Publicado en el Diario de Noticias de Navarra el 15 de julio 2009:
La decisión del Gobierno de prolongar la vida de la central nuclear de Garoña es una acrobacia política sin contenido real. La administrativa de cerrarla en 2013 se puede revocar.
El aviso del Consejo de Seguridad Nuclear, CSN, sobre la seguridad de esta central tampoco puede sustituir un verdadero análisis de política energética. Además, no se puede ignorar que el CSN (como la Comisión Nacional de la Energía) está influido por los partidos políticos mayoritarios (los cinco consejeros están nominados por PSOE, PP y CiU) y por la propia industria nuclear (varios altos cargos del CSN han estado en función en la misma industria y CSN contrata filiales de empresas eléctricas dueñas de las centrales nucleares). La combinación de estos dos vicios (únicos en la UE) conduce a una falta sistémica de independencia del CSN y afecta a su credibilidad. Un sector tan sensible como el nuclear no puede ser regulado sin garantías de independencia y poder.
Redacción CE: publicado como carta al director, el autor es el propio Emmanuel Bergassé, economista especialista en políticas energéticas.