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Traducción de la entrevista al Dr. Bakhtiari en el Senado de Australia

  • Sábado, 04 Noviembre 2006 @ 14:30 CET
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Ante la perspectiva del cenit del petróleo y sus múltiples consecuencias, que van a impactar contra casi todos los aspectos de nuestro modo de vida, parece obligatorio prepararse para afrontar todas las sacudidas resultantes de ello. La preparación se debería llevar a cabo a nivel individual, familiar, social y nacional, lo antes posible. Cada paso preparatorio que se dé hoy saldrá mucho más barato que cualquier paso que se dé mañana.
Son palabras del Dr. en Ingeniería Química Samsam Bakhtiari, experto superior adjunto a la Oficina del Director en el Departamento de Planificación Corporativa de la National Iranian Oil Company (NIOC), durante su comparecencia, el pasado 11 de julio de 2006, ante los miembros del Comité de Asuntos Rurales y Regionales y de Referencias de Transporte del Senado de Australia.
Creo que todas las sociedades, todas las ciudades y todos los gobiernos deberían hacer un cierto número de cosas –muchas cosas; 1001 cosas. No hay una o dos soluciones. No hay ninguna panacea. No hay ningún remedio mágico que nos libre de esto. Hay que empezar, tan pronto como sea posible, y pensar sobre este tipo de futuro.
Presentamos a los lectores de Crisis Energética la traducción (fichero PDF, 238KB), realizada para esta web por Inma Martín, de esta interesante entrevista, y de parte de la mantenida a continuación entre el citado Comité y el miembro de ASPO- Australia, Sr. David Kilsby.

Confiamos que este documento resulte de utilidad para la difusión de la crisis energética pues, al igual que resoluciones aprobadas recientemente los por los Consejos del Condado de San Francisco, y de la ciudad de Oakland , representa una excelente muestra de cómo las autoridades públicas de algunos países y regiones empiezan a interesarse por el cenit del petróleo y el gas, y a valorar las medidas que puedan resultar más adecuadas en su ámbito de actuación, en base a los posibles escenarios que se presentan de cara a los próximos años.

El documento permite conocer los datos y las previsiones más actuales que manejan personas del máximo nivel y experiencia en el sector energético, como el Dr. Samsam Bakhtiari, y cuál es su forma de responder espontáneamente al verse sometidos a las cuestiones que van surgiendo entre aquellos representantes políticos sobre quienes recae la responsabilidad de tomar decisiones en aspectos clave, como la planificación territorial y el transporte, a medida que van siendo informados de la realidad del cenit.

La transcripción original en inglés está disponible en este enlace, donde aparecen las tres entrevistas que se desarrollaron durante dicha jornada, en primer lugar la del Dr. Samsam Bakhtiari, a continuación la realizada al Sr. David Kilsby, y finalmente la mantenida conjuntamente con los Drs. Jago Dodson y Neil Sipe, ambos de la Universidad de Griffith. De ellas se ha traducido la primera y, parcialmente el inicio de segunda, pues durante el resto de la sesión se abordaron aspectos locales relativos a Australia. El resultado final es un documento de gran extensión (34 páginas), pero que resulta de lectura muy cómoda y fluida, al tratarse de la transcripción de una conversación entre varias personas.

Comentar que el Dr. Bakhtiari, quien amablemente ha resuelto algunas dudas surgidas en la traducción, envía un saludo y los mejores deseos para los participantes en esta web, para la que tiene palabras de elogio.

Finalmente, presentamos también un resumen con algunas de las aseveraciones que hemos considerado más relevantes, que esperamos estimule a la lectura de la traducción completa. En su primera intervención ante los senadores australianos, el Dr. Bakhtiari se refiere así a la situación de los grandes yacimientos, de los que se obtiene el 40 % de la producción mundial de petróleo la mayoría de los yacimientos supergigantes del mundo están envejeciendo, y algunos de ellos han entrado en su declive terminal. Basta mencionar los tres mayores: Ghawar en Arabia Saudita, Cantarell en México y Burgan en Kuwait, los cuales están sin duda y constantemente cuesta abajo

