Israel creará la primera red de coches eléctricos del mundo
- Miércoles, 27 Agosto 2008 @ 03:28 CEST
- Autor: jango
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Parece que Israel se ha tomado en serio el reto de reducir su dependencia del petróleo y sustituirlo por fuentes renovables. Es precisamente en este país donde se dan varias circunstancias que podrían hacer viable el proyecto: alta tecnología, disponibilidad de energía solar (desierto del Neguev), un territorio pequeño y por tanto con cortas distancias, altos impuestos sobre los carburantes y automóviles, y una motivación añadida para no depender de un recurso que proviene en gran medida de sus enemigos tradicionales. Esto convierte a Israel como el país con mayores posibilidades de éxito para acometer este proyecto, si es que existe alguna.
Coches eléctricos
El gran problema de los coches eléctricos ha sido su autonomía reducida y el elevado coste de las baterías. El plan que quiere llevar a cabo Israel intenta sobrepasar estos problemas mediante la creación de una verdadera red de puntos de recarga, 500.000 en todo el país, y 150 estaciones de servicio para el intercambio de baterías por otras recargadas. Las baterías no serían propiedad del usuario, eliminando la necesidad de comprar este elemento tan costoso, lo que haría bajar el coste del vehículo a precios muy asequibles para todos los bolsillos. El usuario por contra pagaría una cuota por el servicio de intercambio y recarga de las baterías. La idea es semejante al sistema actual de telefonía móvil en el que el usuario no es propietario del teléfono y simplemente se acoge a un contrato para su uso. Habría distintas modalidades financieras para el pago del servicio, en función del modelo de coche y de las posibilidades económicas de cada usuario. Cabe incluso la posibilidad de no ser propietario del coche en absoluto al igual que en telefonía móvil. Se pretende que el precio por el uso sea menor al gasto equivalente para llenar el depósito de gasolina. Aquí juega a favor los altos impuestos con los que grava este país a los carburantes. La empresa que ofrecerá este servicio se llama “Better Place” http://www.betterplace.com/, fundada por un joven empresario llamado Shai Agassi, y que ha seducido con su idea a los gobiernos de Israel y Dinamarca. Los coches serán de la marca Renaul-Nissan con quien el gobierno ha llegado a un acuerdo y que empezarán a producir coches eléctricos en masa a partir de 2011. Pretenden que haya 100.000 puntos de recarga para finales de 2010 y reemplazar la totalidad del parque nacional de coches para el 2020. Los coches tendrán una autonomía de hasta 150 Km. Para viajes largos la batería gastada se reemplazaría en las mencionadas estaciones de intercambio por una recargada mediante un sistema automático de tal forma que el tiempo de parada sea incluso menor al de las estaciones de servicio convencionales.
Energía solar
Se pretende por otra parte en el proyecto que la electricidad para la recarga o intercambio de las baterías sea el 100% de origen solar para el 2020. La idea es añadir 1.200 W de energía solar instalada por cada coche eléctrico, hasta hacer un total de 4.000 MW. Se generaría en el desierto del Neguev a través de espejos concentradores de la luz solar sobre de paneles fotovoltaicos de dimensiones mucho menores a los convencionales y que producen mucha mayor energía por célula. De esta forma se reducen la cantidad y tamaño de la parte más débil y costosa, el panel solar, reemplazándolo por algo mucho menos costoso como los espejos. La eficiencia de estos paneles es el doble que la de los paneles convencionales, es decir, algo inferior al 30%. Según el profesor David Faiman de la Universidad de Ben-Gurion las plantas de generación solar tendrían una extensión estándar de 12 Km2 con una potencia instalada de 1 GW. Según Faiman los paneles podrían llegar a tener una eficiencia del 60% en los próximos 10 años, reduciendo la extensión de espejos reflectores a 5 Km2. El coste de una planta así sería similar a la de una central térmica, unos 1.000 millones de Euros y produciría 2 TWh al año. Cada planta generaría 200 millones de Euros por lo que las plantas se amortizarían en 5 años.
Una gran ventaja de esta tecnología es que pueden estar atomizadas en instalaciones mucho más pequeñas por lo que podrían ser de uso doméstico. Un solo panel de 10cmx10cm podría producir hasta 1.500 W.
En la siguiente presentación se hace un estudio económico del proyecto. Otros países
Dinamarca se ha unido también al proyecto. En este caso juega a favor el elevado coste de los coches en este país, en torno a 40.000€ de promedio debido a la enorme cantidad de impuestos que gravan su compra, por lo que al gobierno le resultará fácil estimular la compra de coches eléctricos con una política impositiva adecuada. Se estima que el precio del coche eléctrico sea sustancialmente inferior al de combustión interna. En el caso de Dinamarca la energía vendría del viento.
Según BetterPlace la compañía está en conversaciones con otros 30 países. El proyecto según ellos podría llevarse a cabo en países de grandes extensiones como Estados Unidos. Estiman un coste de 500$ por coche para crear la infraestructura. Esto equivaldría al gasto anual de importación de petróleo, 600.000 millones de dólares, de los cuales 100.000 millones se utilizarían para la infraestructura y 500.000 millones para la generación de energía solar, eólica y mareomotriz. Según BetterPlace con el coste de un año de importación de petróleo se podría crear una infraestructura que eliminaría la dependencia de EEUU del petróleo para transporte.
