Para alborozo de algunos comentaristas, datos como la recuperación de la producción industrial de EEUU auguran la salida del “túnel”.
No podía ser de otra manera, después de la multibillonaria y vergonzosa inyección de dinero público que ha pasado a manos privadas para salvar a la Banca y que todo siguiese igual. Pero no es más que una ilusión. Para que la producción industrial funcione, para que la economía funcione, para que funcione cualquier cosa, hace falta energía, y ahí está el problema, ya que esta no se puede generar de forma ficticia, como el dinero. Por su versatilidad, disponibilidad, facilidad de transporte y comodidad de uso, el petróleo es el vector energético característico de nuestra actual civilización desde principios del siglo pasado, a eso hay que sumar que uno de los elementos claves para el funcionamiento de nuestra civilización, el transporte, depende en más del 95% del petróleo.
Y el problema está en que como viene advirtiendo ASPO desde hace años, nos encontramos en los aledaños del zenit conjunto del petróleo y el gas...
Continuación de la
noticia[*1] :