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China compra 4 reactores nucleares con la bendición de las autoridades monetarias americanas

  • Martes, 02 Enero 2007 @ 19:35 CET
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Artículos En el artículo de Keith Bradsher "Blessed by a U.S. Official, China Will Buy 4 Nuclear Reactors" aparecido en The New York Times el 18 de diciembre se relaciona claramente la transferencia de tecnología nuclear con la política monetaria. El contenido de la noticia guarda estrecha relación con los siguientes tres eventos:

1. El comunicado de la Casa Blanca el 20 de septiembre sobre la Fact Sheet Creation of the U.S.-China Strategic Economic Dialogue, en el que los presidentes Americano y Chino acuerdan establecer un diálogo económico estratégico y donde expresamente se dice que además de los temas económicos y monetarios se abordarán asuntos energéticos entre el DoE y su par la Comisión Nacional China para el Desarrollo y las Reformas. Por 'asunto energético' debe entenderse la transferencia de tecnología nuclear, como se podrá apreciar en el artículo.

2. La clausura el 15 de diciembre del Primer Diálogo Estratégico Económico entre China y EE.UU. Un evento que no ha tenido mucho eco en la prensa occidental y que sólo ha sido cubierto en detalle por la prensa china más oficialista, tal como se pude ver en las entradas que da Google al respecto. Para comprender la envergadura de la reunión basta con observar estas dos fotos (1 y 2), junto con el relevante discurso de Bernanke.

3. Y finalmente la nota oficial del acuerdo de transferencia tecnológica nuclear junto con el reciente anuncio de la 'previsible' apreciación del yuan de un 5% durante el 2007 contra el dólar.

Vender centrales nucleares a China es un tema tan delicado que la simple idea iba a encontrarse con la oposición frontal del Congreso, tal como ha sucedido recientemente con el intento de compra de Unocal o la venta de la gestión portuaria. Pero los que están vendiendo productos a cambio de dólares ya no quieren más deuda, sino activos tangibles o tecnológicos. El último recurso por parte de los proveedores está consistiendo en apretar la negociación contra el dólar (pues son países con abundantes reservas nominadas en esta moneda) hasta que aparece en escena la banca privada que controla la gestión monetaria. Representada entonces por la Fed, o como en el caso que nos concierne por el Sr. Paulson del Tesoro, explican con buenas palabras que para poner a salvo los 'verdes' hay que saltarse las milongas del Congreso porque China no revaluará hasta no obtener algo a cambio, demostrando una vez más quién manda tras las bambalinas del sufragio universal en EEUU. Así que se ha terminado firmando un acuerdo muy delicado con China, de espaldas al posible veto político y sobre todo aprovechando que los congresistas celebraban plácidamente sus fiestas navideñas.

Por su interés, ofrecemos la traducción: China comprará cuatro reactores nucleares a Westinghouse en un acuerdo que muestra lo atractiva que sigue siendo la tecnología americana. Aunque también despierta preocupaciones en Washington porque los EEUU podrían estar vendiendo toda su ventaja competitiva en la industria nuclear de una sola vez.



El secretario del DoE Samuel W. Bodman y Ma Kai del NDRC firmaron en Beijing un primer acuerdo de entendimiento (Discurso del Sr. Bodman después de la firma del MoU, que se recoge en la foto) sobre los reactores. El acuerdo consiste en que la empresa estatal Corporación Nuclear China Comprará los reactores a Westinghouse Electric y a Toshiba Corporation con sede en Tokyo a principios de este año.

Aunque no se ha hecho público el precio de los reactores AP1000, analistas del sector opinan que podría oscilar entre los 5.000 y los 8.000 millones de dólares.

Michael R. Wessel, comisionado de la United States-China Economic and Security Review Comission, que fue creada por el Congreso para supervisar las relaciones bilaterales, expresó su preocupación el sábado porque sobre el papel "parece que están haciendo lo que otras empresas ya han hecho antes: transferir la tecnología de una sola vez."

"Este tipo de acuerdos van en contra de los intereses a largo plazo de los EEUU, mientras que benefician claramente a China", dijo el comisionado. Las compañías chinas ya han estado adquiriendo en el pasado la tecnología de las empresas occidentales, tanto en el ensamblaje de aviones como en el diseño de coches y la tecnología manufacturera.

