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Crisis petroleras y recesiones

  • Viernes, 01 Mayo 2009 @ 14:50 CEST
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Economía James Hamilton, economista en la Universidad de San Diego (EE.UU.) es de los pocos economistas convencionales que conoce a fondo la importancia del petróleo y su precio en la economía. En esta página se han citado ya con anterioridad algunas de sus contribuciones al respecto, realizadas desde su blog Econbrowser: sobre la producción de petróleo de Arabia Saudita, o sobre el mismo cenit del petróleo.

Uno de los campos en los que Hamilton ha destacado más es el del análisis de las características de las crisis de precios del petróleo, especialmente su ensayo de 2003, “What is an oil shock?” (fichero PDF, 481KB). Hamilton tiene una larga historia en el estudio de la relación entre las crisis petroleras y las recesiones económicas, y ahora presenta nuevas conclusiones que demostrarían que, aunque no sea la única razón de la actual crisis económica, la crisis de precios de 2007-8 fue sin duda la gota que colmo el vaso que condujo al desbordamiento y dramática caída de todos los indicadores económicos mundiales.

En una reciente entrada en su blog, "Oil shocks and recessions", el profesor Hamilton resume sus trabajos anteriores sobre el tema, proporcionando el contexto necesario para entender porqué la crisis petrolera de 2007-8 fue probablemente el detonante de la crisis económica mundial que estamos viviendo.

Por su indudable interés, ofrecemos a continuación a nuestros lectores la traducción de este artículo del economista estadounidense: Crisis petroleras y recesiones

Aquí proporciono algo más de contexto sobre la relación entre los incrementos del precio del petróleo y las recesiones económicas.

Cuando empecé a trabajar en la disertación de mi doctorado en 1980, estaba intrigado por el hecho de que el embargo petrolero de 1973-74 y el colapso de la producción petrolera iraní después de la revolución de 1978 fueron ambos seguidos por recesiones globales. Pero cuando llamé la atención sobre el hecho de que hasta ese momento había habido un pronunciado aumento del precio del petróleo antes de 6 de cada 7 recesiones en los EE.UU. después de la guerra, la respuesta general era el escepticismo.

En el momento en que estaba presentando pruebas de estas relaciones en varios seminarios en 1981-82, la guerra Irán - Irak había producido otra crisis en los mercados mundiales del petróleo y el NBER (Oficina Nacional de Investigación Económica, por sus siglas en inglés) declaró que los EE.UU. habían experimentado una nueva recesión inmediatamente después de la caída anterior, lo que significaba que la evidencia se había convertido en que 7 de 8 recesiones habían seguido a los incrementos del petróleo. Esa investigación fue subsiguientemente publicada en el Journal of Political Economy en 1983 y en el Energy Journal en 1985. Mis ideas sobre esta relación pueden ser explicadas por los cambios perjudiciales en la composición del gasto que aparecieron en el Journal of Political Economy en 1988.

Recibimos alguna prueba más de esta relación cuando Saddam Hussein invadió Irak en agosto de 1990, causando que los precios del petróleo se doblasen de nuevo, coincidiendo con la recesión número 9 después de la guerra. El precio del petróleo también se disparó antes de la recesión de 2001. Añádase la coincidencia de la crisis del petróleo de 2007-8 con nuestro aprieto económico actual, y mis cuentas llegan ya a 10 de 11.

Para que quede constancia, mi postura nunca ha sido que los precios del petróleo han sido la única causa de todas estas recesiones. Pero las pruebas me convencieron que el petróleo debe haber sido un factor contributivo en al menos algunas de las recesiones después de la guerra.

Dado mi largo interés en este área, la Brookings Institution me sugirió la posibilidad de escribir un ensayo sobre las causas y consecuencias de la crisis del petróleo de 2007-8. En ese ensayo comparé lo que pasó el año pasado con lo que habíamos visto en los muchos episodios anteriores. Presenté estos resultados en una conferencia en Brookings a principios de este mes, y describí algunos de los resultados para los lectores de Econbrowser aquí y aquí.

