Las renovables alcanzan la rentabilidad de la deuda griega
- Martes, 11 Mayo 2010 @ 12:39 CEST
- Autor: Amon_Ra
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Continuando con la serie de artículos que van apareciendo sobre la nueva situación de la política energética y más concretamente, la llevada por el ejecutivo español en los últimos años, ayer apareció este otro artículo.
La batalla que se ha generado en España a cuenta de las subvenciones que reciben las energías renovables tiene un alto componente financiero que va mucho más allá del debate puramente energético.
Los 6.214 millones de euros que recibieron las instalaciones de régimen especial en forma de subvenciones durante 2009 ¿Son realmente el chollo del siglo? ¿Las energías verdes se están forrando a cuenta del recibo de la luz que pagan todos los españoles, tal como aseguran los críticos? O, por el contrario, ¿se hundirían económicamente si el Ministerio de Industria les recorta las subvenciones?
En la limitación de esas primas, que el departamento de Miguel Sebastián está dispuesto a negociar con las renovables, no va a contar tanto el volumen absoluto en términos de euros por megavatio, sino los efectos en la rentabilidad que esa disminución podría provocar, teniendo en cuenta otros factores, como reducción de los gastos en la tecnología, costes de financiación o nivel de apalancamiento.
Según las propias empresas de renovables, el sector eólico y el fotovoltaico se sitúan ahora en rentabilidades anuales del entorno del 8%. Son cifras brutas, sin tener en cuenta componentes como el grado de endeudamiento o la producción de cada instalación, entre otros.
Espero no se ofendan por el título y la triste comparación, pero los debates en la web sobre la TRE (Tasa de Retorno Energético) y los detractores de esta en pos de la adecuación a la realidad y posibilidad del desarrollo de las llamadas "energías renovables" son ya un debate clásico con quizás 30 años.
Unos defienden la inmutabilidad de las leyes de la física por encima de las económicas, y los otros que sin la adecuación a las leyes de la economía es imposible su implantación y desarrollo, defendiendo la necesidad de respeto y adecuación del llamado TIR (Tasa Interna de Retorno).
Pero así como uno se basa en el método científico y sus leyes, el otro no, con lo cual aunque los dos sean o puedan ser variables en razón de múltiples circustancias, el que predominó siempre en las políticas del desarrollo de las aplicaciones de determinadas tecnologías en la sociedad fue el del Homo economicus.