Efectos de las petroleras en la Amazonia ecuatoriana

Charla de José Proaño de la campaña de petróleo de Acción Ecológica Ecuador (+), 16 de junio 2006, Ekoetxea (Ekologistak Martxan), Bilbo.

La exposición de José Proaño fue inspiradora y clarificadora para tod@s nosotr@s profan@s que no hemos tenido contacto directo con las explotaciones petroleras y sus consecuencias. Conceptos como ‘explosiones de líneas sísmicas’, ‘aguas de deshecho’, ‘crudo pesado’ fueron aclarados con la maestría de alguien que dedica su vida a la observación y denuncia del impacto ambiental de las petroleras en sus zonas de actividad. ¿Cabría más impacto ambiental humano y medioambiental al ya conocido?

Sabemos de las rutas que tienen que construir para acceder a las explotaciones: Proaño nos comentaba como muchas de esas carreteras son construidas por las multinacionales alegando contribuciones viarias al país. También como se deshacen de petróleo rociando las superficies de la carretera con camiones al modo de brea barata, que no lo es – mucha gente todavía anda descalza y ese residuo de petróleo es transportado a ecosistemas por el agua. Sabíamos de los vertidos de petróleo. Pero poco sabíamos de las piscinas, que también deben ser cavadas en el terreno. Estas piscinas se llenan con deshechos de los pozos. Piscinas abiertas de metros cúbicos de petróleo son peligrosísimas para aquellos que no las ven desde animales a humanos. También hay que tener en consideración filtraciones en la tierra y acuíferos así como los desbordamientos. Al permanecer expuestas, las posibilidades de incendio accidentado son también considerables. Una vez que ya no pueden contener más petróleo, estas se desbordan contaminándolo todo. La práctica de las compañías es quemarlas con situaciones todavía peores: las llamas de toda esa cantidad de petróleo crudo calcinan el ecosistema circundante y produce grandes volúmenes de CO2 y cenizas. Este debe ser añadido al que ya producen los pozos de por si y que generan unas nubes negras permanentes en las zonas de extracción con el mismo efecto invernadero que ya conocemos. En ocasiones el fuego de las piscinas afecta casas, oleoductos, etc., y es que las petroleras no consideran si hay gente habitando en la zona: se instalan y punto. Proaño mostraba una foto con una casa que voló por los aires y de la que solo quedaban algunas paredes del primer piso. También mostraba otras practicas como el enterramiento de deshechos en sacos apilados en las mismas piscinas.

Pero antes de la extracción también ocurren trágicos crímenes medioambientales. Siempre nos preguntamos cuales son los métodos para hallar petróleo – esto no se produce por magia. Para ello se emplea lo que se denomina ‘exploración sísmica’ que supone el uso de explosivos en el suelo con el objetivo de afectar los bloques sísmicos y así saber si se encuentra petróleo en el interior. Para ello, los explosivos deben colocarse a lo largo de líneas. Esto significa que si una compañía esta explorando petróleo en una zona, esa zona sufre un impacto profundo por las explosiones ya que estas afectan la superficie y el medioambiente y los subsecuentes cultivos y caza. Proaño mostraba también el efecto en edificios, y como un a casa había resultado resquebrajada por el efecto de exploraciones cercanas – la compañía dono masilla a sus propietarios para que llenaran las grietas.

Pero las exploraciones sísmicas también conllevan efectos mas difíciles de estimar como son los impactos en las fallas tectónicas y que afectan la estabilidad de toda la zona explorada.

Los deshechos de los pozos bombeados también son muchos, desde petróleo de baja calidad a lodos toxicos y agua. En el caso de los lodos no son productibles para agricultura y en el caso del agua es alta toxica por los numerosas toxinas y residuos con que esta mezclada. También está el agua que se inyecta (*) para crear presión y empujar el crudo pesado. Las petroleras argumentan que reinyectan la mayoría de esta agua residuales en los pozos vacíos, pero hasta que esto ocurre muchas ya han sido eliminadas en el ecosistema.

El agua en zonas de extracción petrolera se encuentra en gran estado de polución. Proaño contaba como en una localidad lindante con el río Zapotal hubo un incendio (por el petróleo claro) y gente en llamas se echó al río. Lo que menos se imaginaban es que el río contenía tal volumen de petróleo diesel (además de situarse en la superficie) que hasta el río cogió fuego pereciendo los que buscaron cobijo en él y haciendo que el desastre fuera todavía mayor.

Los trabajadores del petróleo también sufren las negligencias de la empresa y la falta de medidas de seguridad: estos trabajan sin protección ni trajes, ni mascaras ni guantes… Como decía Proaño, otro ejemplo de la Tecnología Punta facilitada por las petroleras: los obreros totalmente en contacto físico con el petróleo se lo limpian con diesel!

En las zonas de actividad petrolera es sabido el efecto trágico de esta en la salud de los habitantes así como en cultivos, ganado y medio ambiente. Entre las enfermedades desarrolladas tenemos infecciones de piel, respiratorias o anemia y también abortos, malformaciones, cáncer y leucemia. Los animales también desarrollan estas, malformaciones, etc. Los campesinos se quejan de que la tierra contaminada no produce como antes, que la yuca y el plátano no engordan como antes y su sabor es desagradable.

Además del agua a altas temperatura debemos sumar el petróleo a altas temperaturas: el crudo pesado debe calentarse para aligerarse y así hacer que su transporte en oleoductos pueda llevarse a cabo. En el caso del OCP o oleoducto de crudo pesado (otro proyecto con gran oposición) con casi 500 kms de recorrido y por alturas de más de 3.000 metros (Proaño mostraba las escarpadas colinas de la cordillera andina por las que transcurre), la única forma de que el petróleo pueda transcurrir es estando hirviendo. El efecto ambiental de un escape de crudo hirviendo como os imagináis es desastroso y las posibilidades de que esto pase dada la fragilidad, largo trayecto y topografía también muchas. Proaño comentaba sobre un cargamento de tubos que llegaron a Ecuador de las ex republicas soviéticas, donde se habían desechado por viejos. En el carguero se les dio una capa de pintura y como nuevos – listos para ser usados para transportar petróleo otra vez!

Como veíamos en fotos, los oleoductos se componen de varias decenas de tubos, todos ellos entrelazados y no transmitiendo seguridad alguna. Como Proaño indicaba, estos como los pozos y bombas, no cuentan con vallado y transcurren a la altura de las mismas carreteras y caminos por los que también transcurren personas. Los tubos no solo transportan petróleo sino también aguas y otros líquidos residuales.

(*)las plantas de inyección son otra infraestructura necesaria en el bombeo – al final la infraestructura necesaria precisa una gran extensión de terreno que en el caso de la selva es talada o quemada