

Para Ayala, el aumento de la producción decidido por la OPEP supone “un gesto de buena voluntad” de los países productoras, pero no resolverá los problemas causados por la subida de precios. Ayala recordó, ante ello, que la OPEP volverá a reunirse en junio para abordar nuevas medidas. “Va a haber un seguimiento más cerca de los mercados”, indicó. “Eso es posible porque, en definitiva, es un reconocimiento de la OPEP de que nos encontramos en una fase de expansión de la demanda de productos energéticos y que hay que atenderla más de cerca,” señalo el secretario de la AOP.

Las gasolineras se apresuraron a afirmar que no aplicarán reducciones de precios de los carburantes. El vicepresidente de la Asociación de Propietarios de Gasolineras, Alejandro Moratilla, afirmó que los precios de las gasolinas se mantendrán igual hasta septiembre. Moratilla explicó que la gasolina que se vende ahora en las estaciones de servicios españolas fue comprada hace entre 30 y 60 días, cuando el precio de crudo estaba en su máximo histórico, rozando los 30 dólares. Por ello, el aumento de la producción no va a dar lugar a una reducción de los precios inmediata.

El dirigente de la asociación de gasolineras indicó que a más largo plazo puede producirse una reducción de hasta cinco pesetas por litros, pero se notará gradualmente.

La escalada del precio del petróleo ha colocado los precios de las gasolinas en máximos históricos. La gasolina súper ha subido 10 pesetas (6 céntimos) en lo que va de año y cuesta ya 141,9 pesetas (85 céntimos) por litro como máximo. La sin plomo, de mayor consumo que la súper, se ha encarecido ocho pesetas (4,8 céntimos) y el litro vale 132,9 (80 céntimos) y el gasóleo, que es el que más consumo tiene de todos los carburantes, se ha encarecido hasta 112,9 pesetas (67,9 céntimos) por litro. Las operadoras han manifestado que, con el sistema de precios máximos que suprimió en octubre de 1998, los precios serían todavía más altos.

Al hilo de los acontecimientos, el presidente de la Asociación Española de Compañías Aéreas (AECA), Felipe Navío, también se mostró escéptico sobre los efectos “prácticos” que tendrá el aumento de la producción de 1,7 millones de barriles diarios.

Navío subrayó que, aunque todavía es pronto para conocer los efectos de la decisión de la OPEP, se prevé, en todo caso, “una minoración en el incremento de costes que ya se ha sufrido.”

Para Navío, “ojalá, pudiéramos volver a los niveles de precios del año pasado.” El representante de las compañías aéreas agregó que “todavía es prematura y habrá que ver qué alcance tiene, pero es previsible que produzca un efecto real poco importante sobre los costes de las aerolíneas, las tarifas y por lo tanto, el precio del paquete turístico.”

Fuentes de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA), que agrupa a las compañías aéreas, no se pronunciaron sobre la posibilidad de una bajada del precio de los billetes. Explicaron que “deberán ser las propias compañías las que decidan reducir las tarifas o continuar ofreciendo sus servicios al mismo precio.”

Sin plomo 95: 4.450 millones de litros

Sin plomo 98: 1.118 millones de litros

Súper 97: 5.476 millones de litros

Gasóleo: 16.196 millones de litros

La súper y la sin plomo se elevaron ayer dos pesetas y se prevén fuertes alzas a corto plazo

Las gasolinas suben por quinta vez en sólo 14 días y socavan el objetivo de inflación.

El precio de los carburantes sigue disparado, lo que amenaza el objetivo de inflación del Gobierno. Las petroleras españolas elevaron ayer el precio de las gasolinas por quinta vez desde 4 de mayo y, además, anunciaron que continuarán haciéndolo en los próximos días si no cambia la tendencia en los mercados internacionales y la apreciación del dólar.

La gasolina sin plomo ya cuesta 137,9 pesetas (82,9 centimos) por litro, la súper 147,9 pesetas (88,9 centimos) y el gasóleo, 113,9 pesetas (68,5 centimos). Desde enero, el gasóleo (el carburante de mayor consumo) ha subido seis pesetas (3,6 centimos); la sin plomo, 13 (7,8 centimos), y la súper, 18 pesetas (10,8 centimos).