Poco después, incide en el riesgo de colapso que suponen los pozos horizontales, de los que en Ghawar hay aproximadamente 220. Algún día, en Ghawar el nivel del agua alcanzará el pozo horizontal. (…) está pasando pero, cuando pase a gran escala, Ghawar colapsará, habrá un precipicio en su producción y todo el sistema de producción saudita se vendrá abajo, empezaremos a oír alarmas por todos lados, y el precio del petróleo se pondrá por las nubes. En otro momento de la entrevista, afirma lo positivo que es para un yacimiento dejarlo descansar, y que para un yacimiento no hay nada peor que ser forzado. Creo que lo que le está pasando a yacimientos como Ghawar y Cantarell es que han sido forzados.

Respecto a las esperanzas de que aparezcan nuevos grandes descubrimientos, indica que los descubrimientos de supergigantes han menguado hasta cero en el siglo XXI y los descubrimientos anuales de petróleo han caído en picado, (…). Hay pocas esperanzas de que esta tendencia se invierta en el futuro próximo, porque la mayor parte de las provincias petroleras del mundo han sido exploradas en busca de petróleo y sólo queda una última frontera que traspasar, La Antártida.

En relación a las reservas, considera que los cálculos más fiables son los del Dr. Campbell, que muy aproximadamente coinciden con los suyos, a los que ha llegado tras sus 40 años de experiencia en la industria petrolera, y afirma que, en opinión de ambos, las reservas de Oriente Medio son de aproximadamente la mitad de lo que se dice y presenta oficialmente. Es decir, que debería haber sólo entre 300 y 350 mil millones de barriles de petróleo. El Dr. Campbell y yo, en general, dividimos las reservas oficiales entre dos para obtener las que creemos que son la cantidad real de reservas de estos países.

Ante la pregunta de cómo puede haber tanta diferencia entre los estudios de las agencias petroleras y los suyos, el Dr. Bakhtiari responde que quizás una explicación podría ser que ellos son sectores interesados y nosotros no. Afirma a continuación que un político nunca dirá que existe algo como el cenit del petróleo porque es suicida dar malas noticias. Dirá: “La AIE dice que tendremos una producción de 118 mb/día en 2030, así que ¿por qué preocuparse?”. Lo mismo sucede con los medios de comunicación, pues no hay patrocinio para el cenit del petróleo. Nadie quiere oír hablar de este fenómeno. Creo que algunas instituciones hacen previsiones para servir de protección a algunos políticos, que así pueden decir: “Como estas instituciones dicen esto, las seguimos. No seguimos a Campbell y a otros”.

Al hablar del gas natural, el Dr. Bakhtiari muestra su preocupación para este mismo invierno en Europa: Creo que Rusia, aunque sea el mayor productor del mundo, ya no tiene mucho gas. Estoy muy preocupado por los europeos, y probablemente este invierno van a tener muchos problemas. Si este invierno es severo en Europa, podrían morir miles de personas. El año pasado fueron cientos de personas, pero esto fue sólo el principio. (…) Los estadounidenses tampoco tienen gas suficiente. Tuvieron la suerte increíble de tener el año pasado el invierno más templado de los últimos 100 años. De no haber sido así, no sé por dónde estaría el precio del gas actualmente. Ahora tienen reservas suficientes para el próximo invierno, pero los europeos no tienen esa suerte.

Ante el interés de los senadores por los esquistos y las arenas asfálticas, el Dr. Bakhtiari afirma que hay una cantidad enorme de petróleo en ellos, pero que se trata de una industria muy turbia y difícil, con muchas limitaciones para producir grandes cantidades de petróleo al día, con unas necesidades energéticas y de agua dulce muy elevadas, y demoledores efectos sobre el medio ambiente. En ese sentido recuerda que con la producción actual de 1,1 mb/día, los ríos canadienses se están contaminando tanto como para que se hayan desencadenado voces de alarma por todo Canadá(…). Si un día se llega a los 3 mb/día, no sé a qué situación se llegaría, pero no pienso que podamos ir más allá de esa cantidad. Poco después afirma que con esta producción máxima de 3 mb/día de las arenas asfálticas y los esquistos, más 1 mb/día del petróleo pesado del Orinoco se obtiene un total de 4 mb/día en los próximos 20 ó 25 años. Eso no cambiará nada –es una gota de agua- con respecto a los 81 mb/día de los que disponemos actualmente.

