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El desastre del Golfo de México

  • Viernes, 21 Mayo 2010 @ 13:01 CEST
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Artículos

En la revista electrónica Sostenible.cat han publicado un artículo mío con el título "Petróleo caro y peligroso":

La exploración y extracción en aguas profundas y ultra profundas es una de las nuevas fronteras que la industria del petróleo se ha visto obligada a traspasar a causa del agotamiento de los yacimientos terrestres. Si pudiésemos extraer petróleo en tierra firme, perforando a dos kilómetros de profundidad, ¿por qué perforar en el mar, bajo una lámina de agua de un kilómetro y medio y diez kilómetros bajo las rocas? Las explotaciones petrolíferas del Golfo de México no han conseguido detener el irreversible declive que ha experimentado la extracción de petróleo en los Estados Unidos desde 1970, pero sí han ayudado a disminuir las importaciones de crudo de otros países, siendo en 2007 un 22% de la extracción total.

Globalmente el petróleo marino supuso un 6% de la producción en 2007. Los yacimientos marinos constituyen una oportunidad para la industria, especialmente en zonas como Brasil, Angola, Nigeria y los EE.UU., que suponen un 70% de todas las reservas marinas de petróleo del mundo (entre 160 y 300.000 millones de barriles de petróleo, o diez años de consumo mundial al ritmo actual). Una oportunidad no exenta de riesgos.

La exploración y extracción en las llamadas aguas ultra profundas (más de 1.500 metros de profundidad) esta sujeta al desafío de las altas temperaturas y presiones, al comportamiento casi plástico de estratos salinos de más de tres kilómetros de profundidad, a la presencia de gas natural a gran presión, y a la utilización de complejos mecanismos robotizados construidos a medida. Si la extracción de petróleo ya es en sí una proeza técnica, la profundidad y el medio marino hacen las cosas aún más complicadas, como demuestra el accidente sufrido por la plataforma petrolífera alquilada por British Petroleum.
En el momento de escribir el artículo aún se barajaban datos acerca de los volúmenes diarios del vertido (5.000 barriles diarios) que, vistas las últimas informaciones, parecían en exceso prudentes. El vertido podría estar siendo de entre 30 y 95.000 barriles diarios. Este desastre, cuando se sepa finalmente cómo y por qué sucedió (y se depuren totalmente las responsabilidades), podría condicionar la exploración y extracción de petróleo marino, al menos en los EE.UU., donde recientemente habían dado luz verde a una nueva etapa de exploración y extracción en sus costas.