
El diario ABC en su edición de hoy, página 5, publica un artículo firmado por Darío Valcárcel titulado "
Petróleo: crece la alarma" bastante interesante.
Hay, por el momento, según los expertos más fiables, dos salidas: subir el precio del barril para moderar el consumo; y apostar abiertamente por otras energías, lejos del petróleo y del carbón. El petróleo habría de reservarse, sobre todo, para la aviación: quemarlo alegremente es gran temeridad. En Estados Unidos, se fomenta la compra de coches potentes, todo terreno, para favorecer a los constructores de Detroit, también a los petroleros. Es un juego suicida. La gasolina es barata, el todo terreno paga menos impuestos, el gasto de petróleo se dispara. Estados Unidos, primer consumidor mundial, quema el 40% de su petróleo en automoción (la Unión Europea, el 19%). China e India necesitan más y más petróleo: ¿cómo proporcionárselo? Se dice que el género humano consigue siempre dar con la solución cuando está acorralado. ¿Y si no la encontrara esta vez?