Seré esclavo de mis palabras. ¿Quien impera en el imperio?

No tengo ninguna simpatía por ninguno de los dos candidatos a la presidencia de los EEUU

Es muy preocupante ver a un sujeto como Trump y muchos de sus importantes seguidores, soltar barbaridades y lugares comunes. Produce una sensación nauseabunda y entristece ver cómo los ciudadanos de EEUU son a veces tan crédulos sobre a quien votar (en realidad, los que todavía votan, que no son tantos) y cómo el resultado de esa elección que no cambiará la esencia del sistema, salga quien salga, también mantiene entretenidos y preocupados a los ciudadanos de toda Europa y de buena parte del resto del mundo.

Pero por otra parte, resulta también bastante nauseabundo ver como la mayor parte de los grandes medios (en inglés Main Stream Media o MSM) se desviven en este último tramo de la campaña electoral por jalear a los igualmente oscuros personajes del lado del partido llamado Demócrata, como antes en senil Biden y ahora la desmadejada Harris.

De todas formas, creo que centrarnos en los dos candidatos estadounidenses pueden hacernos perder la perspectiva de quien gobierna realmente en ese país que se dice es el imperio de buena parte del siglo XX y del XXI.

Es una cita tradicional de los adoradores del sistema electoral occidental (“al democracia es el peor sistema de gobierno, a excepción de todos los demás”, decía Churchill, un genocida y clasista con buena prensa, que lo decía porque controlaba el sistema) decir aquello de que en democracia “un hombre es un voto” (hoy habría que decir una persona es un voto, al haber eliminado el genérico masculino para referirse a todas las personas).

Y esa descripción, tan imperfecta, ha quedado validada, cuando estamos viendo el frenesí bipartidista estadounidense por trincar dólares para sujetar las respectivas campañas. Basta ver el placer inmenso de los MSM pro-demócratas de EEUU, cuando informan que la nueva candidata a la presidencia, Harris consiguió atesorar 300 millones de dólares al poco de nombrarse como candidata.

Y a eso vamos. Hoy, la democracia tan querida que conocemos, esa que es la peor excepto todos los demás sistemas de gobierno, resulta ser mucho más “un dólar, un voto” que otra cosa.

Y si eso es así, lo importante para no andarse por las ramas y no perderse en el camino es seguir la máxima muy empleada en EEUU, llamada “follow the money”, es decir, si quieres saber en un sistema movido por los que controlan el capital (y por tanto dirigen los destinos de un mundo capitalista) debes seguir las trazas de los que controlan los flujos económicos y financieros.

En el caso de la presidencia de EEUU., alguna vez he pedido se analice, por ejemplo, el tiempo electoral que dedican ambos candidatos (aquí no hay distinciones de programa) a la minoría judía estadounidense, que es un 2,4% de la población de aquel país (unos 7,5 millones de estadounidenses de los que 5,8 millones son adultos) o a enjabonar a la American Israel Public Affaris Committe, conocida como AIPAC, el mayor lobby judio en EEUU) y el tiempo electoral que dedican ambos candidatos a las minorías negra (unos 50 millones de estadounidenses o el 13,6% de la población) o a la minoría hispana (unos 64 millones de estadounidenses o un 19,1% del total.

Si fuese un hombre (una persona) un voto, las minorías negra e hispana sumadas, deberían exigir un 33% del tiempo electoral de los candidatos y la minoría judía apenas el 2%. Unas 16 veces más atención a negros e hispanos que a judíos estadounidenses.

Si es al revés, deberían todos empezar a preguntarse qué atractivo tiene esa comunidad judía estadounidense para que la atención sea absolutamente inversa a la que los candidatos (ambos) prestan a determinados segmentos de sus ciudadanos

Ofreceré un par de claves recientes:

1. El genocida Netanyahu, se presentó no hace mucho ante el Congreso de EE.UU.(en realidad viaja a EEUU cuando le viene en gana, imponiendo su agenda incluso al presidente de EEUU), cuando la Corte Internacional de Justicia incluso se atrevió a pedir su rendimiento de cuentas por genocidio y le fue extendida la alfombra roja y dado el estrado para que en un pleno, este sujeto criminal diese un discurso de 40 minutos ante congresistas estadounidenses (demócratas y republicanos, todos por igual). En esos 40 minutos, el genocida desencadenó y fue interrumpido por encendidos aplausos en 39 ocasiones, de ellas, 23 salvas de aplausos con los congresistas puestos de pie, por un Congreso cuya unanimidad y fervor hubiese querido para sí el dictador norcoreano Kim Jong Un en sus discursos

Aquí el vídeo de aquella representación infame, que explica perfectamente quien dirige Estados Unidos. Los golpes de Netanyahu con el puño o con la palma de la mano en el estrado del Congreso del Imperio son muy reveladores.