Inversores
Curiosamente quien está invirtiendo en este proyecto son las propias compañías petroleras, Israel Corp en el caso de Israel y DONG (Danish Oil & Natural Gas) en Dinamarca. Y en realidad no es de extrañar, por una parte tienen dinero de sobra y por otra saben que su negocio tiene los días contados. Así que les quedan 2 opciones, gastarse todas su reservas de capital en la búsqueda de los últimos yacimientos o bien emprender este tipo de iniciativas.
Coches eléctricos
El gran problema de los coches eléctricos ha sido su autonomía reducida y el elevado coste de las baterías. El plan que quiere llevar a cabo Israel intenta sobrepasar estos problemas mediante la creación de una verdadera red de puntos de recarga, 500.000 en todo el país, y 150 estaciones de servicio para el intercambio de baterías por otras recargadas. Las baterías no serían propiedad del usuario, eliminando la necesidad de comprar este elemento tan costoso, lo que haría bajar el coste del vehículo a precios muy asequibles para todos los bolsillos. El usuario por contra pagaría una cuota por el servicio de intercambio y recarga de las baterías. La idea es semejante al sistema actual de telefonía móvil en el que el usuario no es propietario del teléfono y simplemente se acoge a un contrato para su uso. Habría distintas modalidades financieras para el pago del servicio, en función del modelo de coche y de las posibilidades económicas de cada usuario. Cabe incluso la posibilidad de no ser propietario del coche en absoluto al igual que en telefonía móvil. Se pretende que el precio por el uso sea menor al gasto equivalente para llenar el depósito de gasolina. Aquí juega a favor los altos impuestos con los que grava este país a los carburantes. La empresa que ofrecerá este servicio se llama “Better Place” http://www.betterplace.com/, fundada por un joven empresario llamado Shai Agassi, y que ha seducido con su idea a los gobiernos de Israel y Dinamarca. Los coches serán de la marca Renaul-Nissan con quien el gobierno ha llegado a un acuerdo y que empezarán a producir coches eléctricos en masa a partir de 2011. Pretenden que haya 100.000 puntos de recarga para finales de 2010 y reemplazar la totalidad del parque nacional de coches para el 2020. Los coches tendrán una autonomía de hasta 150 Km. Para viajes largos la batería gastada se reemplazaría en las mencionadas estaciones de intercambio por una recargada mediante un sistema automático de tal forma que el tiempo de parada sea incluso menor al de las estaciones de servicio convencionales.
Energía solar
Se pretende por otra parte en el proyecto que la electricidad para la recarga o intercambio de las baterías sea el 100% de origen solar para el 2020. La idea es añadir 1.200 W de energía solar instalada por cada coche eléctrico, hasta hacer un total de 4.000 MW. Se generaría en el desierto del Neguev a través de espejos concentradores de la luz solar sobre de paneles fotovoltaicos de dimensiones mucho menores a los convencionales y que producen mucha mayor energía por célula. De esta forma se reducen la cantidad y tamaño de la parte más débil y costosa, el panel solar, reemplazándolo por algo mucho menos costoso como los espejos. La eficiencia de estos paneles es el doble que la de los paneles convencionales, es decir, algo inferior al 30%. Según el profesor David Faiman de la Universidad de Ben-Gurion las plantas de generación solar tendrían una extensión estándar de 12 Km2 con una potencia instalada de 1 GW. Según Faiman los paneles podrían llegar a tener una eficiencia del 60% en los próximos 10 años, reduciendo la extensión de espejos reflectores a 5 Km2. El coste de una planta así sería similar a la de una central térmica, unos 1.000 millones de Euros y produciría 2 TWh al año. Cada planta generaría 200 millones de Euros por lo que las plantas se amortizarían en 5 años.
Una gran ventaja de esta tecnología es que pueden estar atomizadas en instalaciones mucho más pequeñas por lo que podrían ser de uso doméstico. Un solo panel de 10cmx10cm podría producir hasta 1.500 W.
En la siguiente presentación se hace un estudio económico del proyecto. Otros países
Dinamarca se ha unido también al proyecto. En este caso juega a favor el elevado coste de los coches en este país, en torno a 40.000€ de promedio debido a la enorme cantidad de impuestos que gravan su compra, por lo que al gobierno le resultará fácil estimular la compra de coches eléctricos con una política impositiva adecuada. Se estima que el precio del coche eléctrico sea sustancialmente inferior al de combustión interna. En el caso de Dinamarca la energía vendría del viento.
Según BetterPlace la compañía está en conversaciones con otros 30 países. El proyecto según ellos podría llevarse a cabo en países de grandes extensiones como Estados Unidos. Estiman un coste de 500$ por coche para crear la infraestructura. Esto equivaldría al gasto anual de importación de petróleo, 600.000 millones de dólares, de los cuales 100.000 millones se utilizarían para la infraestructura y 500.000 millones para la generación de energía solar, eólica y mareomotriz. Según BetterPlace con el coste de un año de importación de petróleo se podría crear una infraestructura que eliminaría la dependencia de EEUU del petróleo para transporte.
Inversores
Curiosamente quien está invirtiendo en este proyecto son las propias compañías petroleras, Israel Corp en el caso de Israel y DONG (Danish Oil & Natural Gas) en Dinamarca. Y en realidad no es de extrañar, por una parte tienen dinero de sobra y por otra saben que su negocio tiene los días contados. Así que les quedan 2 opciones, gastarse todas su reservas de capital en la búsqueda de los últimos yacimientos o bien emprender este tipo de iniciativas.