La corrosión de un oleoducto suspende el 8% de la producción de los EE.UU.

Es la segunda vez este año que British Petroleum tiene que suspender operaciones a causa de la corrosión en los oleoductos. En marzo de este mismo año, la compañía inglesa, responsable de las operaciones de Prudhoe Bay (Alaska), ya sufrió la rotura de un oleoducto causada por la corrosión, debido a la mayor cantidad de agua que circula por estos, vertiéndose más de 70.000 litros de petróleo.

Según informa el New York Times, BP ha descubierto nuevos indicios de corrosión en los oleoductos que parten del yacimiento súper gigante de Prudhoe Bay hacia la costa del Pacífico, y ha decidido suspender el tránsito de la mitad de la producción de este yacimiento, unos 400.000 barriles diarios, lo que equivale a un 8% de la producción de los Estados Unidos.

Los técnicos de BP aún no saben por cuanto tiempo se verá reducida la producción, dado que ni siquiera saben aún cuánto les llevará cerrar los pozos afectados.

Respecto a los efectos de esta disminución del suministro, el NYT cita a dos expertos. Según Tetsu Emori, jefe de materias primas en el Mitsui Bussan Futures de Tokio

Los precios del petróleo podrían incrementarse hasta 10$ por barril dadas las actuales circunstancias, aunque en realidad no podemos estimar con seguridad como va a efectar esto hasta que tengamos cifras más exactas sobre la cantidad de producción que se va a ver reducida.

Por su parte, Victor Shum, un analista energético de Purvin & Gertz en Singapur, afirmó que esperaba que el impacto fuese mínimo:

El mercado estadounidense está bien abastecido, los inventarios de crudo son muy altos, así que aunque esto no tendrá un impacto inmediato sobre los suministros estadounidenses, hay mucha ansiedad en el mercado. Así que cualquier interrupción significativa va a ser tenida en cuenta por los comerciantes, incluso si no hay amenaza de una falta de suministro.