Contributed by: physis on Sábado, 11 Noviembre 2006 @ 10:41 CET
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Cada vez que se empieza a vender algo que hasta ese momento había sido gratis nos exclamamos “pronto habrá que pagar por respirar!” Hasta ahora había sido una broma, el clásico recurso de la caricatura. Ya no, el protocolo de Kyoto está aquí y su mecanismo principal es justamente ese: vender el aire. Le llaman “comercio de emisiones” y consiste en el establecimiento de una cantidad fija de permisos para emitir gases de efecto invernadero, su distribución y el permitir que sean comerciados.