Con este titular se inicia el
artículo que da más o menos a conocer lo que está ocurriendo ya en el suministro de gas licuado desde Argelia y qué representa según dicho artículo :
Donde hay más dinero no vale contrato alguno. La empresa estatal argelina Sonatrach sigue vendiendo su gas al mejor postor. En este caso, los compradores de los cargamentos son asiáticos, como explica la revista especializada World Gas Intelligence, y su irrupción está provocando la cancelación de entregas ya contratadas con terceros, en algunos casos las primeras energéticas españolas. y al parecer por los comentarios aportados en la noticia esta realidad ya se viene realizando hace mucho mas tiempo.
Las empresas españolas -que emplean el gas para sus plantas de cogeneración o para su comercialización- han “sufrido un recorte significativo de cargamentos, a razón de uno o dos por mes”. Esta disminución equivaldría a un tercio de los 3.000 millones de metros cúbicos anuales comprados por las energéticas españolas, entre las que se encuentran Iberdrola, Unión Fenosa y Cepsa.
Las últimas subidas de precios en la factura de energía primaria necesaria para la generación eléctrica en España y los riesgos que se puedan sufrir en un futuro, improbable dado los últimos acuerdos de entrada de Sonatrac en la venta directa en España, pero siempre dependientes de dicho suministro, son una realidad en la problemática energética futura que se deben de tener en cuenta dado el gran peso del gas en el mix de energías que se consumen actualmente en el país.