La energía en campaña

Con motivo de las elecciones al parlamento catalán que se celebran el primero de noviembre, Ecologistas en Acción, Greenpeace y Eurosolar organizan hoy en Barcelona el debate "La hora de la nueva cultura de la energía". El debate, que se celebrará hoy a las cinco de la tarde en el Col·legi de Periodistes de Catalunya, contará con la asistencia de representantes de las principales fuerzas políticas catalanas (CIU, PSC, PP, ICV-EA, ERC) y será moderado por Antonio Franco, ex director de El Periódico de Catalunya. AEREN estará en la "fila cero" del debate, compuesta por académicos, empresarios, sindicatos y organizaciones sociales, representada por uno de sus fundadores, Daniel Gómez.

Actualización, breve crónica del debate: A la convocatoria asistieron representantes de todos los partidos mayoritarios, a excepción del Partido Popular de Catalunya, que se excusó, según la organización, por no tener a ningún experto en energía disponible. El debate se centró en primer lugar en tres cuestiones, planteadas por Antonio Franco, el moderador: las energías renovables, el calendario de cierre de las nucleares y los planes de Enresa para ubicar el Almacén Temporal Centralizado de residuos nucleares.

Renovables
Oriol Pujol (CIU) se mostró en contra del decreto 7/2006, por las dudas que está causando en el sector, que afectan a la iniciativa empresarial. Jordi Terrades (PSC) recordó los problemas de territorio y los límites que este impone, la oposición a algunas instalaciones de generación renovable, como los principales obstáculos a la implantación de las renovables. Terrades recordó que el Pla de l’Energia prevé un crecimiento de las renovables para el 2015 de un 9,5%. Oriol Amorós (ERC) dibujó un escenario lleno de incertidumbres para la energía, por lo que se hace necesario escoger uno de los caminos que se nos presentan. Para Amorós, el camino correcto es el del ahorro, la reducción del consumo y la implantación de las renovables, junto con otras medidas, como la implantación de una tarifa progresiva y la creación de un consorcio energético. Salvador Milà (ICV-EA), ex conseller de Medi Ambient, planteó un panorama de disminución de combustibles fósiles que crearía problemas para el transporte, y propuso como soluciones el ahorro, la eficiencia y la internalización de costos, además de una mayor planificación. En este sentido, también se refirió al Plà de l’Energia como guía, y entró de lleno en algunas de las cuestiones más problemáticas de la implantación de las renovables en Catalunya, como el doble rasero de algunas fuerzas políticas ante el debate territorial de las infraestructuras energéticas, y la necesidad de crear una red descentralizada que haga posible la producción energética local.

Cierre de las nucleares
Pujol (CIU) abogó por abrir primero el debate nuclear, antes de plantearse el cierre. Terrades (PSC) propuso una modificación del Consejo de Seguridad Nuclear de manera que las competencias locales sean mayores. Amorós, (ERC), afirmó que “los números de las centrales nucleares no salen”, y pidió una transición gradual hacia otras formas de generación. Milà (ICV-EA) también pidió el cierre, y que siguiéramos el ejemplo de Holanda y Alemania, con planes “puente” para el abandono de la energía nuclear.

Cementerio nuclear
Pujol (CIU) pidió la aplicación y el desarrollo del artículo 133 del Estatut de Catalunya (energía y minas). Terrades (PSC) pidió desligar el debate sobre las nucleares con el debate de los residuos, pues aunque cerremos las nucleares, los residuos aún seguirán ahí, por lo que habrá que hacerse cargo igualmente. Amorós (ERC) pidió que Enresa no entre en juegos de subastas ni negocie directamente con los municipios candidatos a acoger el ATC. Milà (ICV-EA) pidió responsabilidad compartida, para no aceptar las “subastas” de Enresa.

Tras las intervenciones de los ponentes se abrió un breve turno de intervenciones, en las que participó el representante de AEREN. Daniel Gómez inquirió a los representantes políticos sobre cómo iban a solucionar los aspectos menos técnicos del problema energético, especialmente aquellos relacionados con el ahorro y la gestión de la demanda. Al mismo tiempo, recordó que, pese a la eficiencia y los avances tecnológicos, el consumo energético total no disminuye, y que nuestra gran dependencia sobre los combustibles fósiles nos obligará a competir por ellos en un mundo en el que el 20% de la población consume el 80% de la energía. El representante de AEREN expuso que la dinámica de la sociedad va en dirección contraria a los deseos de mayor eficiencia y ahorro, puesto que tanto los mensajes de la sociedad de consumo como la vertebración social y del territorio nos empujan a crecientes consumos energéticos.