Contributed by: Pablo on Domingo, 14 Agosto 2016 @ 14:00 CEST
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Una de las ciudades más antiguas de Europa, París, está cambiando su forma de entender la planificación urbanística en beneficio de una simbiosis y respeto con el medio ambiente. Con casi 2,5 millones de habitantes en el núcleo central y una renta per cápita abultada, está viendo crecer la periferia de la ciudad a ritmos desmesurados teniendo que tomar cartas en el asunto las autoridades locales para producir un desarrollo sostenible en la ciudad.
Un nuevo documento abierto al público[*1] recoge las nuevas medidas y objetivos a cumplir; medidas como la producción de renovables y obras de ahorro en el consumo energético en edificios, más parques o incidir en una movilidad urbana más sostenible, entre otras muchas medidas sustentables. Según parte del texto, ese equilibrio debe lograrse con la aplicación de diferentes objetivos a alcanzar:
1. Conseguir un equilibrio urbano
2. La calidad urbana, la arquitectura y el paisaje, incluidas las entradas de la ciudad;
3. La diversidad de funciones urbanas y rurales, y la diversidad social en materia de vivienda, incluyendo la construcción adecuada y la capacidad de rehabilitación para la satisfacción, sin discriminación, las necesidades actuales y futuras de todos los patrones de asentamiento; turísticos, deportivos, culturales y de interés general económicos y públicos instalaciones y equipamientos comerciales, especialmente en cuenta los objetivos de distribución geográfica equilibrada entre el empleo, la vivienda, tiendas y servicios, la mejora de la eficiencia energética, el desarrollo de las comunicaciones electrónicas, la reducción de las obligaciones de los viajes y el desarrollo del transporte motorizado alternativa para el uso individual del automóvil.
4. La seguridad pública.
5. La prevención de los riesgos naturales, riesgos previsibles mineras, riesgos tecnológicos, la contaminación y las molestias de todo tipo. Con especial atención de acciones de resiliencia.
6. La protección de los hábitats y paisajes naturales, la preservación de la calidad del aire, el agua, el suelo y el subsuelo, los recursos naturales, la biodiversidad, los ecosistemas y espacios verdes[*2] , así como la creación, la preservación y restauración de la condición de continuidad ecológica;
7. La lucha contra el cambio climático y la adaptación al cambio, la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, la economía de los recursos fósiles, la eficiencia energética y la producción de energía a partir de fuentes renovables.
París presenta un nuevo plan de urbanismo apostando por la biodiversidad y la naturaleza en la urbe a través de la implantación de zonas verdes en espacios públicos, testeras y cubiertas; como por la transición energética y adaptación de la ciudad a los cambios climáticos con acciones de resiliencia.
Para el desarrollo de las medidas, primero se realizó un diagnóstico urbanístico de aplicación a fin de conocer sus puntos enclenques, y se han tenido en cuenta los reglamentos técnicos y legislativos para realizar el nuevo documento. De esta manera, se fortalecerá la eficacia energética en edificios, producción de renovables, proyectos de alto desempeño ambiental o bien la lucha contra las islas de calor urbanas.
Las medidas de mejoras energéticas y ambientales de las construcciones pasarán por la aplicación de la igualdad territorial para la realización de obras de ahorro del consumo energético, reducción de emisiones o bien desarrollo de renovables y se elevan los requisitos ambientales. (Aquí me gustaría recordar un artículo del presente portal la decadencia de las políticas de eficiencia energética en España[*3] )
Se potenciará la ejecución de cubiertas ajardinadas (Obligatoriedad para nuevas construcciones mayores de 200 m2 de cubierta) y la reducción del consumo energético por diferentes vías, con especial atención a la formación y enriquecimiento cultural de los hábitos energéticos. Por otra parte, aquellos edificios nuevos o bien los que presente una rehabilitación cuya superficie en suelo sea superior a mil quinientos m2, deberán contar con instalaciones que produzcan energía renovable.
Un documento que muchas ciudades del mundo ya deberían tener en sus manos, para empezar una nueva transición energética y un urbanismo más sostenible, en un mundo que se está quedando sin recursos naturales a pasos de gigante.
Vía OVACEN[*4] .