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La UE admite no tener ningún plan para enfrentarse al 'peak oil'.

  • Domingo, 12 Febrero 2006 @ 04:49 CET
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Artículos Traducimos a continuación una pregunta realizada por el partido verde británico al comisario europeo de energía Andris Piebalgs sobre el 'Peak Oil'. El original se puede encontrar en este enlace. Posteriormente añadimos un comentario.

La comisión europea disminuye la importancia de los cortes de suministro que asoman en el horizonte diciendo que el 'peak oil' sólo es una teoría.

Andris Piebalgs, comisario europeo de energía, ha admitido que no tiene ningún plan para manejarse con un rápido incremento de los precios del gas y el petróleo. Tampoco para hacer frente a un recorte del suministro y una demanda desbocada. Al responder a una pregunta formulada por Caroline Lucas del grupo parlamentario Green Party MEP, el comisario restó importancia al llamado escenario del 'Peak Oil' diciendo que "no es más que una teoría". La Doctora Lucas dijo en respuesta que "la actitud de la comisión representa un horrible abandono del deber, porque un creciente número de científicos y expertos en energía están advirtiendo que la producción puede entrar en declive antes de lo esperado, pues las reservas de petróleo públicamente declaradas están hinchadas mientras que al mismo tiempo la demanda de petróleo y gas por parte de China e India está sufriendo un crecimiento explosivo en los últimos años. Incluso hay algunos defendiendo que ya hemos pasado el cenit de producción del petróleo señalando el rápido incremento de los precios y el hecho de que los nuevos yacimientos que se están encontrando no llegan a reponer el petróleo consumido."

El Sr. Piebalgs dijo que la UE estaba "reflexionando sobre una política energética marco", aunque admitió que las propuestas en un futuro podrían estar probablemente limitadas a una política energética común que diera lugar a posibles soluciones políticas impopulares tanto en el Reino Unido como en cualquier otro lugar de Europa.

Los analistas han argumentado que tanto la Unión Europea como el Reino Unido deben comenzar a planificar un futuro libre de petróleo para mantener la seguridad de los abastecimientos energéticos mientras al mismo tiempo se reducen las emisiones de los gases de efecto invernadero, que son los que están alimentando el peligroso cambio climático.

La doctora Lucas añadió que "ya mismo debemos comenzar a enfrentarnos a una situación de quiebra energética, pues el gas y el petróleo van a ser cada vez más escasos y caros. Si queremos mantener la seguridad del abastecimiento energético mientras que al mismo tiempo deseamos además impedir las fuentes energéticas más contaminantes como son el carbón y el uranio, cada nivel gubernamental debe involucrarse ya mismo en planificar el 'peak oil' e invertir capital real, financiero y político, en energías renovables y eficiencia energética. Como es verdad que el problema no es sólo europeo, debemos trabajar también diplomáticamente para asegurarnos de que los otros países hacen lo mismo, cortando su dependencia del petróleo por vías que sean socialmente justas".


COMENTARIO

Lo que no parece advertir Caroline Lucas ni quiere responder Andris Piebalgs es que mientras se satisface la demanda de petróleo, el equilibrio entre oferta y demanda de esta commoditie tan peculiar sostiene a un dólar que a su vez sostiene al resto de monedas. Un mercado desabastecido multiplicará por dos o por tres el coste actual del petróleo.

Considerando un precio promedio del petróleo durante el 2006 de 70 dólares deberán intercambiarse en contratos 2 billones de dólares o 2.000 billones americanos. En caso de duplicarse 4 billones (4.000 billones) y 6 (6.000) si se triplica. Es importante observar un momento esta gráfica para entender exactamente el problema:



Porque al mismo tiempo el gas, el uranio y el propio carbón incrementarán sus precios arrastrando al resto de commodities fundamentalmente metales y agrarias. Es decir, deberá incrementarse la masa monetaria en dólares por ser la moneda que permite intercambiar los bienes en los mercados internacionales. ¿Cuánto? Probablemente la curva azul de la gráfica superior alcence los 15.000 billones de dólares poco después del cenit del petróleo.

Así que todos los países importadores deberán aumentar sus reservas en dólares contra sus propias monedas al mismo tiempo que el dólar menguará su valor en proporción inversa a la cantidad de nuevos billetes que se vayan imprimiendo. Es decir, los productores de materias primas incrementarán sustancialmente sus reservas de billetes verdes haciéndose cada vez más difícil su 'reciclaje' en el mercado americano bien por consumo interno apalancado en créditos bien por la compra de bonos para emitir más moneda que obligan al gobierno de EEUU a devolver a sus acreedores unos intereses a cambio. Así que un dólar en progresiva devaluación arrastrará tras de sí el resto de monedas, incluidos el euro, el yen o el yuan y a partir de ese momento será insostenible el sistema financiero porque la espiral inflacionista provocada por la sobreabundancia de billetes devolverá el valor del papel moneda a lo que es: papel. El principal problema para el sistema bancario de Europa y EEUU será que se honren las deudas fundamentalmente del consumo e hipotecarias. No sólo porque los bienes raíces perderán de su valor todo aquello que hoy tienen de especulativo, sino porque las deudas mantendrán siempre su cuantía real con independencia de la fortaleza de la moneda que las respalde por las subidas de los tipos de interés. Es decir, incrementarán su valor con respecto al poder de compra del deudor que deberá responder con un salario pagado en monedas devaluadas.

Es imposible determinar en qué momento puede suceder esto o si las finanzas internacionales pueden evitarlo de algún modo. Lo que es del todo seguro es que si llega a suceder será un punto de no retorno para el sistema monetario y nada volverá a funcionar tal como lo hace ahora, pues deberá buscarse un nuevo respaldo para las monedas y un nuevo sistema monetario de intercambio. Contrariamente a lo que parece admitir Piebalgs, Europa sí que tiene un plan porque a diferencia de las anteriores intervenciones parece estar bien informada del cenit del petróleo y las consecuencias financieras para la propia Unión. Pues el problema energético, tal como está planteada hoy la economía, resulta en primera instancia un problema financiero que no se resolverá por acudir a las energías renovables o a la eficiencia energética. De ahí que Francia y Alemania apoyen ahora no sólo un 'ataque preventivo' a Irán sino sobre todo el sostén de un dólar que pasa por controlar el precio controlando las principales reservas del planeta. Es necesario descargar a la economía norteamericana de ese sobreesfuerzo monetario y no hay mejor modo de hacerlo que permitir de algún modo compras de materias primas nominadas en euros o yenes. Por eso la bolsa iraní, de llevarse a cabo y realizarse en euros u otras monedas, resultaría paradójicamente un gran alivio para la economía americana.

China seguirá apoyando al dólar o una iniciativa semejante siempre y cuando reciba petróleo a cambio. Lo que no parece estar tan claro es que EEUU, Europa o Japón se lo quieran dar y que no haya un plan establecido a partir de ese momento.