Enviado en: 24/12/2006 15:47
Por: sergio
Ayer participé, junto a miles de manifestantes, en una bulliciosa marcha por el centro de Valencia. El reclamo del derecho a la vivienda convocó a una destacada movilización. Los “muchachos” iban al frente de la marcha, pero todo transcurrió sin dificultades.
Cuando se tienen algunos años involucrado en estas cosas, se aprende a observar no tanto el colectivo, cuyo numero, claro está, siempre es sumamente importante, sino, además, la conducta del ciudadano a quién sorprende la manifestación en la vereda, en la puerta de su casa, en la parada del autobús, de compras, paseo, etc.…
Diría, sin temor a equivocarme, que la enorme mayoría de los rostros denotaban una clara identificación con los manifestantes. ¡Me parece sumamente estimulante!. Una de las mejores consignas, a mi juicio, que se entonaron: “ ¡El Hijo del poli, tampoco tiene piso!”
¡Que extraordinaria verdad! ¿No lo creen?
Fraternos saludos y muy feliz navidad a todos y a todas. Sergio.