Nuevo artículo de opinión en el diario
Bahía de Cádiz sobre la imposibilidad de continuidad del modelo actual. Lo novedoso de este artículo es el estudio que hace sobre el cambio de actitud con el tema del precio de las casas,
Mientras que hace no tanto tiempo era de sentido común comprar una casa, dos o cinco porque "las casas nunca bajan de precio", y mientras que todo el mundo pensaba o decía que el precio de la vivienda reflejaba la realidad, de repente es vox populi que las casas pueden bajar de precio, y todo el mundo afirma que la crisis inmobiliaria "se veía venir", que los precios no pueden subir por siempre, que había demasiadas casas, se estaba construyendo como loco, etc...
para pasar a
Pero mientras la fiesta duraba, mientras todo parecía ir bien y el dinero corría, un filtro mental estaba aplicado a la mente de todos: si bien sabíamos, no queríamos ver lo que se venía encima. A nadie gustan los aguafiestas
y su comparación con la situación económica actual.
No hay que ser gran profeta para decir que, igual que el tema de las casas no tenía buen cariz, el modelo de vida que tenemos, nuestra relación con las cosas y con los otros, está abocado el desastre. Si nadie se echa las manos a la cabeza, lo publica en primera página, y reconoce que el PIB no puede subir por siempre, es por el mismo filtro que funcionaba con las casas. No queremos parar la fiesta. Pero la fiesta parará, nos quedaremos sin petróleo, sin energía barata, sin fertilizantes, sin agua, sin bosques. Esperemos que, una vez que el decline sea patente por todos, ese sentido común que ahora está eclipsado, brille, pero mucho que temo que será tarde y mal.