Octanos contra electrones

Algo más que agua lleva el río cuando tanto suena, podría decirse, ya que en poco más de una semana el diario "La Vanguardia" ha publicado hasta tres artículos de Mariano Marzo, catedrático de recursos energéticos de la Universitat de Barcelona. Los dos primeros ya se han colgado aquí. El tercero se titula "Octanos contra electrones" (suscripción), donde se pone claramente de relieve el largo recorrido que aún le queda al coche con motor eléctrico en su competición contra el coche con motor de combustión interna. De hecho...

...a la OPEP no le impresiona demasiado lo que los ricos hagamos o dejemos de hacer a propósito del coche eléctrico.

Mientras los países consumidores de petróleo del mundo industrializado nos esforzamos en rebajar las importaciones de crudo, desarrollando nuevas tecnologías en el sector del transporte para mejorar la eficiencia y reemplazar a los derivados del petróleo, la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) permanece impasible.

Las estimaciones de la OPEP son que entre el 2007 y el 2030 el parque de turismos mundial habrá pasado de 823 a 1.412 millones de unidades.

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Octanos contra electrones

Mientras los países consumidores de petróleo del mundo industrializado nos esforzamos en rebajar las importaciones de crudo, desarrollando nuevas tecnologías en el sector del transporte para mejorar la eficiencia y reemplazar a los derivados del petróleo, la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) permanece impasible. Su último informe (World oil outlook,2010) prevé que entre el 2009 y el 2030, la demanda mundial de petróleo aumentará en 21 millones de barriles diarios, impulsada por el crecimiento de los países en desarrollo, muy particularmente de los asiáticos, y por el sector del transporte.

En relación con este sector, la OPEP considera que durante el periodo citado el motor de combustión interna seguirá manteniendo su actual posición de privilegio como la tecnología dominante en la industria de la automoción. Para ello cuenta con el hecho de que el centro de gravedad de mercado mundial del automóvil se desplaza inexorablemente a los países en vías de desarrollo, en los que el factor precio seguirá primando sobre otras consideraciones.

Para ilustrar dicho desplazamiento, basta con considerar los datos aportados sobre el mercado de automóviles de pasajeros (turismos). El informe destaca el contraste entre el número de coches existente en los países industrializados y en los países en desarrollo. Así, del total de 823 millones de vehículos que en el 2007 circulaban por el mundo, menos del 22% correspondía a estos últimos. Con estas cifras de partida tan dispares, la OPEP considera lógico el continuo y robusto crecimiento experimentado por el parque automovilístico en los países en desarrollo. Durante el periodo 2000-2007 el parque mundial creció en 151 millones de unidades, de los cuales 73 millones correspondieron a los países en desarrollo, con la particularidad de que entre los seis primeros estados que experimentaron un mayor crecimiento (China, Rusia, Japón, Brasil, India e Indonesia, por este orden) cinco no pertenecían a la OCDE. Entre los años 2000 y 2007, las ventas de turismos en China aumentaron en 21 millones de unidades, pero con posterioridad este ritmo se ha acelerado de tal modo que en el 2009 el numero de ventas se había incrementado en 13 millones más, convirtiendo al gigante asiático en el primer mercado mundial.

A largo plazo, las proyecciones de la OPEP son que los efectos de una cierta saturación se harán cada vez más evidentes en los países de la OCDE, de modo que en su conjunto el crecimiento sería de 119 millones de unidades durante el periodo 2007-2030, mientras que en los países en desarrollo el aumento durante el mismo periodo sería de 470 millones, con China contabilizando ella sola un incremento de 184 millones. Las estimaciones de la OPEP son que entre el 2007 y el 2030 el parque de turismos mundial habrá pasado de 823 a 1.412 millones de unidades.

Con estos datos sobre el transporte por carretera, a los que habría que añadir los correspondientes a los vehículos comerciales (no contabilizados en las cifras arriba comentadas) es fácil entender porque a la OPEP no le impresiona demasiado lo que los ricos hagamos o dejemos de hacer a propósito del coche eléctrico.

MARIANO MARZO - Catedrático de recursos energéticos de la Universitat de Barcelona