De las tecnologías de transformación de Gas a líquido (GTL) y Carbón a líquido (CTL), ofrece datos muy reveladores de sus dificultades y limitaciones, para concluir igualmente que no pueden llegar a ser más que una gota de agua en el océano.

Y lo mismo en general cuando le hablan de “alternativas”. Yo no creo que haya alternativas. En mi opinión, no hay alternativa al petróleo. No hay nada que pueda reemplazarlo, y éste es el problema al que se enfrenta el mundo hoy en día.. En economía se nos enseña una regla muy básica. Cuando el precio sube, baja la demanda. Para el petróleo no funciona en absoluto. En los dos últimos años, el precio se ha triplicado y la demanda no ha bajado nada.

De los biocombustibles afirma que no son el futuro, pues la prioridad no será el transporte sino la comida (…) cuando llegue el día en que haya conflicto sobre si producir etanol y biodiésel o producir comida, la comida va a ganar porque, en primer lugar, hay que comer. Respecto a la solar y eólica, tras aportar algunos datos, el Dr. Samsam incide en que los órdenes de magnitud no son los mismos en absoluto. Se logrará una pequeña aportación con cada una de éstas, pero no mucho más que una aportación. Reemplazar al petróleo no es tan fácil. (…) Si se hace el cálculo de aumentar incluso el 100 % cada año, sea en la solar, en el biodiésel, en cualquiera, sigue siendo una gota de agua.

Sobre el precio dice no prever nada por debajo incluso de los 50 dólares estadounidenses el barril. Eso en mi opinión serían malas noticias, porque si, por alguna razón, vuelve a, supongamos, 50 dólares estadounidenses el barril durante un período de tiempo corto, la gente pensará: “Ah, así que 75 dólares estadounidenses el barril fue sólo un pico y ahora estamos de nuevo en los buenos viejos tiempos y podemos comenzar a consumir de nuevo. Compremos ese gran deportivo que estábamos buscando”. Entonces pierdes al menos dos o tres años.

El Dr. Bakhtiari recuerda que en 1950 el consumo global era sólo de 10 mb/día, lo que era muy fácil de controlar con las reservas de que disponíamos. Lo que no es fácil de controlar es la demanda de 81 mb/día que tenemos actualmente. En este sentido afirma que estamos a un par de huracanes o de algunos problemas geopolíticos o de alguna guerra para tener un problema peor que el que tenemos actualmente (…) ¿hasta dónde puede llegar el precio? Aún no he obtenido una conclusión. Debe haber algún límite que quizás podría ser 300 dólares por barril. No estoy seguro aún, porque estamos entrando en una era totalmente nueva en la historia de la humanidad, una era para la que no hemos sido preparados en absoluto. Durante las últimas seis generaciones, hemos estado acostumbrados a tener petróleo barato siempre disponible cada vez que queríamos, más o menos. Actualmente, en 2006, todo esto está empezando a cambiar. Estamos entrando en una era de la cual no sabemos gran cosa, con un conjunto de reglas totalmente nuevas. Estoy intentando descubrir cuáles son. Ya he descubierto dos o tres. Una de las ellas, en mi opinión, es que en un futuro muy cercano no tendrá cabida pensar que todo sigue igual. En mi opinión, nada es igual de ahora en adelante para ninguno de los países implicados. Y cuanto más abajo estés, más empeorarán las cosas.

