Contributed by: protestoporto on Jueves, 01 Julio 2010 @ 23:43 CEST
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Publicado en los blogs[*1] de El País:
Resulta hoy habitual que los gobiernos incentiven la sustitución de coches por otros nuevos más eficientes. Desde un punto de vista energético o ambiental, esto plantea un interrogante: Se espera que un automóvil más moderno vaya a consumir menos gasolina o gasóleo, pero para fabricar ese nuevo vehículo se habrá gastado a su vez una cantidad de energía considerable. ¿Compensa realmente cambiar de coche? Es decir: ¿Hasta qué punto el gasto de fabricar uno nuevo es menor que el ahorro de sustituirlo por otro más eficiente?