Sugiero comparar esa aberrante ceremonia del aplauso con estos 7 minutos de corte la excelente película de Charles Chaplin, el Gran Dictador, en la que Hynkel (la parodia de Hitler) hace un discurso similar. Interesa sobremanera centrarse en el pasaje en como el gran dictador arranca los enfervorizados aplausos de sus peleles y sobre todo, como controla hasta sus súbitas interrupciones a una señal de su mano, para poder seguir dando el discurso. Es que son clavaditos.

2. A finales de septiembre, el genocida Netanyahu vuelve a visitar EEUU y además, a dar un discurso en la ONU, sin que el Secretario General de la ONU, Antonio Guterres, se niegue sabiendo lo que la Corte Penal Internacional opina de él.

Pero lo curioso es que después de vomitar su propaganda sionista, resulta que desde algún despacho anónimo, pero todavía dentro de EEUU, ordena el asesinato del líder de Hezbollah, Hasán Nasralá y toda su cúpula dirigente, dejando en evidencia que este elemento hace lo que le da la gana en Estados Unidos. Hay fotos de tan heroica decisión.

Solo cabe preguntarnos ¿quien dirige realmente Estados Unidos y por qué medios? Desde luego, no son ni Biden antes ni Harris ahora, ni Trump ni antes ni después, porque si algo tienen en común todos ellos es su grado de servidumbre al poder del sionismo.

Las recientes provocaciones de Israel intensificando el genocidio palestino en Gaza y en menor medida en Cisjordania, ahora el el Líbano y también en Siria, y los asesinatos llamados “selectivos” de los líderes palestinos o libaneses que les incomodan, tenían claramente como objetivo final a Irán, que saben perfectamente es la china en el zapato de Oriente Medio, lo mismo que Rusia es la china en el zapato en Ucrania

Todos esos asesinatos, incluso los de los buscapersonas y los walky-talkies, realizados con total impunidad, y utilizando claramente el poder inmenso del sistema tecnológico estadounidense para intervenir comunicaciones de todo tipo, realizar vigilancias exhaustivas satelitales o utilizar sin restricciones el inmenso arsenal estadounidense (no nos engañemos, el hiperglorificado Mossad, no tiene por si solo esa capacidad. Hay un poder económico y financiero que controla EEUU y que hace poner a disposición del sionismo todo el aparato estadounidenses de inteligencia y de represión)

Así que podemos decir que finalmente, consiguieron provocar e involucrar a Irán el primer día de octubre de 2024. Esperamos la respuesta de Israel. Y no hay locutor del MSM occidental que se atreva a decir ¿y luego Irán no volverá a responder?

¿Cuál será el final, arrasar las refinerias iraníes o sus centros nucleares, con bombas estadounidenses, sean disparadas por EE.UU. o por Israel? ¿Quizá una respuesta nuclear directa de Israel?

Por que la respuesta de Irán, inclsuo después de este salto, si se llega a dar, no radica, en contra de lo que muchos se piensan, en volver con otra andanada de misiles balísticos hipersónicos contra Israel, que lo podrían hacer, sino en el cierre del Estrecho de Ormuz, algo de lo que todo el mundo se niega a hablar. Ni siquiera los chinos o los indios o pakistaníes (y menos aún los sometidos europeos al dictado de los EEUU o mejor dicho, al dictado de los que mandan en EE.UU.), han dicho esta boca es mía. Y si EE.UU. no se hunde hoy por falta de petróleo y a Ruia le sobra petróleo y gas, Europa, China o India si lo harían. Y el resto del mundo

No tardaremos mucho en saber si esto tiene freno o ya vamos desbocados a sufrir las consecuencias en todo el mundo, del desatino de los que llevan controlando las finanzas mundiales con tanta arrogancia desde hace ya demasiados años.