En relación al futuro, el Dr. Bakhtiari habla de cuatro fases de transición, la primera de las cuales he llamado T1, que acaba de comenzar en 2006, tiene una pendiente de declive benigna, y pasarán meses antes de que se note. Pero la T2 será mucho más brusca, y cada transición sucesiva mostrará pendientes de declive más pronunciadas. (…) Se trata de un proceso, afortunadamente, en el cual la introducción es más fácil que las siguientes fases. Aún es muy pronto para empezar a predecir qué pasará en T2. Antes tenemos que ver qué pasa en T1, que, en muchos aspectos, es difícil de predecir, con todos los eventos que podrían tener lugar en los próximos tres o cuatro años. En la T1 los dos principales platos de la balanza se inclinarán, de modo que al final de T1, será la oferta la que dicte la demanda. De las etapas siguientes a T1 prefiere no hablar: No quiero ser más negativo, pero he empezado a investigar T2, T3 y T4 y empecé a ver algunas cosas que me dan escalofríos. (…) Mi modelo WOCAP ha pronosticado que en los próximos 14 años, la producción global de 81 millones de barriles diarios disminuirá aproximadamente hasta alrededor de 55 millones de barriles al día en 2020.

Lo más importante es que los gobiernos eviten que la gente sienta pánico. La peor reacción a este tipo de crisis será el pánico. Si los gobiernos no están preparados habrá pánico. Cuanto más preparados estén los gobiernos y las instituciones, menos pánico habrá. Aún hay tiempo para prepararse. No estamos tan abajo en la pendiente de T1. Será un desarrollo muy lento, así que hay tiempo.

Para enlazar el resumen de la entrevista al Dr. Bakhtiari con la de Kilsby, comentar las claras referencias que hicieron ambos a las inminentes dificultades que pueden presentarse para el sector aeronáutico. Así, el primero de ellos afirma que los aviones serán la primera víctima en el sistema. Ya están teniendo pérdidas. No sé cómo pueden seguir adelante porque el combustible de aviones es directamente proporcional a las subidas del crudo. (…) En toneladas kilométricas por litro de combustible, los aviones están entre 2 y 3, los coches están entre 10 y 22, los camiones entre 65 y 85 y los trenes alrededor de 320. (…) el A380 es un avión maravilloso, pero está llegando en el momento equivocado. Deberían haberlo construido hace 20 años.

. El Sr. David Kilsby insiste después en este punto, al afirmar que el medio de transporte más vulnerable será la aviación, porque ¿qué alternativas al petróleo hay para el combustible de los aviones? No hay nada en el horizonte y, por extensión, los ámbitos de la economía que confían en un sector aéreo próspero – la industria del turismo en particular- son también bastante vulnerables.

Cuando se le pregunta por qué hemos de creer ahora en esta crisis, si ya en los 70 se realizaron predicciones catastrofistas que no se cumplieron, Kilsby responde que la situación ahora es bastante diferente a la de los 70, porque entonces aún estábamos en la parte ascendente de la curva. La situación actual es que hay una escasez física de petróleo más que una escasez motivada por razones políticas, que es lo que pasó en los 70. Recuerda que en EE.UU. hubo disparos entre la gente en las colas de las gasolineras, lo que no sucedió en los Países Bajos porque tenían una alternativa en su lugar…redes de bicicletas. (…). Eso me enseñó que cuanto más preparados estemos y cuantas más alternativas tengamos, más probable será que estemos bien cuando tal catástrofe ocurra.

Kilsby considera que, ante una escasez de petróleo en la que no va a haber suficiente disponibilidad para cubrir la demanda, hay que incidir especialmente en tomar medidas en las zonas urbanas, donde las opciones son mayores que en las rurales. E indica que, más que al desarrollo tecnológico, se refiere a todas las demás –es decir, el desarrollo del transporte público y otras políticas como las técnicas de gestión de la demanda y las medidas económicas.

Terminamos con su insistencia, al igual que había mostrado el Dr. Bakhtiari previamente, en la conveniencia de empezar cuanto antes a tomar medidas y planear adecuadamente: Habrá muchos impactos económicos y sociales. Una rabia generalizada, de grandes dimensiones, surgirá de todos aquellos lugares donde se podrían haber proporcionado alternativas a los coches pero no se proporcionaron. Me refiero básicamente las afueras de nuestras ciudades (…) No dispondremos de los recursos energéticos para llevar a cabo cambios drásticos cuando sea evidente que tenemos un problema. Cuanto antes se inicie una planificación de cara a un declive, mejor. No tenemos tiempo.