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Porque la producción de etanol conducirá a la alimentación mundial a precios aún más altos

  • Lunes, 28 Enero 2008 @ 07:17 CET
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Artículos Acabo de leer este impresionante artículo que aunque es un tema ya tratado en diferentes foros y noticias, da los datos y precios de cereales estimados en razón de las subvenciones recibidas y de cómo dicha política producirá tensiones en el mercado mundial cerealero con su inevitable influencia en los precios de la alimentación mundial.

Aunque está en inglés, la traducción informática es accesible a cualquiera con la barra Google: "Why Ethanol Production Will Drive World Food Prices Even Higher in 2008" (Lester Brown).

Redacción CE: el usuario Muxu ha traducido el artículo de Lester Brown, que ofrecemos a nuestros lectores a continuación.

Por qué la producción de etanol ellevara el Precio Mundial de los Alimentos aún más en 2008

Lester R. Brown

Estamos presenciando el comienzo de una de las mas grandes tragedias de la historia. Los Estados Unidos, en un esfuerzo equivocado para reducir su inseguridad del petróleo, mediante la conversión de grano en combustible para los coches, está generando una inseguridad alimentaria mundial en una escala nunca antes vista.

El mundo se enfrenta a la más severa inflación de los precios de alimentos en la historia, a medida que los precios de los cereales y la soja suben a máximos históricos. El trigo negociado en la Junta de Comercio de Chicago el 17 de diciembre llego a los $10 por bushel1 por primera vez en la historia. A mediados de enero, el maíz llegaba a más de $ 5 por bushel, cerca de su máximo histórico. Y el 11 de enero, la soja se vendía a $13,42 por bushel, el precio más alto jamás registrado. Todos estos precios son el doble de los de uno o dos años atrás.

Como resultado, los precios de los alimentos elaborados directamente de estos productos básicos como el pan, pasta y las tortillas, así como los indirectos, como la carne de cerdo, aves de corral, carne de vacuno, leche y los huevos, están subiendo por todas partes. En México, los precios de la harina de maíz ya subieron un 60 por ciento. En Pakistán, el precio de la harina se ha duplicado. China se enfrenta a una creciente inflación de los precios de los alimentos, una de las peores en décadas.

En los países industrializados, debido a la mayor proporción de los costes de transformación y comercialización en el costo final de los alimentos se ha suavizado el golpe, pero aún así, los precios de los alimentos básicos están subiendo. A finales de 2007, en los EE.UU. el precio de un pan de trigo integral estaba 12 por ciento más caro que un año antes, la leche un 29 por ciento, y los huevos se incrementaron en un 36 por ciento. En Italia, el precio de la pasta había aumentado un 20 por ciento.

El precio mundial de los cereales ha aumentado de manera espectacular en tres ocasiones desde la Segunda Guerra Mundial, todas como consecuencia de fenómenos meteorológicos con reducción de las cosechas. Pero ahora se trata simplemente de que la demanda supera la oferta. En siete de los últimos ocho años la producción mundial de cereales ha sido inferior al consumo. Estos déficits anuales fueron cubiertos por los estoques, pero estos estoques - la cantidad estocada cuando comienza la nueva cosecha - han descendido a 54 días del consumo mundial, el más bajo registrado hasta ahora.

De 1990 a 2005, el consumo mundial de cereales subió en un promedio de 21 millones de toneladas por año, impulsado en gran medida por el crecimiento de la población y el mayor consumo de productos de origen animal dependientes de piensos. Luego se produjo en EE.UU.: la explosión de la demanda de granos utilizados en destilerías de etanol, que saltaron de 54 millones de toneladas en 2006 a 81 millones de toneladas en 2007. Este salto de 27 millones de toneladas más que duplica el crecimiento anual de la demanda mundial de granos. Si el 80 por ciento de las 62 destilerías ahora en construcción se terminan a finales de 2008, el grano utilizado para producir combustible para los coches llegará a 114 millones de toneladas, o el 28 por ciento de las previsiones de cosecha de cereales de EE.UU. para el 2008.

Históricamente, las economías de los alimentos y de la energía habían sido en gran medida independientes, pero ahora con la construcción de tantas destilerías de etanol para combustible, se están se fusionando. Si el valor alimenticio de los cereales es inferior a su valor como combustible, el mercado moverá el grano en la economía de la energía. Así, conforme el precio del petróleo suba, el precio del grano seguirá la subida.

Un equipo de economistas de la Universidad de Illinois estima que con el petróleo a $50 por barril, es rentable – con el etanol subsidiado a 51 ¢ por galón (equivalente a 1,43 dólares por bushel de maíz) - convertir maíz en etanol, siempre y cuando el precio estuviera por debajo de $ 4 por bushel. Pero con el petróleo a razón de 100 dólares el barril, los destiladores pueden pagar más de $ 7 un bushel de maíz sin pérdidas. Si el petróleo sube a $ 140, los destiladores pueden pagar $ 10 un bushel de maíz – doblando el precio de $5 por bushel de inicios de 2008.