La compra china de la tecnología nuclear americana podría también despertar preocupaciones en EEUU, particularmente después de las objeciones que el Congreso puso a la compra de Unocal por parte de la petrolera estatal china CNOOC. También fue el caso en la toma de control por parte de DPWorld de Dubai de las operaciones portuarias americanas. La oposición del Congreso hizo fracasar los dos intentos de compra.

Pero el hecho de que el anuncio del acuerdo lo haya hecho el Sr. Bodman podría limitar las objeciones a la transacción, como mínimo entre los congresistas republicanos, que han sido siempre los que más se han opuesto a las transferencias de tecnología a China. Además, el acuerdo ha llegado justo después de que el Congreso ha terminado su actividad durante este año, un hecho que permite silenciar la reacción política.

Los políticos americanos también tienen que ser cautos a la hora de criticar públicamente el acuerdo justo en el momento en que la transferencia tecnológica podría guardar una velada y estrecha relación con la demanda del Secretario del Tesoro Henry M. Paulson Jr. de que China aprecie su moneda más rápidamente.

Stephen R. Tritch, CEO y presidente de Westinghouse, dijo en unas declaraciones que la mitad del valor de contrato se iba a hacer en China, pero que el encargo podría suponer como mínimo la creación de 5.000 puestos de trabajo en EEUU entre proyectistas, ingenieros y otros trabajadores.



El Sr. Tritch dijo que el acuerdo podría posibilitar que China construyera en un futuro reactores nucleares con menos ayuda del extranjero.

"Westinghouse, nuestros proveedores y nuestros socios del consorcio se continuarán beneficiando del mismo modo que ahora se benefician de lo que estamos haciendo en Corea, donde las concesiones sobre las recientes nuevas plantas de la madura industria del país proporcionan unos 100 millones de dólares por planta a los activos americanos."

El Sr. Bodman dijo durante la ceremonia en la que se firmó el acuerdo que "los chinos han sido muy exigentes". Pero no aclaró si se estaba refiriendo a las transferencias tecnológicas, un tema que ya ha sido bastante peliagudo en el pasado, o a otros asuntos.

Vaughn Gilbert, un portavoz de Westinghouse, dijo que la compañía ya había licenciado tecnología satisfactoriamente a Francia durante muchos años y que estaba convencido de que podían manejarse adecuadamente en la transferencia de tecnología a China.

Thomas Donnelly, otro miembro de la comisión sino-americana, dijo que los reactores nucleares con fines civiles tenían escaso valor militar para China, pues tiene gran interés en miniaturizar sus cabezas nucleares y mejorar la tecnología balística.

Westinghouse ha prevalicido en el acuerdo sobre compañías tan importantes como Areva de Francia o Atom Stroy Export de Rusia. China excluyó a General Electric porque emplea reactores de agua hirviendo en vez de agua presurizada.

Ruth A. Shapiro, directora ejecutiva del Asia Business Council, dijo que China estaba en una excelente posición para jugar un importante papel internacional contra otros competidores a la hora de conseguir las condiciones más baneficiosas. "Podemos estar todos seguros de que nos están ofreciendo un buen contrato, sobre todo teniendo en cuenta lo competitiva que es la oferta y lo estrecha que es la demanda".

Westinghouse y sus rivales tienen todavía más oportunidades para conseguir nuevos pedidos. La AIE predijo el año pasado que la generación eléctrica de China debería incrementarse antes del 2015 desde los actuales 9.000 megawatios hasta los 15.000. Los cuatro reactores anunciados el sábado, que no se terminarán hasta el 2013, tienen cada uno de ellos una capacidad de 1.100 megawatios.

El acuerdo no es lo suficientemente grande como para reducir significativamente la contribución de China al calentamiento global y a la contaminación ambiental, pues los expertos dicen que su dependencia del carbón continuará creciendo en los próximos años a pesar de los nuevos proyectos nucleares.

La AIE prevee que China añada 331.000 megawatios mediante plantas alimentadas por carbón, llegando hasta los 638.000 megawatios en el 2015. Esta es la principal razón por la que se espera que China supere en el 2009 a los EEUU como principal emisor de CO2, que es uno de los gases que provoca el efecto invernadero.

El Sr. Bodman anunció en Beijing que los EEUU trabajarán conjuntamente con China para encontrar la forma de hacer plantas de carbón más eficientes y también en el modo de capturar y almacenar el CO2 que emiten.