Los precios de los carburantes experimentaron una bajada a principios de abril, después de que la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) aprobara un aumento de 1,7 millones de barriles diarios de la producción de petróleo. Ése fue el único momento de calma en el año. Tanto la apreciación del dólar frente al euro como repunte del precio del crudo echaron por tierra ese momentáneo alivio para el consumidor de carburantes.

Las tres petroleras con mayor cuota en el mercado español, Repsol (45%), Cepsa (25%) y BP (10%) coincidieron ayer (como en todas las veces anteriores) en elevar los precios de sus carburantes y pese a ello, fuentes del sector sostienen que los precios españoles aún están unas seis pesetas (3,6 centimos) por dbajo de los precios internacionales de las gasolinas y que ni siquiera se ha trasladado todo el depreciación del euro a estos precios locales.

Los precios de las gasolinas han aumentado 14 veces en lo que va de año.

El precio actual de la gasolina sin plomo es un 6,1% más alto que en enero y el gasóleo, un 5,5%. Este carburante no aumentaba de precio desde el 7 de marzo pasado. El único que se movió ayer fue la gasolina sin plomo de 98 octanos, de mínima consumo, que cuesta 151,9 pesetas (91,3 centimos).

El precio del crudo, tras caer a principios de abril por debajo los 25 dólares, ya acumula cinco jornadas consecutivas con una cotización superior de los 28 dólares. Ni los analistas españoles ni los intermediarios del mercado de Londrés prevén un decenso de la cotización del crudo a corto plazo y menos aún a un mes de la próxima reunión de la OPEP en Viena. El mercado espera que el cartel petrolero vuelva a aumentar su producción pero éste rechaza, de momento, esa posibilidad.

La evolución al alza del precio internacional de las gasolinas es además más rápida que el ritmo de aumento de los precios en España. En el último mes, el precio de la gasolina sin plomo en el puerto de Rotterdam subió 11 pesetas (6,6 centimos), mientras el del gasóleo lo hizo unas cuatro pesetas (2,4 centimos) en el mismo periodo. En España, el coste de esos carburantes subió la mitad.

Pese a todas las explicaciones, los organizaciones de consumidores insisten en que falta competitividad en el sector y planean movilizaciones de protesta.

Las fuentes del sector también señalan otros dos factores que impulsarán al alza los precios de los carburantes.

Uno es el aumento del consumo de la gasolina en el verano y otro es el escaso nivel de inventarios de gasolinas de que disponen las compañías petroleras.

Todo ello aumenta la preocupación del Gobierno español, así como de otros Ejecutivos de países industrializados, por el aumento de la inflación.

Según los analistas, el precio de las gasolinas podría sumar entre una y una décima y media al Índice de Precios de Consumo (IPC) de mayo que, con toda probabilidad, será peor al de abril, y podría situarse por encima del 3%. Esto pone en peligro el objetivo del 2% para el año en España.

En el verano, los consumidores demandan más gasolina y ese aumento, por principio económico, supone menos oferta a mayor precio. Este factor estacional es fuerte en Europa pero lo es aún más en Estados Unidos.

Se prevé que los estadounidenses, animados por la propia fortaleza económica del país, se lancen este verano a las carreteras en un mayor número que años anteriores. EEUU tendrá que importar mucha gasolina para satisfacer esa demanda, movimiento que además de hacer subir el precio provocará una escasez del producto.

El gobierno estadounidense ya ha empezado a presionar a la OPEP para que suministre más petróleo a partir de julio.

Pero el problema no es sólo que las petroleras no tengan suficiente crudo que refinar, sino que no cuentan con reservas para hacer frente al creciente consumo de gasolina.

A mediados de febrero, el presidente de Exxon Mobil, Lee Raymond, declaró en Londres que las petroleras, tras la crisis de 1998, habían comenzado a refinar sólo la cantidad de crudo que podría vender de inmediato, suprimiendo así los costes de almacenamiento.

Fuentes del sector español niegan esa política se prattique, de hecho, mantienen de su bosillo los inventarios estratégicos del país, según las fuentes.