El presidente de Bolivia, el socialista Evo Morales, firmó un "decreto supremo" que nacionaliza y da al Estado el "control absoluto" de todos los hidrocarburos. Las empresas extranjeras que operan en Bolivia deberán entregar toda su producción a Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB, estatal) y regularizar en menos de 180 días sus actuales contratos, o abandonar el país.
Se acabó el saqueo de nuestro recursos naturales por empresas extranjeras.
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