Contributed by: Amon_Ra on Domingo, 05 Octubre 2008 @ 13:03 CEST
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La situación del déficit de la tarifa eléctrica ha alcanzado niveles insostenibles. Pese a que el Gobierno ha reconocido que existe un problema heredado, al igual que a sus antecesores le sigue faltando voluntad para afrontarlo.La crisis está empezando en sus facetas más duras, como las llamadas del gobierno[*2] a la reactivacion de la función tipicamente bancaria.
El ministro de Industria aseguraba ayer en VEO EXPANSIÓN que las tarifas se van a congelar este año, pese a la opinión contraria de la CNE, que recientemente alertó del colapso financiero que amenaza al sector de mantenerse esta situación.
Por ello, esta decisión parece incompatible con el objetivo de reducir el déficit –superará los 14.000 millones este año– que el Estado adeuda a las eléctricas e ilustra, una vez más, el uso populista de los precios de la luz. Al contrario de otros sectores, como los hidrocarburos o el gas, donde los precios suben o bajan en función de la evolución de los costes, el eléctrico soporta aún un sistema intervenido que los distintos Gobiernos, independientemente de su color político, han manejado para compensar tensiones inflacionistas, o como medida populista en tiempos de crisis económica.
El mirar para otro lado durante tanto tiempo ha desembocado en una complicada encrucijada: si se suben las tarifas se estará castigando a los ciudadanos en plena crisis, y si no se hace, supondrá un perjuicio para las compañías en un momento en el que tienen cerrado el grifo de la financiación.