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Comments for El Titanic del Siglo XXI

El Titanic del Siglo XXI | 32 comentarios | Crea una cuenta nueva

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El Titanic del Siglo XXI

Escrito por: PPP sobre Lunes, 27 Septiembre 2004 @ 13:30 CEST

Dlluis escribió (mis comentarios entre líneas y en negrita):

Me parece una iniciativa penosa por mucho que ya estemos acostumbrados a quien pretende usar su estatus de funcionario, no para la educación, sino para el adoctrinamiento.

Lo penoso es que alguien crea que la educación que hoy reciben los millones de alumnos que tienen el privilegio de poseer escuela o universidad (hay centenares de millones que no lo tiene) se lleva a cabo desde la perspectiva de la educación en estado puro y que, por tanto, el supuesto”adoctrinamiento” es perfectamente “extraíble” del proceso educativo en general. Y en general, los que piden eso, es porque lo que les está doliendo es que su “enseñanza” (por ellos enseñan, no adoctrinan, claro), se vea puesta en cuestión. Toda educación lleva una buena dosis de “adoctrinamiento”. Cuando habla del estatus de “funcionario” creo entrever una clásica perspectiva: la enseñanza pública como adoctrinadora. Sepa usted que la enseñanza privada, que en muchos países alcanza grados muy superiores, en volumen de alumnos, confiere a los enseñantes privados, que no tienen el estatus de funcionario, las mismas, o quizá mayores posibilidades de “adoctrinar”, más que enseñar a sus alumnos. Los colegios y universidades públicas, al menos en España, podrán tener muchos defectos, pero tienen un mayor grado de fiscalización de la enseñanza (precisamente por su carácter público) que los privados, donde la respuesta a cualquier tipo de adoctrinamiento termina, indudablemente, en un “si no le gusta la línea de este colegio se puede marchar”. Empezamos mal.

En primer lugar, bajo el manto protector de la retórica "crítica" al uso se parte de una aseveración que se da por demostrada "la crisis energética que se nos avecina". Se ha aportado aquí y en el debate amplio en la sociedad sobre el tema que hay razones para pensar que la crisis no está garantizada, por los yacimientos sin explotar, que dan un plazo muy largo a las reservas, y por los previsibles adelantos científicos en el tema de la energía (por ejemplo la de fusión). Hay asimismo razonamientos indirectos sobre la debilidad de la posición de los que dan por hecha la crisis, como pueda ser los cientos de agoreros que han sido refutados en el pasado reciente o muy reciente (sus argumentos y su tono dogmático son similares, con apelación a las "repercusiones" en la sociedad ignorando sistemáticamente las repercusiones en el mercado).

La denominada “retórica” crítica, es un manto con el que se visten muchos, no sólo los que promueven, civilizada y abiertamente, la posibilidad de una crisis a la llegada al cenit del consumo de un cierto combustible fósil. Si algunos han aportado algunas razones (que a muchos no nos importaría que nos repitiesen aquí, en este foro abierto, para comprobar lo infinitos que son), para pensar que quedan muchos yacimientos sin explotar, otros las hemos aportado diciendo que no son tantos, e insistiendo en que aunque lo fueran, en cualquier caso, son finitos y chocan con una “retórica” (esa sí que es buena) del crecimiento económico infinito, en un mundo FINITO según la ciencia, no según la retórica. Los mundos infinitos, con infinitos recursos sí que son dogmáticos. Y el sempiterno recurso al “mercado” también habla de religiones muy fundamentalistas y se escapa de la razón, que si existe, debe empezar por buscarse en las ciencias físicas, como las matemáticas, la física y la química, o la geografía y la geología, antes que en las sociales, como la economía o la no menos esotérica “dirección de empresas”, por sólo poner dos ejemplos. Si volvemos a los agoreros del pasado, volvemos a argumentos que sí que son retóricos. Los griegos eran unos “agoreros”, al decir de la iglesia de la Edad Media, por medir la sombra de un palo en Alejandría y en otro punto distante y concluir que la tierra era esférica. Hubo otros “agoreros”, como Copérnico y como Galileo, que tuvo que ponerse el capirote, por decir que la tierra era la que giraba alrededor del sol y no al revés. Decir que los que se han equivocado en el pasado, por decir que los recursos son limitados, implican irrevocablemente como agoreros a los que en el presente siguen insistiendo en que los recursos son limitados, es lo que es un ejercicio dogmático.

Me parece extraordinariamente grave que se planteen como demostradas desde la posición privilegiada del profesor afirmaciones dudosas o muy dudosas. Me parece peor el tono de "tomar consciencia" (sic) del problema que apunta directamente a la sospecha de que se pretende ganar adeptos para alguna causa. Si el problema fuera tan claro no se necesitaria tomar conciencia de nada absolutamente, bastaría la exposición sencilla y clara. Pero como se carece de esa explicación se apelan a imponderables y al consabido voluntarismo. Por ejemplo, yo no necesito apelar a la consciencia de nadie para explicar la teoría de la evolución, me basta presentar con claridad los conceptos claros de la selección natural para refutar a cualquier creacionista. Son siempre los creacionistas los que pretenden la apelación a algo diferente a los puros argumentos. Otro ejemplo, no necesito más que los hechos y las teorías científicas para refutar la astrología o cualquier pseudomedicina. Son los astrólogos o pseudocientíficos los que necesitan de la "consciencia" para sostener su asertos.

