Atrapados en el déficit de tarifa

Con este titular aparece este artículo en el diario Expansión, donde de forma sencilla se vuelve a poner de manifiesto la gran contradicción del sistema tarifario y de consumo eléctrico español. Este tema no deja de llevarme a que crisis financiera y problemática energética están totalmente imbricadísimas una con la otra, la crisis financiera en su estado de elevación del Euribor muy por encima de el precio oficial del dinero, la guerra de los depósitos de las entidades bancarias entrando ya en situaciones peligrosas avisadas por el mismo Banco de España son prueba de ello. El hecho de que la última subasta de la deuda de dicho déficit haya sido declarada desierta por la ausencia de recepción de las entidades financieras, ante tal convocatoria del mecanismo de absorción de dicha deuda por el método de subastas.

La situación del déficit de la tarifa eléctrica ha alcanzado niveles insostenibles. Pese a que el Gobierno ha reconocido que existe un problema heredado, al igual que a sus antecesores le sigue faltando voluntad para afrontarlo.

El ministro de Industria aseguraba ayer en VEO EXPANSIÓN que las tarifas se van a congelar este año, pese a la opinión contraria de la CNE, que recientemente alertó del colapso financiero que amenaza al sector de mantenerse esta situación.

Por ello, esta decisión parece incompatible con el objetivo de reducir el déficit –superará los 14.000 millones este año– que el Estado adeuda a las eléctricas e ilustra, una vez más, el uso populista de los precios de la luz. Al contrario de otros sectores, como los hidrocarburos o el gas, donde los precios suben o bajan en función de la evolución de los costes, el eléctrico soporta aún un sistema intervenido que los distintos Gobiernos, independientemente de su color político, han manejado para compensar tensiones inflacionistas, o como medida populista en tiempos de crisis económica.

El mirar para otro lado durante tanto tiempo ha desembocado en una complicada encrucijada: si se suben las tarifas se estará castigando a los ciudadanos en plena crisis, y si no se hace, supondrá un perjuicio para las compañías en un momento en el que tienen cerrado el grifo de la financiación.

La crisis está empezando en sus facetas más duras, como las llamadas del gobierno a la reactivacion de la función tipicamente bancaria.

Son pruebas de que esto no funciona de forma nada normal y que no se ve fácil salida. Por otra parte los líderes europeos ya se reunen para preservarse o proteger el mismo sistema bancario.

Por otro lado vemos noticias de lo que está ocurriendo en los suministros de gas en sus importaciones básicas para el mantenimiento del sistema de suministro estable. Todo este panorama me lleva inevitablemente a hacerme la siguiente pregunta: ¿estaremos en los albores de lo que aquí se a publicado y debatido en muchas ocasiones y que quizás muchos nuevos lectores de la web no conozcan y que por ser una teoría tan dura y apocalíptica nadie se atreve a sacarla a la luz y se prefiere dejar olvidada por su crudeza entre los documentos y archivos de la web? y me refiero inevitablemente a la teoria de la garganta de Olduvai.