Contributed by: ris on Martes, 23 Enero 2007 @ 12:44 CET
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Derramas, industrias, regadíos obsoletos, campos de golf, consumo domestico..., son demasiados obstáculos para cubrir la demanda de un bien falto de buena administración conforme a su verdadero valor. Ya nos encomendamos a santos y solo la esperanza de que próximamente llueva lo suficiente podría solucionar "en parte" el problema de la sequía. Pronto veremos sacar procesiones y rezos para que las divinidades hagan por nosotros el milagro de que llueva... Lo que no aparece en el artículo es la vinculación de la sequía a la actividad humana que maneja el agua como otro bien infinito, pero la realidad física en este, como en otros casos se impone, aunque nos disguste.