El Banco Mundial informa de que por cada aumento de 1 por ciento en los precios de los alimentos, la ingesta de calorías entre los pobres cae un 0,5 por ciento. Millones de personas que viven en los peldaños inferiores de la escala económica global, personas que apenas se mantienen, perderán el soporte y comenzarán a caer.

Las proyecciones de los Profesores C. Ford Runge y Benjamin Senauer, de la Universidad de Minnesota mostraron hace cuatro años que el número de personas hambrientas y desnutridas disminuirían de más de 800 millones a 625 millones en 2025. Pero a principios de 2007 la actualización de las proyecciones, teniendo en cuenta el efecto de los biocombustibles sobre los precios de los alimentos, mostró que el número de personas hambrientas subían a 1,2 millones en 2025. Ese ascenso ya está en marcha.

Dado que los presupuestos de los organismos de ayuda internacional de alimentos se fijan con mucha antelación, un aumento de los precios de los alimentos reduce la asistencia alimentaria. El Programa Mundial de Alimentos (PMA), que actualmente está suministrando ayuda alimentaria de emergencia a 37 países, esta reduciendo los envíos a medida que los precios se disparan. La PMA informa que 18.000 niños mueren cada día de hambre y enfermedades relacionadas.

Conforme suben los precios de los cereales, empieza a surgir una política de escasez de alimentos que está llevando los países exportadores a restringir sus exportaciones para limitar el aumento de los precios de los alimentos en el mercado interno. A finales de enero, la Federación de Rusia - uno de los cinco principales exportadores de trigo - impondrá un 40 por ciento de impuestos a la exportación de trigo, efectivamente una prohibición las exportaciones. Argentina, otro principal exportador de trigo, cerró los registros para exportación de trigo a principios de diciembre de manera indefinida hasta que se pueda evaluar el estado de la nueva cosecha. Y Vietnam, el exportador de arroz número dos después de Tailandia, ha prohibido las exportaciones de arroz durante varios meses y es probable que no se levante esta prohibición hasta que llegue la nueva cosecha al mercado.

El aumento de los precios de los alimentos se está transformando en malestar social. Se inició a principios de 2007 con las manifestaciones de la tortilla en México. Luego vino la protesta de la pasta en Italia. Más recientemente, el aumento de los precios del pan en Pakistán se ha convertido en una fuente de protestas. En Yakarta, 10.000 indonesios se reunieron frente al palacio presidencial el 14 de enero para protestar por haber doblado los precios de la soja, lo que elevó el precio de tempeh, la fuente nacional de proteína basada en la soja. Cuando un supermercado en Chongqing, China, donde los precios de los aceites de cocina han aumentado vertiginosamente, ofreció el aceite a precios reducidos, la estampida cuando abrió las puertas fue tal que mató a tres personas e hirió a 31.

Conforme las tensiones económicas se vayan transformando en tensiones políticas, el número de Estados fallidos, como Afganistán, Somalia, Sudán, la República Democrática del Congo y Haití, que ya era cada vez mayor antes del incremento de los precios de los alimentos, podría aumentar aún más rápido.

Hay mucho con que se preocuparse en el frente de los alimentos. Entramos en este nuevo año con el estoque de cereales más bajo jamás registrado, el más alto precio en la historia de los cereales, la perspectiva de una menor cosecha en EE.UU. ya que varios millones de acres de tierra que pasaron de la soja al maíz el año pasado volvieron este año a la soja, la necesidad de alimentar a otros 70 millones de personas, y la de los destiladores de EE.UU. que quieren 33 millones de toneladas más para abastecer las nuevas destilerías de etanol que entraran en funcionamiento este año. Los precios de los mercados de futuro del maíz para entrega en diciembre de 2008 son superiores a los de marzo, lo que sugiere que los analistas de mercado ven los suministros después de la próxima cosecha aún más restrictos.

Considerando que las anterior alzas dramáticas en los precios mundiales del grano fueron inducidas por el clima, esta es inducida por la política y pueden ser resuelta por cambios políticos. El programa de cultivo para combustibles que en la actualidad satisface apenas el 3 por ciento de las necesidades de gasolina de EE.UU. simplemente no vale la pena el sufrimiento humano y caos político que está causando. Si toda la cosecha de cereales de EE.UU. se convierte en etanol, satisfaría a apenas el 18 por ciento de nuestras necesidades de combustible para automóviles.

La ironía es que los contribuyentes de EEUU., mediante la subvención de la conversión de grano en etanol, están financiando el aumento de precios de sus propios alimentos. Es hora de acabar con la subvención para la conversión de los alimentos en combustible y hacerlo lo mas rápido posible, antes de que la deteriorada situación alimentaria mundial quede fuera de control.

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1: definición de bushel según el Diccionario Económico de Nuestro Tiempo:

Medida de capacidad de las llamadas secas que sirven para granos, harinas y otras substancias análogas. En el Imperio Británico un bushel tiene 4 pecks ó 32 quarts, y equivale a 1,03205 del bushel de los Estados Unidos, el que a su vez equivale a 0,35238 hectolitros. Como quiera que estos países son los que controlan el mercado de cereales, la palabra bushel es de aplicación universal y el mayor volumen de transacciones se realiza a base de esta medida seca.