Una de las cosas que hice en ese ensayo fue examinar varios modelos diferentes de los efectos de los precios del petróleo en la economía que había desarrollado para datos anteriores y ver lo que estos modelos habrían predicho que iba a pasar en 2007-8. Mi conclusión fue que la mayoría de esos modelos funcionaban bastante bien. Usando cualquiera de las estimaciones recogidas, la crisis del petróleo de 2007-8 fue lo suficientemente grande como para haber hecho una contribución material negativa al PIB real en el periodo del cuarto trimestre de 2007 al tercer trimestre de 2008, y que los detalles de lo que pasó durante este periodo eran bastante consistentes con las predicciones.

La razón por la que pienso que esto es un descubrimiento interesante es que este periodo (del cuarto trimestre de 2007 al tercer trimestre de 2008) fue cuando los EE.UU. entraron en la recesión nº11. En el cuarto trimestre de 2008 se dio un muy dramático deterioro de todos los indicadores económicos, pero si se fijan en solo los primeros 12 meses de la recesión (del cuarto trimestre de 2007 al tercer trimestre de 2008), las cosas no tendrían que haber estado mucho mejor antes de que la mayoría de los analistas hubiesen dicho que la economía no estaba siquiera en recesión antes del cuarto trimestre de 2008. Por ejemplo, el PIB real de hecho creció el 0,7% entre el tercer trimestre de 2007 y el tercer trimestre de 2008.

Dave Cohen argumenta que las cifras de PIB son demasiado optimistas, y estoy de acuerdo. Pero cualquiera que sea la medida que prefieran, no costaría mucho colocar el periodo entre el cuarto trimestre de 2007 y el tercer trimestre de 2008 en un rango que no se asocie normalmente con recesiones. Por ejemplo, los ingresos domésticos brutos de media cayeron en un -0,45% entre el cuarto trimestre de 2007 y el tercer trimestre de 2008. Mi ensayo calculó que usando cualquiera de los modelos recogidos esta habría sido una cifra positiva si no hubiese sido por los efectos de contracción de la crisis petrolera. De manera alternativa, un caída de 12 meses del empleo total es usada a veces como otro indicador de si la economía está en recesión. Cruzamos ese umbral en el verano de 2008. Pero si no hubiésemos cedido 150.000 empleos en la industria del automóvil, pérdidas de empleo que creo que estaban claramente relacionadas con la crisis de los precios del petróleo, el crecimiento del empleo hubiese sido positivo entrando en el otoño de 2008.



Figura:Comparación de los efectos en los empleos de la industria automovilística de las crisis del petróleo de 1990 y 2007-8. La gráfica muestra los cambios cumulativos en el número de empleados en la fabricación de automóviles y la industria auxiliar en los meses siguientes hasta julio de 1990 (rojo) y julio de 2007 (azul).

¿Por qué es importante si, sin la crisis petrolera, la experiencia entre el cuarto trimestre de 2007 y el tercer trimestre de 2008 podría haber sido un poco mejor en términos de medidas como el PIB o el empleo? Mi respuesta es que las caídas en gastos totales que fueron causadas por los precios del petróleo más altos demostraron ser el puñetazo definitivo para una economía que ya estaba tambaleándose. Sea cual sea su culpable favorito, la tasa de créditos impagados, la caída de los precios de la vivienda, el peso de la deuda o el pesimismo, esta medida podría haber tenido un valor más favorable entrando en el otoño de 2008 si hubiésemos experimentado unos valores fundamentales más favorables en términos de ingresos y empleos en el periodo del cuarto trimestre de 2007 al tercer trimestre de 2008. Y no hay duda de que mejores valores fundamentales es exactamente lo que hubiésemos tenido si el precio del petróleo nunca hubiese superado los 100$ el barril.

El hecho de que la mayor caída en producción no ocurriese hasta bastante después de que el precio del petróleo subiese, y que no resultase del propio precio del petróleo sino de la interacción con otros factores y fuerzas dinámicas liberadas cuando el nivel general de actividad económica empezase a declinar, es exactamente el mismo patrón que vimos en cada una de las recesiones anteriores.

¿Fue la crisis del petróleo de 2007-8 la única causa de la recesión? Ciertamente no. ¿Pero contribuyó materialmente? En mi opinión, la respuesta es incuestionablemente sí.

Pueden encontrar mucha más discusión en The Oil Drum ([1], [2], [3])