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Zimbawe: la primera baja en la crisis del petróleo

  • Domingo, 25 Septiembre 2005 @ 15:50 CEST
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Noticias Reproducimos y traducimos un artículo de un periódico local norteamericano, el Falls Church News Press, que lleva tiempo prestando atención al cénit del petróleo, "The Peak Oil Crisis: The First Casualty":

La crisis del cenit del petróleo: la primera víctima

Cuando los historiadores del futuro se ocupen del siglo XXI Zimbawe figurará en los anales como la primera nación en sucumbir al cénit del petróleo.

Para los estudiosos de las economías africanas el actual desastre de Zimbawe no es una sorpresa [...] [consideramos prescindible el diagnóstico del periodista sobre la situación económica del país un tanto basado en prejuicios]

Cuando el precio del petróleo alcanzó la banda en torno a los 65$ las importaciones oficiales simplemente cesaron. El país actualmente no dispone de las divisas necesarias para comprar petróleo y parece que nadie está dispuesto a darles más créditos. Las elecciones amañadas y la expropiación de tierras han hecho que pierda la confianza de los habituales donantes de manera que en la actualidad sólo llegan cargamentos de comida como ayuda humanitaria.

Hace pocos años el gobierno privatizó gran parte de las importaciones reteniendo el control sobre los precios finales de la gasolina. Obviamente cuando el coste del petróleo subió por encima de los precios fijados oficialmente, las gasolineras se quedaron desabastecidas, esto condujo a un mercado negro en el que la gasolina se vende diez veces por encima de su precio oficial.

A pesar de que los múltiples problemas económicos de Zimbawe lo convierten en un caso atípico, es el primer país en quedarse casi completamente sin petróleo y puede darnos una visión de lo que sucederá a medida que las consecuencias del petróleo cada vez más escaso y caro se difundan por el planeta.

En la última semana, prácticamente todos los autobuses y taxis en la capital, Harare, han cesado de circular, forzando a decenas de miles de personas a caminar hasta el trabajo. Mientras, hay todavía muchos vehículos privados en las carreteras que se ven obligados a pagar 36$ el galón en el mercado negro. Los servicios municipales han parado, no hay recogida de basura, ni ambulancias ni otro vehículo público disponible aparte de un camión de bomberos al que todavía le queda algo de combustible. La policia requisa cualquier cantidad de combustible que encuentra. El agua potable y electricidad sólo están disponibles esporádicamente, los hospitales no tienen suministros y el personal está emigrando. La que una vez fue una de las más limpias y modernas capitales africanas ha dejado de serlo.

Los efectos a largo plazo sobre la economía de Zimbawe son igualmente calamitosos. La única refinería de azucar está paralizada por falta del combustible necesario para transportar el carbón del que obtiene su energía, la producción de tabaco, la mayor exportación agrícola ha caído un 30% por debajo de los niveles anteriores y este año sólo un cinco por ciento de la cosecha normal será plantado.

Gran cantidad de personas están abandonando el país en medio de lo qe se convertirá en una espiral mortal: el hambre, las emigraciones masivas y la agitación política están a la vuelta de la esquina.

En el caso de Zimbawe toda esta miseria humana no es completamente atribuible al cénit y la falta de gasolina, la incompetencia del gobierno juega un gran papel, sin embargo es representativo de lo que veremos una y otra vez a medida que el petróleo siga declinando. Mientras en los Estados Unidos seguimos discutiendo todavía si subir los impuestos sobre la gasolina es el remedio adecuado, las personas en Africa están muriendo de hambre

En el futuro inmediato el cénit del petróleo se convertirá en un test del comportamiento de la humanidad con sus más desafortunados miembros ¿Se adoptará finalmente algún protocolo sobre el agotamiento del petróleo que permita garantizar una mínima cantidad para los servicios esenciales de todos los países? ¿O se dejará todo en manos del mercado y sólo sobrevivirán los más ricos? Esto pronto se convertirá en el corazón del dilema moral del cénit del petróleo.