Contributed by: kikuvidal on Viernes, 14 Diciembre 2007 @ 03:29 CET
Last modified on
Tres elementos básicos acosan al petróleo: reducción de la reservas[*2] y alta demanda, escalada de precios y especulación financiera[*3] (como su consecuencia más inmediata), y fracaso cada vez más evidente de los llamados biocombustibles[*4] para reemplazarlo como alternativa energética mundial, que lo convierten a su vez en potencial detonante de conflictos geopolíticos-militares a corto plazo[*5] . En este escenario, y atendiendo a su propia supervivencia, las potencias capitalistas (principalmente el Imperio estadounidense) ya han trazado estrategias militares[*6] para preservar su hegemonía geopolítica-energética en las regiones claves productoras de petróleo. En esta dialéctica interactiva petróleo-economía mundial[*7] (como detonante de conflictos armados por la supervivencia), el oro negro ya se ha convertido en el eje estratégico de una potencial crisis global[*8] del sistema capitalista.