Aquí nadie plantea como demostrado nada. Se exponen ideas y se contrastan, generalmente con las teorías dominantes que inundan el mundo con papeles de color sepia. Bastante tenemos con esas inundaciones espantosas de la cultura dominante, como para encima tener que aguantar que aquí somos dogmáticos. Crisis Energética sólo plantea que los recursos energéticos fósiles del planeta Tierra, con 40.000 Km de circunferencia y 6.369 Km de radio son limitados y que es más que probable que, dadas las reservas probadas ofrecidas por British Petroleum, entre otros muchos nunca acusados de agoreros, o de Shell, tampoco acusada de “agorera” ni de “retórica”, aunque haya sido pillada in fraganti, inflando un 20% sus reservas, y la forma en que los pozos se agotan nos indica que podemos llegar pronto al cenit mundial de la producción de petróleo. No dogmatizamos. Señalamos y permitimos que la gente vea informaciones de otro tipo en otros lugares. Admitimos las distintas visiones de un cenit inmediato, próximo o incluso lejano. No admitimos, por faltar a la razón, a la ciencia y al sentido común, que aquí no hay límites y que nunca va a pasar nada o que “ya inventarán algo”, porque eso si es esoterismo. Los únicos que pueden dogmatizar son los colegios y universidades privadas, que no se someten a arbitrios públicos. ¿Cómo se puede decir que no hay que crear “conciencia” de que el mundo físico es finito, en un mundo social en le que los ministros de economía, que nadie tilda de “cornucopianos” o portadores del cuerno de la abundancia, siguen pensando en crecer un 3% anual (acumulativo) de forma infinita? ¿Por qué tenemos que ser tildados de “retóricos” o de “agoreros”, por plantear que el crecimiento económico infinito tiene que tener límites en un mundo finito? Algunos vemos que Madrid capital tenía un 1% de su suelo urbano hace apenas 50 años y que hoy tiene ceca del 10% del suelo ya urbano ¿No tenemos derecho a preguntarnos y a preguntar a la gente, cuál será el límite de ese crecimiento en la ahora Comunidad de Madrid, por ejemplo, sin ser llamados “agoreros” o sin ser llamados “retóricos”? Los que creen que la “consciencia” es un don divino que posee la gente y que la gente no puede estar ALIENADA, son los que probablemente se encuentren más cerca de la alienación

He insistido en la frase, aparentemente inocua, de la "consciencia" porque demuestra la pretensión elitista de una verdad que requiere de una especie de estado especial de la mente para ser comprendida y esto no ocurre con cualquier otra rama del conocimiento. No me parece democrático ni propio del proyecto de formar buenos ciudadanos la pretensión de que hay verdades que requieren de otra cosa que los hechos y las buenas exposiciones. Y volvemos al principio, se dan por sentadas verdades que son, cuando menos, dudosísimas.

Los hechos y las buenas exposiciones es lo que aquí pretendemos plantear y proponer. Cuando aquí se comenta un artículo de un periódico, con un millón de ejemplares de tirada sobre energía, se coloca el artículo entero, para poderlo comentar. Luego existe una versión y existe la otra. O se cita la dirección de Internet, para que el lector posea las dos informaciones. Eso no lo hace ni el periódico de un millón de ejemplares de tirada, ni la televisión de 5 millones de telespectadores. Las verdades nunca son absolutas y si queremos que haya ciudadanos bien formados, lo primero que habría que hacer, es pedir que se dejen de anunciar en la televisión miles de productos, durante millones de horas a millones de televidentes pasivos, incitando, con la constancia de una gota china, en que consumamos coches y más coches, colonias y más colonias (pregunta: si no influyesen las mentes, ¿pagarían por los anuncios las burradas de dinero que pagan?) y en este caso sí, apelar al “libre albedrío” del espectador pasivo y luego, por otra parte, arremeter con virulencia contra una pretensión de un profesor de debatir los asuntos de una posible crisis energética de los combustibles fósiles con sus alumnos.

No al adoctrinamiento en el instituto y la escuela,

De acuerdo. Si ello fuese posible, no al adoctrinamiento en el instituto, en la escuela, en la universidad, en las públicas y sobre todo en las privadas. No al adoctrinamiento en los periódicos, en las televisiones, en Internet, en las vallas publicitarias. No al adoctrinamiento en los cursos de verano de prestigio. No al adoctrinamiento de las becas específicas. No al adoctrinamiento de las fundaciones. No al adoctrinamiento que los partidos políticos imponen a los ciudadanos. No al adoctrinamiento en la empresa, ni en el ejército (si es posible, no al ejército). No al adoctrinamiento en la familia. En la iglesia no se puede pedir esto, porque ellos sí imparten doctrina, pero entonces pidamos que no a las subvenciones estatales y públicas al adoctrinamiento particular de las distintas iglesias. No al adoctrinamiento en general. Si a la educación.

Saludos

El Titanic del Siglo XXI

Escrito por: dlluis sobre Martes, 28 Septiembre 2004 @ 03:41 CEST

<blockquote>Aquí nadie plantea como demostrado nada. </blockquote>

En realidad sí. Leemos al profesor explicando su iniciativa:

\"...y que versará sobre el problema de la crisis energética que se nos aproxima...\"

Lo lamento, yo puedo discutir sobre hechos ciertos, no tengo tiempo para discutir lo evidente ahogado en palabras.

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